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- Sebastián Llovera, Génesis Alayón y Renzo Rivera fueron los ganadores de la nueva edición del concurso, donde a través de la curaduría expuesta por Humberto Valdivieso, ofrecieron una nueva experiencia artística en Venezuela
“El arte como la vida no es un objeto, sino un proceso”, fue la frase del compositor y artista John Cage tomada por Humberto Valdivieso, profesor e investigador del Centro de Investigación y Formación Humanística de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), para explicar el objetivo principal de la exposición “Nómadas: habitar un mundo que se transforma” en la vigésimo segunda edición del Salón Jóvenes con FIA 2019 (Feria Iberoamericana de Arte).
El proceso artístico, como la vida, ha tenido un cambio de estado en su entendimiento y la percepción artesanal de la forma se deconstruyó hasta reunir una pila de escombros, donde el concepto que precede a la obra es el que genera todos los puntos de reflexión y encuentro. El concepto unificador de la exposición celebrada en el Centro Cultural Padre Guillermo Plaza de la UCAB fue el nomadismo, la concepción de la habitabilidad de un mundo en constante cambio.
El concurso auspiciado por Suelopetrol y D’Museo, donde participaron 21 artistas jóvenes, tuvo como ganadores a Sebastián Llovera (27), por su obra Para Dispositivos no Lineales; Genesis Alayón (24), por Patrones de Recorrido y a Renzo Rivera (27), con Quit fit, Necesario fit.
Eva Agüero por su obra Polímeros en Estivación; Rafael Arteaga por Demotropismo; Jesús Briceño Reyes por Nomad foot-age; Gala Garrido por Apuntes Sobre el Hastío; Eric Mejicano por El fracaso es Huérfano y Mara Perico por su obra El Cuerpo Aflora, recibieron menciones honoríficas.
En palabras del jurado, conformado por Johana Pérez Daza, Lorena Rojas Parma y Dianora Pérez, Llovera se llevó el primer lugar por “haber cumplido con las exigencias de un proyecto de corte procesual y sus implicaciones desde lo creativo, por la coherencia conceptual en relación con el tema nómada en el contexto del arte contemporáneo y por la posibilidad de sugerir líneas de investigación”.
Sebastián Llovera indicó en entrevista para El Diario que durante su práctica artística se ha interesado por abordar el concepto de la impermanencia de los fenómenos materiales y mentales. “En mi trabajo Dispositivos para trayectorias no lineales hago uso del concepto de estructuras disipativas, acuñado por el físico-químico Ilya Prigogine; las cuales se describen como sistemas estables alejados del equilibrio”, detalló.
Aseguró que la preocupación que se genera en su obra se vincula intrínsecamente con el proceso curatorial propuesto por el jurado y por Valdivieso. “Invierto el sentido original de estos mapas para proponer unas trayectorias no lineales, indeterminadas y en sintonía con un mundo que se transforma continuamente, abriendo portales espacio-temporales mediante códigos QR que llevan a archivos sonoros en la nube y haciendo uso de la tecnología de la realidad aumentada”, agrega Llovera.
Otra visión
Génesis Alayón, estudiante de la Universidad de los Andes (ULA), obtuvo el segundo lugar e indicó para El Diario de Caracas que su trabajo gira en torno a temas sociales.
“Me interesa la forma en la que una sociedad como la nuestra responde a problemas de movilidad, por ejemplo. A través de la pintura plasmo situaciones que refieren a la cotidianidad, a cómo nos enfrentamos con los problemas de la vida diaria y a mi relación con los demás”.
Sobre el proceso de montaje y conceptualización de su obra, Alayón señaló que en Patrones de Recorrido hizo una revisión de sus movimientos en un lugar específico. “Los estudié y encontré una serie de patrones (dibujos) que convertí en 10 banderines pintados y recortados. En este caso me interesaba que estos recorridos se superpusieran y así poder verlos como una acumulación de experiencias personales. Acompañé los banderines con un par de pinturas que son capturas de pantalla de dos videos, registro de cómo me muevo diariamente”, agregó.
La curaduría expuesta por Humberto Valdivieso y la museografía por Agustín Villasana armaron un proceso artístico que, además de la conceptualización del movimiento continuo, genera una participación del espectador con las obras expuestas. Para Gilles Deleuze y Félix Guattari, dos exponentes primordiales en la teoría cultural de los años 70, el concepto de cartografía representa la estructuración de una serie de líneas subjetivas que se unifican a través de un roce constante, más no es un mapa que delinea de forma concreta el proceso de reflexión.
Para Génesis Alayón “el mundo al que pertenecemos vive en desplazamiento permanente ya sea virtual o tangible, creando movimientos que se sobreponen y generan nuevas redes de visibilización del nomadismo. La problemática del desplazamiento es global y nos atañe a todos, por eso en mi trabajo lo que hice fue localizar el nomadismo a través de mi experiencia personal”.
Además, existe otro concepto expuesto por los mismos autores, que es importante para determinar la naturaleza y el alcance de la curaduría de Valdivieso. La figura del nómada que identifica un proceso universal, a partir de los intercambios de las redes de comunicación, de la vida simulada que tiene cambios entre lo real y lo artificial, entre lo público y lo privado.
Por esta razón, Deleuze y Guattari exponen que “la vida del nómada es intermezzo. Incluso los elementos de su hábitat están concebidos en función del trayecto que constantemente los moviliza (…). El nómada solo va de un punto a otro como consecuencia y necesidad de hecho: en principio los puntos para él son etapas de un trayecto”. Esto permite que los ejes temáticos de la exposición sean azarosos para irrumpir en la relación canónica entre la obra y el espectador.
“La idea es evitar la contemplación. El arte no estará definido por formatos, géneros o productos sino por los procesos creativos asociados a la vida contemporánea en el contexto global. En alianza con el museógrafo, el trabajo curatorial buscará privilegiar lo instalativo (en tanto experiencia) y a exponer el proceso hasta donde sea posible”, agrega Valdivieso.
La universidad como espacio artístico
El proyecto de la FIA, un espacio determinante para la difusión de la perspectiva artística en Venezuela, comenzó en 1992 y en 1998 incluyó entre sus proyectos el Salón Jóvenes con FIA. Luego de 24 ediciones ininterrumpidas, en el año 2015 la Feria Iberoamericana de Arte tuvo que ser cancelada por el cierre de la frontera entre Colombia y Venezuela, ya que la mayoría de las obras llegaban a territorio venezolano por dicho traspaso fronterizo.
El avance indiscriminado de la inseguridad y la dificultad para encontrar los utensilios necesarios para el aparataje de la exposición se sumaron a las características que truncaron uno de los eventos artísticos más importantes en el ámbito artístico del país.
Luego de ese año de oscuridad, donde la exposición tuvo que mantenerse resguardada, las ediciones 19 y 20 se realizaron en el Museo de Arte Contemporáneo de Maracaibo; la edición 21 en Galería Braulio Salazar de la Universidad de Carabobo, en Valencia, y este año retornó a Caracas para exponerse en la Sala Magis de Arte Contemporáneo de la UCAB..
“Hemos logrado algo muy importante: avanzar hacia una universidad de las artes. Hoy podemos decir con orgullo que el Centro Cultural Carlos Guillermo Plaza, pues, es una suerte de universidad de las artes en Venezuela donde se dan cita artistas, donde pensamos el arte”, exclamó Francisco José Virtuoso, rector de la Universidad Católica Andrés Bello, en su discurso de bienvenida.
La universidad como institución, que reúne el pensamiento crítico del presente y del futuro para analizar a través de las representaciones estéticas la relación humana, es un bastión irremplazable para el movimiento artístico. En los últimos dos años la FIA se ha adueñado de los espacios universitarios, tanto en Carabobo como en Caracas, para presentar su proyecto anual.
Además, la conformación de un concepto como el “nomadismo” es una apertura para los jóvenes ante una problemática universal y no reducida a la crisis momentánea que sufre el país.
Humberto Valdivieso, días antes a la premiación, expuso: “Yo insistí mucho en tratar de evitar el tema político y social directamente. Se ha trabajado en salones anteriores la crisis del país. Pensé en probar cómo los artistas jóvenes venezolanos pueden entrar en diálogo con los artistas jóvenes internacionales sobre la visión de lo que es el ser humano en el mundo de hoy”.
Pero en palabras de Sebastián Llovera, la visión del ser humano en el mundo de hoy en día, como plantea Valdivieso, no está separada de forma tajante de la realidad venezolana. “Me parece pertinente la reflexión en torno a estos temas de carácter ‘universal’ en el sentido de que podrían sugerir nuevas formas de abordaje del espacio, del cual nuestro contexto inmediato no sé halla excluido, es decir, a mayor comprensión de las dinámicas que nos transforman. mayor capacidad de afrontar la realidad que nos rodea. Los problemas particulares de nuestro país no se encuentran divorciados de dichos conceptos. Mucho menos en un mundo que se encuentra interconectado en todas sus partes”, dijo.
La Feria Iberoamericana de Arte estará disponible para el público hasta mediados del mes de noviembre. El 10 y 11 de octubre se realizará una discusión de corte filosófico que lleva el mismo nombre y el mismo concepto que la exposición, — nómadas: habitar un mundo que se transforma — , en la Fundación Telefónica. Este seminario contará con la presencia de importantes filósofos y artistas venezolanos e internacionales como Francesca Ferrando (Italia) y Víctor Krebs (Perú).
Esclarecer una problemática como la realidad en movimiento, que no se detiene y que dificulta el proceso de habitabilidad del individuo, entendido como una serie de símbolos estáticos, permite a la juventud venezolana ampliar el rango de su pensamiento que, en los últimos años, ha estado reducido al contexto político que tanto lo golpea diariamente.
Valdivieso refirió que la finalidad de esta edición de Salón de Jóvenes con FIA pretende establecer una apertura para la juventud venezolana en su proceso crítico.
Los ganadores del concurso coincidieron en la importancia que posee la relación entre el arte, la conceptualización, el proceso crítico y la población estudiantil. Para Sebastián Llovera “esto posibilita el intercambio de ideas con los estudiantes y profesionales de distintas áreas”. Génesis Alayón reconoce la importancia de eventos que promueven el arte y la cultura, y que “estén en contacto con la vida estudiantil en un Centro Cultural que además es reconocido por impulsar la innovación, el aprendizaje y la investigación académica”.
El arte es una expresión humana, con un formato conceptual que amplía el entendimiento del individuo con su realidad inmediata y su pasado; su difusión en Venezuela y, sobre todo, su inclusión en la universidad como elemento intrínseco de la enseñanza de las próximas generaciones, podrían ser las pinceladas que plasmen un futuro mejor.
