• Economistas comentaron para El Diario que sin un cambio estructural en la política macroeconómica, serán necesarias más reconversiones en cada vez menos tiempo

A tan solo un año de la apresurada reconversión monetaria que suprimió cinco ceros al bolívar, la economía venezolana continúa transitando por la senda hiperinflacionaria que ha pulverizado el poder adquisitivo y volcado a la población general a usar mecanismos distintos a la moneda local como divisas, trueques o metales preciosos, para efectuar sus transacciones diarias y para planes de inversión o ahorros.

Si bien la medida fue anunciada por el gobierno de Nicolás Maduro como una forma de hacer frente a la crisis económica, la inflación anual desde julio de 2018 a julio de este año fue de 264.872,9%, de acuerdo con cifras de la Asamblea Nacional (AN). Además, los billetes de Bs 100, 50, 20, 10, 5 y 2, y las monedas de Bs 1 y 0,5, ya desaparecieron de los comercios formales e informales del país.

Al igual que en 2018, es común observar que buhoneros y comerciantes suprimen verbalmente tres ceros al bolívar al momento de efectuar una venta. Por ejemplo, en mercados de la capital como el de Coche, Catia y Quinta Crespo es normal escuchar a los vendedores ambulantes decir que un producto determinado cuesta Bs 15, Bs 20 o Bs 30 cuando su valor nominal es de Bs 15.000, Bs 20.000 o Bs 30.000 respectivamente.

Ante esta situación, especialistas en la materia aseguraron para El Diario que la reconversión monetaria fue insuficiente para solventar la crisis económica y advierten que de no corregir los problemas macroeconómicos, serán necesarias más medidas de este tipo en los próximos meses.

Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, considera que la reconversión de agosto de 2018 sirvió, muy a corto plazo, para resolver un problema de operatividad y no para atacar la inflación en sí. Comentó que para ese entonces existía una pronunciada escasez de efectivo, además de fallas en puntos de ventas, máquinas registradoras y facturas al momento de reflejar las altas cifras de las operaciones. Sin embargo, aseguró que “la inflación no se resuelve quitando ceros”.

El analista advirtió que, ante la falta de políticas macroeconómicas que permitan corregir el fenómeno hiperinflacionario que atraviesa el país por tercer año consecutivo, nuevamente está comenzando a escasear el dinero en efectivo. “El nuevo cono monetario ha perdido rápidamente su valor y hace que el escenario (económico) sea incluso peor que antes’’, sentenció.

Para el economista Aarón Olmos, “una reconversión monetaria de por sí no corrige un problema estructural complejo como el que tiene Venezuela’’. Señaló, además, que la medida adoptada por Maduro el año pasado fue un error desde el punto de vista de la inversión que supuso la emisión de nuevos billetes y por el hecho de obligar, en tiempo récord, a todo el sistema financiero nacional a adaptarse al bolívar soberano (BsS), nomenclatura que la moneda nacional empleó hasta el pasado mes de febrero.

“El efecto de la reconversión no se ha visto en ningún lugar, más bien la hiperinflación ha continuado. Eso se ve reflejado en el hecho de que en junio el gobierno anunciara la ampliación del cono monetario actual con los billetes de Bs 10.000, Bs 20.000 y Bs 50.000’’, sostuvo Olmos.

Reconversión improvisada

En la última década, el país ha afrontado dos reconversiones monetarias. La primera de ellas, en la que se eliminaron tres ceros a la moneda, fue anunciada por el fallecido ex presidente Hugo Chávez en el año 2007, y puesta en marcha en enero de 2008. Aunque los analistas coinciden en que ninguna de las dos solventó los problemas de origen de la economía local, sostienen que la primera de ellas fue mejor planeada y a eso se debió su durabilidad.

“La reconversión monetaria del año 2008 fue mejor pensada. No hubo tal desbalance macroeconómico, no hubo semejante déficit fiscal, ni tampoco un financiamiento monetario tan desordenado como con esta última”, explicó el economista Víctor Álvarez.

El “bolívar fuerte” impulsado por el ex presidente Chávez solo duró 10 años en circulación | Foto cortesía

El también ganador del premio nacional de Ciencias sostuvo que el fracaso de la medida en 2008 obedeció a la caída del precio del petróleo y de los ingresos fiscales, mientras que el revés de la reconversión anunciada por Maduro se debe a la emisión “desmesurada y desordenada” de dinero sin respaldo, del déficit generado por las empresas públicas y de los gastos del Estado.

Álvarez comentó que para que una futura reconversión sea exitosa se deberán tomar medidas adicionales que “suelen ser muy mal recibidas por la población” y que podrían generar un costo político importante. Entre ellas, destaca la privatización de muchas empresas estatales que fueron expropiadas y que actualmente no generan ningún tipo de ingreso, lo que a su vez se traduciría en el despido de empleados públicos.

“Hasta tanto se corrijan los desequilibrios macroeconómicos que son los principales propagadores de la hiperinflación, cualquier reconversión monetaria que se haga fracasará. Ya hemos visto cómo de los cinco ceros que el gobierno le quitó al viejo cono monetario, ya le agregó dos y seguramente en los próximos dos meses tendrá que agregar dos más y tendrá los mismos cinco ceros que se le quitaron el año pasado”, calculó Álvarez.

El bolívar desplazado

Debido a esta pérdida del valor de la moneda nacional, el país ha experimentado una “dolarización de facto’’ que se ha ido incrementando durante los últimos meses a pesar del férreo control cambiario que rige desde 2003. Para Olmos, este fenómeno tiene que ver con la “destrucción’’ del bolívar y la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de casi 50%.

El economista expresa, asimismo, que en Venezuela las empresas están utilizando cada vez más el dólar para fijar estructuras de costos y sistemas de precios de productos o servicios, lo que ha devenido en una mayor demanda de esta divisa en vista de la depreciación del bolívar. Eso, según dijo, ha hecho que surja el concepto erróneo de la supuesta ‘’depreciación del dólar’’ para definir el rezago cambiario existente. ‘’Es más factible para los comerciantes usar como referencia un signo monetario que no dependa de la política económica interna y que se mantenga más estable’’.

De acuerdo con estimaciones de Datanálisis, más de 35% de las transacciones que se realizan en el país se hacen en moneda extranjera. Eso engloba el uso de dólares en físico o digital, euros, libras esterlinas, pesos colombianos — sobre todo en Táchira — y reales brasileños en Santa Elena de Uairén, estado Bolívar.

Luis Vicente León relata que en interior del país es más común ver operaciones comerciales con billetes de 1 a 100 dólares que en bolívares| Foto: Reuters

Pero el uso de divisas no es el único mecanismo de intercambio que los venezolanos utilizan, la práctica antigua del trueque, para la adquisición de diversos productos o servicios, forma parte de la cotidianidad en toda la geografía nacional. Un fenómeno que se ha popularizado en casi todo el estado Bolívar es cobrar en gramos de oro servicios esenciales como la salud y la educación.

“El bolívar ya no funciona. No es que está en su última etapa, es que definitivamente dejó de funcionar como unidad de cuenta, como medio de pago y como reserva de valor. Necesariamente habrá que ir más adelante a una nueva reconversión monetaria, pero creando antes las condiciones necesarias”, concluyó Álvarez.

A medida de que el dólar se apodera cada día más de las operaciones comerciales en Venezuela, es más común observar bolívares despedazados en las calles del país, e incluso en bolsas de basura. Es el reflejo de una población que ya no ve en las reconversiones monetarias un salvavidas para el valor de su moneda.

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