• La dimisión de Juan José Ávila como presidente de la liga es el capítulo más reciente de una encrucijada que aviva la incertidumbre y la preocupación de los seguidores de la pelota venezolana

En grandes aprietos se encuentra la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), como si le hubieran llenado las bases en el noveno inning de un compromiso que parece difícil de remontar, sobre todo por la cantidad de adversidades que se han presentado.

A pesar de que el próximo 18 de octubre se tiene previsto escuchar la voz de “play ball” en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, donde Cardenales de Lara y Águilas del Zulia abrirán el telón de la campaña 2019–2020, todavía existen dudas sobre si se llevará a cabo la temporada.

Juan José Ávila, quien presidió la junta directiva de la LVBP desde 2017 y estuvo ligado a la pelota rentada durante muchos años, renunció al cargo “por motivos personales”, en medio de una crisis que padece el pasatiempo predilecto de la fanaticada nacional.

“Fueron poco más de dos años de un enorme crecimiento profesional (…) para sacar adelante campeonatos con mucho esfuerzo, en medio de grandes dificultades. Siempre he pensado en lo mejor para el beisbol profesional del país. No he hecho otra cosa durante mis 31 años ligado a la pelota, cumpliendo varias facetas. Pero en este instante debo dar un paso al costado, durante algún tiempo, debido a razones familiares que requieren mi atención inmediata y que mis responsabilidades en este instante me impiden atender de la manera adecuada”, expresó el directivo en un comunicado publicado el jueves 5 de agosto.

Juan José Ávila presidió la junta directiva de la LVBP desde 2017 | Foto: AVS Photo Report

En tanto, la dimisión de Ávila es el capítulo más reciente de tal encrucijada. A continuación, tres aspectos que evidencian por qué la LVBP atraviesa una delicada situación:

1 — Reducción del calendario

La crisis que atraviesa Venezuela no solo se refleja en el ámbito económico, político y social, sino también en el deportivo. Es por esto que, después de celebrarse la Convención Anual de la LVBP, se determinó que la contienda daría inicio el 5 de noviembre y no en octubre, como era costumbre año tras año.

Los representantes de los ocho equipos que conforman la liga aprobaron la reducción del calendario, de 63 a 42 encuentros en el torneo regular, con el propósito de aligerar costos administrativos y “ofrecer un espectáculo de calidad”.

“Debemos hacer todo lo posible para seguir cumpliendo nuestra razón de ser. Sabemos que existen dificultades y situaciones complejas en todo el país, por eso consideramos que seguir ofreciendo el campeonato a la afición es una necesidad, porque así contribuimos con la sana recreación de la gente”, anunció Ávila en aquel momento.

En la convención, efectuada del 4 al 6 de julio en Caracas, también se determinó que todos los encuentros que se disputen de lunes a viernes empezarán a las 6:00 pm y que la cuota de importados en el roster activo de cada divisa se reducirá de siete a seis, a comparación de la zafra anterior.

Para esta campaña se mantendrá el formato anterior en la postemporada | Foto: AVS Photo Report

2 — Presiones gubernamentales

Luego de conocerse los cambios previstos para la nueva temporada, hubo presiones del oficialismo en cuanto a la organización del calendario, principalmente porque la empresa estatal Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa) es el principal patrocinante de la LVBP.

En la primera campaña en la que hubo patrocinio del gobierno, la 2017–2018, Pdvsa desembolsó 9.900.000 dólares para cubrir los contratos de peloteros y directivos, así como el material deportivo destinado al desarrollo de la liga.

En la zafra pasada, la compañía estatal aportó 12.000.000 de dólares, sin incluir la cantidad de divisas que aprobó para la organización de la Serie del Caribe 2019, que se disputaría en Barquisimeto, pero que mudó su sede a Panamá por la misma situación de la nación.

“El Estado garantiza el patrocinio completo a la LVBP. Se va a arreglar todo lo que se tenga que arreglar para que, como todos los años, la liga inicie en el mes de octubre”, declaró Pedro Infante, ministro de Juventud y Deportes, el 11 de julio al programa Se Habla Deporte, transmitido por Meridiano TV.

Es por esto que, a pesar de la decisión que se tomó en la Convención Anual, se cambió la fecha de inicio para la temporada. Luego de una reunión entre Infante, los representantes de las ocho novenas y Ávila, se pactó que el 18 de octubre sería, en definitiva, el día inaugural del torneo, con 49 juegos por equipo.

Juan José Ávila junto con Pedro Infante en la sede del Instituto Nacional de Deportes | Foto: @infantea

3 — Veto de la MLB a la LVBP

Cuando parecía que los obstáculos habían sido superados, el beisbol nacional recibió un nuevo golpe. A finales de agosto, la Major League Baseball (MLB) cortó relaciones con la LVBP para acatar las sanciones financieras impuestas por el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump contra el oficialismo.

“La MLB ha estado en contacto con importantes agencias gubernamentales en relación con la Orden Ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump sobre Venezuela y se adherirá por completo a las políticas de nuestro gobierno. Con respecto a la LVBP, suspenderá toda relación con ella hasta que reciba la notificación de las agencias correspondientes sobre si la participación de nuestros jugadores afiliados en esa liga es consistente con la Orden Ejecutiva”, se lee en el comunicado que envió las Grandes Ligas a las oficinas de la liga invernal.

Esto quiere decir que los peloteros que forman parte de Las Mayores y clubes afiliados en Las Menores tienen prohibido hacer vida en la pelota criolla, sin importar su nacionalidad, por lo que los equipos del país tendrían que armar una plantilla de al menos 25 jugadores que sean agentes libres o tengan firmas con organizaciones independientes.

“Todos los equipos de la LVBP queremos que haya beisbol en Venezuela, con el mismo profesionalismo deportivo y la misma calidad de servicio que hemos tenido en las últimas décadas. Desde que se conoció el comunicado de MLB, estamos trabajando activamente por varios medios para que la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) se pronuncie favorablemente y Venezuela vuelva a ser afiliada al WLA (Acuerdo Invernal), de tal manera que podamos tener un campeonato sin contratiempos”, comunicó la liga.

Participar en una liga independiente supondría otro dolor de cabeza para los atletas venezolanos. El periodista Marcos Grunfeld explicó para El Diario que es posible que algunos peloteros se nieguen a jugar en Venezuela por miedo a que su visa sea revocada.

La LVBP no contará con peloteros que pertenezcan al sistema de Grandes Ligas y sus filiales | Foto: ESPN

Además, la medida no solo afecta a los peloteros que pertenecen al sistema de Grandes Ligas y sus filiales, sino también a los técnicos. El periodista Efraín Zavarce adelantó en sus redes sociales que Lipso Nava y José Alguacil, respectivamente manager y coach de banca de los Navegantes del Magallanes, se abstendrán a participar en esta zafra hasta “nuevo aviso”.

Con esta nueva traba, en el peor escenario que se podría imaginar, el veredicto final de la OFAC podría originar la expulsión de Venezuela de la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe (CBPC) y le abriría las puertas a un beisbol amateur.

Aunque Juan Francisco Puello, presidente de la CBPC, aclaró que buscaría “proteger” a la LVBP. “Desde la Confederación seguimos trabajando para ver las posibilidades de que se celebre en Venezuela la próxima temporada invernal. Estamos analizando diversos escenarios, pero no podemos adelantar nada y tenemos que por delante hay una prohibición de la MLB”, indicó mediante una comunicación.

Cuando falta un mes para el inicio de la temporada se corre el riesgo de que en octubre no inicie la temporada o que el torneo se dispute con peloteros amateur. Ahora la pizarra está “en 3 y 2” y se espera una jugada que salve la partida en el último suspiro.

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