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- Voceros del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales prometieron dar respuesta a quienes exigen un servicio de salud de calidad, luego de una protesta en la sede principal de la institución
El encuentro fue acordado desde hace una semana, este 23 de agosto, a las 9:00 am, la sede principal del Instituto Venezolano de los seguros Sociales (IVSS) sería el escenario de una protesta convocada por pacientes oncológicos y trasplantados del país.
Tanto los manifestantes como los medios llegaron puntuales a la cita y pocos minutos después de repetir las consigna “Queremos vivir”, quienes dirigían la manifestación fueron invitados a pasar al edificio para reunirse con voceros del instituto y buscar soluciones.
Aunque el grupo de alrededor de 10 personas aceptó dialogar con los funcionarios públicos, la protesta no se detuvo. Con el pasar de los minutos se unieron más personas como Cruz Yendez, una mujer con cáncer de seno que llegó desde Cumaná, estado Sucre, para defender su derecho a la salud.
“Tuve una recaída y estoy tomando actualmente capecitabine. Ayer estuve en la consulta y el médico me dijo que me tiene la mala noticia de que el medicamento se acabó y ahora estoy tratando de conseguirlo con conocidos, porque el doctor me dio el número de una persona, pero esa persona me esta cobrando 200 dólares. Me llego a la oficina de Badan (Banco de Drogas Antineoplásicas) y el medicamento está en 4.888.000 bolívares y yo no tengo los recursos”, indicó Yendez en una entrevista con El Diario.
La mujer explicó que la recaída se produjo luego de que pasara dos años y medio sin tomar tamoxifeno, un fármaco de alto costo indicado para pacientes con cáncer de mama, porque no lo consiguió. “Por favor, sean sensibles, quiero que su amor por su familia se refleje en las otras personas que también somos venezolanos. Pónganse en los zapatos de cada uno de nosotros, esperemos en Dios que a ninguno de ustedes les suceda, pero podría ser alguien de su familia que se enfrente a alguna enfermedad”, expresó la paciente para enviar un mensaje a las autoridades de la salud.
Mientras la concentración se desarrollaba de forma pacífica, una comisión del instituto, encabezada por Liz Martínez, escuchó las demandas de los pacientes oncológicos y trasplantados. La lista de exigencias va desde garantizar el abastecimiento de quimionetarias e inmunosupresores (medicinas anti rechazo) hasta establecer condiciones óptimas en los hospitales que dependen del Seguro Social.
Esta comisión ofreció varias explicaciones a los manifestantes sobre las deficiencias en los servicios del IVSS. En primer lugar atribuyeron las fallas del sector a los cambios constantes de directiva, específicamente durante las gestiones de Carlos Rotondaro y Luis López. Sin embargo, la actual directora, Magaly Gutiérrez, está en el puesto desde junio de 2018 y desde esa fecha hasta ahora siguen se mantienen las mismas irregularidades que ocurrían en años anteriores.
Luego de casi hora y media de conversaciones, familiares de los pacientes seguían esperando soluciones afuera de sede. Tal es el caso de Francisco García Graterol, un artista, que va a las manifestaciones con una imagen de José Gregorio Hernández pintada por él y exige medicinas para su madre Consuelo Graterol.
Graterol lleva dos años luchando contra un cáncer de pulmón y en septiembre debe recibir en el hospital Luis Razetti su siguiente dosis de quimioterapia, específicamente de carboplatino, un medicamento con el que no cuenta el centro de salud.
Durante la reunión se establecieron varios acuerdos, a los que el equipo de El Diario tuvo acceso. El primero de ellos es que tanto los representantes de las asociaciones como los del IVSS se reunirán cada 15 días para llevar un control del acceso de los pacientes a los medicamentos de alto costo; las fundaciones se comprometieron a realizar una lista de las personas que requieren medicinas del Seguro Social, para verificar que los datos estén actualizados en el sistema de la institución.
Otro problema que representaba una preocupación para los manifestantes era la falta de transporte para llegar a la Farmacia de Alto Costo en Los Ruices (Caracas), sede donde se adquieren medicinas para estas patologías. La respuesta que obtuvieron los presentes fue que se habilitaría una de las seis unidades de transporte del instituto para esta ruta.
Minutos después, ya al mediodía, los voceros de las asociaciones civiles salieron del edificio con respuestas y compromisos. En 15 días se desarrollará una nueva reunión en la que se espera haya resultados concretos para quienes viven con condiciones de salud crónicas en un país que atraviesa una emergencia humanitaria compleja.
