• Los insultos dirigidos por los dirigentes del chavismo durante años contra sus contrincantes políticos tienen un talante homofóbico, porque usan palabras como “homosexual” para demeritar a sus contrarios

El discurso del régimen de Nicolás Maduro y sus aliados está plagado de improperios e insultos de naturaleza homofóbica contra sus opositores políticos. El ejemplo más reciente, que se ha hecho viral a través de las redes sociales, fue la respuesta de Felipe Mujica, dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS), a Gustavo Tovar, activista de los Derechos Humanos en Venezuela. En dicha discusión, ocurrida en el programa La Noche de la cadena televisiva NTN24, Mujica llama “homosexual” a Tovar en varias ocasiones a manera de insulto.

Mujica es uno de los participantes del nuevo diálogo realizado entre una facción minoritaria de la oposición — que no pertenece a la alianza opositora comandada por el presidente encargado, Juan Guaidó — y los dirigentes del régimen, luego de que el también jefe de la Asamblea Nacional (AN) diera por concluido el proceso de diálogo realizado en Barbados.

El documento firmado por Claudio Fermín (del partido Soluciones para Venezuela), Timoteo Zambrano (de Cambiemos) y Luis Romero (de Avanzada Progresista) plantea el retorno de los diputados maduristas a la AN y la conformación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), elegido por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), para llevar a cabo nuevas elecciones. Sin embargo, de acuerdo con Tovar, este documento significa un desequilibrio en el proceso realizado por la AN para volver al Estado de derecho, y es una “traición” a lo alcanzado en el transcurso del último año.

Ante los argumentos presentados por Tovar en el programa de NTN24, Mujica, quien dice ser opositor mientras firmó un pacto con el régimen, solo tuvo una respuesta, de talante ofensivo: “tú eres un homosexual, tú eres un homosexual, tú eres un homosexual, tú eres un homosexual, tú eres un homosexual”.

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“La manifestación de Mujica es un ejemplo de esta falta de política pública y del compromiso del Estado en contra de esta lucha (la homofobia)”, afirma Tamara Adrián, la primera diputada transgénero en América Latina, en entrevista para El Diario.

Sin embargo, para muchos grupos sociales ligados a partidos de izquierda en el resto del mundo y que tienen un conocimiento pedestre del funcionamiento del régimen, el chavismo representa un bastión para las luchas sociales.

Por otro lado, para Tamara Adrián, activista por los derechos del movimiento LGTBI e integrante del partido político Voluntad Popular (VP) la lectura que tienen estos activistas internacionales sobre la realidad venezolana está sesgada por el discurso ideológico.

“Dicho entendimiento pasa por el silogismo siguiente: todos los partidos de izquierda son abiertos con el tema LGTBI. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es un partido de izquierda; ergo, PSUV protege a la comunidad LGTBI, lo que es totalmente falso. Pero la simplificación del tema hace que el discurso y la propaganda funcionen muy bien”, explica Adrián.

Casos de homofobia del chavismo

En los discursos políticos o intervenciones de los dirigentes chavistas existe como característica el uso reiterado de adjetivos que combate el movimiento LGTBI, como “pato”, “maricón” o “mariposón”. El régimen aboga por la violencia discursiva para demeritar a sus contrarios, y entre todas las estrategias utilizadas está el matiz del insulto sexual.

En el año 2012, Nicolás Maduro fungía como canciller del país, y durante uno de sus discursos tildó a los opositores de “sifrinitos, mariconsones y fascistas”.

Otro de los personajes del PSUV que repetidamente emplea un vocabulario ofensivo es Iris Varela, quien ha escrito en su cuenta de Twitter comentarios homofóbicos contra la figura de los opositor Henrique Capriles y el presidente encargado, Juan Guaidó, en varias ocasiones.

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En el año 2013, en medio de las elecciones presidenciales entre Henrique Capriles y Nicolás Maduro, luego de la muerte de Hugo Chávez, la dirigente chavista insultó al candidato opositor llamándolo “pato” (en el habla venezolana este término representa un insulto ligado a la homosexualidad).

En abril de este año, Varela volvió a utilizar su cuenta de Twitter para insultar a Guaidó, llamándolo “gaydog”, y publicando la foto de un soldado norteamericano besando a otro hombre. .

De acuerdo con Tamara Adrián, los discursos homofóbicos, al igual que el racismo o la xenofobia, se caracterizan por la identificación de un colectivo minoritario para categorizarlo como “inferior”.

“La diferencia radica en lo siguiente: al igual que otros discursos de intolerancia, es deber del Estado establecer los correctivos educativos y legales para el cambio del imaginario colectivo. El resto de los países de Latinoamérica, excepto Venezuela y algunas naciones de Centroamérica, han dado pasos agigantados para atacar por medio de la educación y las leyes este tipo de casos”, explica la diputada a la Asamblea Nacional (AN).

Para Teun van Dijk, estudioso del análisis del discurso en el ámbito social, el proceso semántico del lenguaje puede denotar la naturaleza de un discurso. Por ejemplo, en su significado principal, la palabra “homosexual” no tiene ningún matiz de insulto; pero el uso dado a la palabra por los dirigentes chavistas está intervenido por un proceso de discriminación.

Para Amalio Belmonte, sociólogo de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en el país no existe un castigo físico — a diferencia de otras naciones — , pero sí existe “algún nivel de censura, algún nivel de exclusión (del homosexual)”.

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“No diremos que Venezuela es una sociedad intolerante, pero la homosexualidad sigue siendo parte de las cosas que aún no se procesan con un alto grado de aceptación. Por ende, se sigue utilizando la palabra ‘homosexual’ para descalificar, así como se utilizan otros calificativos referidos a un aspecto físico o al padecimiento de una enfermedad”, refiere Belmonte para El Diario.

Otro caso muy recordado es el de Pedro Carreño, actual miembro de la asamblea nacional constituyente. En el año 2013, cuando era diputado de la Asamblea Nacional, insultó a Henrique Capriles y lo llamó “maricón”. Además, agregó en aquella oportunidad que “es problema de ellos lo que hagan con su culo”.

Ese mismo año, en un discurso de su campaña presidencial, Nicolás Maduro llamó a su esposa, Cilia Flores, y dijo: “Yo sí tengo mujer, ¿oyeron? Me gustan las mujeres y aquí la tengo”. En el discurso de Maduro, la mujer representa un trofeo alcanzado, que le sirve para contrastar con su rival, Henrique Capriles, y las “denuncias” que pregonaba el chavismo sobre su sexualidad.

La realidad del movimiento LGBTI en Venezuela

Según el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), Venezuela es el cuarto país de Latinoamérica con el mayor índice de asesinatos de personas LGBTI, sumando 109 asesinados por casos relacionados con discriminación y odio a los integrantes de este movimiento social.

Foto: Correo del Orinoco

De acuerdo con este mismo informe, los efectivos policiales incurren en 50% de las agresiones contra las personas homosexuales. Pero los afectados no denuncian dichos crímenes por miedo a represalias.

Ante este panorama, Alberto Nieves, coordinador general de la ONG Acción Ciudadana Contra el Sida, afirmó que la incidencia de los casos de odio y discriminación contra las personas LGBTI encuentran en el discurso político un detonante, al utilizar los enunciados que se refieren a las personas homosexuales como insultos descalificativos para sus rivales.

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Foto: NTN24

Una opinión generalizada, tanto de la oposición política como del chavismo, es que no es necesario discutir este tipo de temas porque el país tiene problemas mucho más urgentes, pero de acuerdo con Tamara Adrián esa “es la excusa de los fundamentalistas para no dar derechos, para que las cosas no cambien. Es una excusa banal, sin ningún tipo de sustrato, pero siempre la habrá y siempre se dirá”.

Por esta razón los derechos del colectivo LGTBI están cada día más sesgados y disminuidos, y en los aposentos de la Asamblea Nacional se ha dejado de lado la propuesta del matrimonio igualitario.

“Pero para las personas a quienes se les muere su pareja y se quedan en la calle, o para las personas que no pueden optar por una bolsa CLAP, porque no son consideradas como pareja, este es su asunto más importante y no existe jerarquización en las luchas”, precisa Adrián.

La política discursiva del chavismo ha alimentado la discriminación hacia las personas LGBTI, porque asumen que ser homosexual es un insulto y una anormalidad. Además, la consideración de la lucha por los derechos de género como un “problema menor” reduce la gravedad de estos insultos. Pero este discurso en una sociedad como la venezolana, que sufre 57 asesinatos por cada 100 mil habitantes, puede escalar su posición peyorativa y convertirse en un detonante de la agresión física contra las personas homosexuales.

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