• Reducción de juegos, precios dolarizados y menos cantidad de jugadores importados son un reflejo de que la situación del país ha afectado al deporte número uno de los venezolanos

La temporada 2018–2019 del beisbol venezolano terminó con un sabor agridulce, los Cardenales de Lara se coronaron campeones ante los Leones del Caracas en cinco juegos, equipo que concluyó esa final sin varios jugadores debido a que retornaron a Estados Unidos por las protestas y la situación política que había en el país.

La temporada también estuvo de luto por el fallecimiento de José Castillo y Luis Valbuena, jugadores de Cardenales de Lara, quienes murieron en un trágico accidente automovilístico en una carretera del estado Yaracuy luego de que terminaran un encuentro.

Por último la edición número 61 de la Serie del Caribe, que estaba anunciada para disputarse en la ciudad de Barquisimeto, fue cambiada de sede a Panamá por la crisis política y social del país. Dicha decisión fue rechazada por el Ministerio del Deporte que responsabilizó a la Major League Baseball, máximo órgano del beisbol, que exhortó a que se cambiara la sede de la competición para proteger a los jugadores.

Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. Foto Cortesía.

Meses después la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) canceló la Jornada de Reflexión que se lleva a cabo luego de la culminación de cada campeonato, en la que las directivas de los ocho equipos se reúnen para analizar la temporada y acordar la fecha de la Convención Anual que da pie a la siguiente campaña.

La convención fue postergada de mayo a junio, y finalmente a julio cuando se realizó el cónclave en el que terminan de definirse las condiciones de juego para la siguiente temporada.

Estadio de la Ciudad Universitaria en Caracas. Foto Cortesía.

Sí habrá temporada, pero con más de 20 juegos menos

La Convención Anual se realizó entre el 4 y 6 de julio en la ciudad de Caracas, donde las ocho directivas estuvieron de acuerdo en que sí habrá temporada 2019–2020 pero esta pasará de 63 a solo 42 partidos y que comenzará el 5 de noviembre, un mes más tarde de la fecha en que iniciaba la pelota invernal en Venezuela tradicionalmente.

Sin duda esta decisión es debido a la crisis económica y eléctrica que hay en el país, en la que numerosos estados sufren cortes de electricidad de varias horas diariamente sin tener un horario de regulación.

“La LVBP tiene como misión fundamental brindar a los aficionados un espectáculo de calidad a través del deporte y debemos hacer todo lo posible para seguir cumpliendo nuestra razón de ser. Sabemos que existen dificultades y situaciones complejas en todo el país, por eso consideramos que seguir ofreciendo el campeonato a la afición es una necesidad porque así contribuimos con la sana recreación de la gente”, expresó Juan José Ávila, presidente de la LVBP.

El periodista deportivo Humberto Acosta explicó para El Diario que a pesar de los cambios sí habrá temporada, y que espera que no se cancele la misma por el bien del país.

“Hay que pensar que sí se realizará, aún con los cambios drásticos en su calendario. Al menos que se presente una situación que esté por encima del beisbol y obligue su cancelación. Cosa que no deseamos. No solo por la temporada sino por el país en general. De hecho, el país está por encima de la pelota”, dijo Acosta.

Además, acotó que a pesar de que son menos juegos de beisbol, no quiere decir que el campeonato vaya a ser menos emocionante, pero por otra parte espera que esta temporada sea solo una situación momentánea.

“Aspiremos que esto sea una situación momentánea. En el fondo, el problema es económico. Reducir dentro de lo posible, sin poner en juego la calidad del torneo, los gastos. Menos viajes, menos viáticos. Incluso, hay circuitos de radio, que desde hace algunos torneos, que no viajan. Los juegos se transmiten desde la ciudad sede del equipo. Esperemos”, dijo Acosta.

Juego entre Leones del Caracas y Cardenales de Lara. Foto Cortesía.

Reducción en los jugadores importados

Otra de las medidas que implementó la liga para la próxima temporada fue la reducción de los jugadores importados que puede tener un equipo dentro de su roster. Ahora cada conjunto podrá tener un total de seis jugadores importados, a diferencia de las pasadas campañas donde eran siete.

“Es una manera de darle mayor oportunidad al talento criollo, tomando en cuenta el importante desarrollo de nuestros jugadores reserva en el sistema de granjas de la MLB”, señaló el presidente de la LVBP.

Una de las desventajas que trae este nuevo formato será que la liga venezolana comenzará después de las demás ligas invernales del Caribe, lo que representa que los jugadores importados opten por ir a República Dominicana, Puerto Rico o México para mejorar su rendimiento en los meses de octubre y noviembre.

Por otra parte, el equipo de los Tigres de Aragua publicó los precios de los paquetes de abonados para los juegos de local en dólares, una muestra de que en el país el dólar se ha convertido en una moneda recurrente.

El paquete “más económico” que son las sillas laterales es de 93$ o 669.600 bolívares al cambio según la tasa Dicom. El costo del paquete VIP es 155$ o el equivalente a 1.116.000 Bs, esto representa un aumento de más del 20.000% en tan solo un año.

¿Podría suspenderse la temporada?

La rebaja de juegos es un indicio que las condiciones para que haya beisbol en Venezuela no están al 100%, y es que desde hace más de 15 años no se suspende una temporada de la pelota venezolana, cuando en el año 2002 cancelaron la campaña debido al paro petrolero del país.

“La última evaluación realizada, nos indica que no están dadas las condiciones requeridas y que, inclusive, en algunos casos ellas se han deteriorado, por lo cual, lamentablemente, nos vemos obligados a suspender definitivamente la Temporada 2002–2003, por razones de fuerza mayor”, dijo la liga a través de un comunicado ese año.

A falta de tres meses para que se de la voz de playball es imposible decir que las condiciones estén dadas a nivel nacional para que se pueda brindar un espectáculo a la fanaticada, y además tampoco se puede asegurar que no empeore la situación eléctrica y económica en el país, lo que sería un duro golpe para el deporte número uno de todos los venezolanos.

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