Email
- Los resultados de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO pueden definir las posibilidades de una eventual reelección del actual mandatario, en una campaña en la que Venezuela también está en el foco de atención
“¡Sí se puede!”, gritaron eufóricos cientos de personas en el microestadio del club Ferrocarril Oeste, en Buenos Aires, este martes. Mauricio Macri, sonriente, respondió llevándose las manos detrás de las orejas. El mandatario argentino sabe que es el último baño de esperanza entre la multitud antes de afrontar las elecciones primarias del domingo, en las que conocerá sus opciones de reelección de cara a los comicios presidenciales del 27 de octubre. A pesar del entusiasmo, las encuestas vaticinan una victoria para el kirchnerismo.
El mitin se produjo con motivo del cierre de campaña para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) a celebrarse el 11 de agosto. A pesar de que las elecciones solo se producen para descartar las candidaturas a presidente, gobernadores y senadores para las generales de octubre, desde el gobierno aseguran que son “las elecciones más importantes desde el regreso de la democracia”. Una derrota por un gran margen frente a Alberto Fernández y Cristina Kirchner — candidatos a presidente y vicepresidente, respectivamente — , podrían dejar al actual mandatario argentino lejos de la reelección.
Una encuesta de la firma Celag otorga una ventaja de 9 puntos a la fórmula presidencial opositora. De acuerdo con el sondeo, Fernández y Kirchner (Frente de Todos) obtendrían 42,5% de los votos, mientras que Macri y su candidato a vicepresidente, el peronista Miguel Ángel Pichetto (Juntos por el Cambio), tendrían 33,5%. En el tercer lugar aparecen los también peronistas Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey con 8,5%. De darse este resultado, lo opositores quedarían a poco menos de tres puntos de alcanzar el 45% del sufragio, cifra que otorgaría una victoria kirchnerista en primera vuelta en las presidenciales de octubre, evitando así acudir a un balotaje (segunda vuelta electoral).
Sin embargo, desde el macrismo son más optimistas. Aseguran que la brecha se ha reducido en las últimas semanas y la diferencia es de solo 2 puntos porcentuales a favor de la principal lista opositora, casi un empate técnico. Otro sondeo de Managment & Fit sitúa a la dupla de Frente de Todos con 41,2% y Juntos por el Cambio con 39,2%. Más atrás aparecen Lavagna y Urtubey con 10,8% y el liberal José Luis Espert, con 3,6%.
En un ambiente polarizado entre macrismo y kirchnerismo, el apoyo que logren rescatar ambas fórmulas del resto de partidos puede ser trascendental en caso de llegar a una segunda vuelta electoral. Tanto Lavagna como Urtubey se definen como peronistas, por lo que gran parte del caudal de sus votos podrían dirigirse al Frente de Todos. En cambio, por definirse como liberales, Macri podría hacerse con los votos de Espert.
Otro escenario importante de las PASO será ver quién se hace con el control de Buenos Aires, provincia que registra casi 40% del padrón electoral nacional. Hasta ahora la capital argentina es gobernada por el macrismo, tanto en la provincia con María Eugenia Vidal, como en la jefatura de la ciudad con Horacio Rodríguez Larreta. Aunque las encuestas aventajan a ambos candidatos en busca de su reelección, una amplia ventaja en las primarias del domingo prácticamente aseguraría la victoria oficialista en el principal bastión electoral.
Venezuela en la mira
Venezuela ha sido una de las prioridades del gobierno de Macri. El mandatario fue uno de lo primeros en reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Por lo tanto, durante la campaña, la situación del país también ha sido uno de los temas de debate. Los candidatos se repartieron acusaciones de llevar a Argentina a una situación similar a la causada por el régimen de Nicolás Maduro. “Si gana Cristina vamos a ser Venezuela”, se repite como un mantra desde el gobierno. No obstante, el alto nivel de inflación de ese país es un aspecto que la oposición utiliza para usar la crisis venezolana en contra del presidente Macri.
“Bueno, sorry. Hoy con la comida estamos igual que Venezuela”, comentó Kirchner durante la presentación de su libro titulado Sinceramente, en el que narra su vida en la política. Días después, su compañero de fórmula tomó distancia de esta postura y aseguró que la situación del país caribeño “es mucho más grave”. Sin embargo, Alberto Fernández se negó a catalogar como dictadura al régimen de Maduro.
“Hay un gobierno autoritario. En su origen no parece ser una dictadura, parece ser un gobierno elegido por el pueblo. Lo que está claro es que es un gobierno que ha cometido una serie de actos autoritarios y que en su gestión ha generado un conflicto enorme”, comentó el candidato a presidente en una entrevista para el diario La Nación de Argentina.
Incluso Guaidó ha sido partícipe de la campaña en las PASO. A través de un video en Twitter, el también presidente de la Asamblea Nacional llamó a los argentinos a apoyar al presidente Macri. Sin nombrar al kirchnerismo, Guaidó consideró que volver a los “discursos populistas” sería un error.
“Me siento en la responsabilidad de decirte que si consideras que Juntos por el Cambio representa una forma de detener y hacer retroceder a esa manera de hacer política que tanto nos ha hecho daño y ha arruinado a Venezuela, uno de los países más prósperos de América Latina, entonces ya no es deber político, sino también moral pronunciarse junto a quienes siguen defendiendo la libertad y la democracia”.
“Si eso sirve para salvar la democracia en la Argentina, valdrá la pena sin duda. Mucha suerte Mauricio, el pueblo de Venezuela estará eternamente agradecido con ustedes. Seguimos adelante”, concluyó el presidente encargado.
Los argentinos no solo se debaten entre la continuidad del macrismo o el regreso del kircherismo, también sobre la postura de su país con respecto a la situación de Venezuela. Este domingo, a través de las PASO, tendrán la primera oportunidad de demostrar su decisión.
