- La llegada de Juan Guaidó a Bogotá, su recibimiento con honores presidenciales por parte de Iván Duque y su posterior encuentro con Mike Pompeo demuestran la «legitimación y fortalecimiento» de su figura como mandatario interino, de acuerdo con el internacionalista Carlos Luna en entrevista para El Diario
La III Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha Contra el Terrorismo, que inició el 20 de enero, sirvió de escenario para que Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, reafirmara su liderazgo en el ámbito internacional.
El máximo representante de la Asamblea Nacional (AN) llegó a Bogotá el domingo y allí sostuvo reuniones con el presidente de Colombia, Iván Duque, y el Secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo. Ambos líderes políticos le expresaron su respaldo a la causa democrática.
Para el especialista, Venezuela fue clave en la conferencia porque, a pesar de que no forma parte del organismo, es una nación en la que se disputan dos ideologías: “Las del hemisferio occidental de las naciones libres” en las que sitúa a Guaidó y en las que se encuentran las del discurso “antimperialista” donde está Nicolás Maduro.
De hecho, mientras el encuentro internacional se desarrollaba en la capital neogranadina, Jorge Arreaza, canciller designado por Maduro, llegó a Irán para reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores, Javad Zarif. Este martes también tuvo un encuentro con Hasán Rouhaní, presidente de ese país. El dirigente chavista aseguró que Venezuela e Irán seguirán fortaleciendo sus relaciones políticas y diplomáticas.
Canciller Jorge Arreaza: "La República Islámica de Irán tiene que defender su soberanía, su derecho a la paz en la región, tiene que seguir evitando que el terrorismo llegue a la región". #PatrimonioIndígenaYSoberano pic.twitter.com/VHwhId35uZ
— Cancillería Venezuela 🇻🇪 (@CancilleriaVE) January 21, 2020
La visita de Guaidó a Colombia y la de Arreaza al país islámico, explica el internacionalista, ocurren en un momento en el que la tensión internacional es muy alta por el conflicto entre Estados Unidos e Irán, que se ha recrudecido en el transcurso de este mes.
Otra factor que hizo destacar a Venezuela en la III Conferencia Hemisférica de Lucha Contra el Terrorismo fue la serie de acusaciones sobre la presencia de grupos terroristas y guerrilleros en territorio venezolano bajo el consentimiento de Nicolás Maduro.
En las reuniones de la conferencia se habló específicamente de ciertas amenazas internas de la región como el autodenominado Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Sin embargo, también se hizo referencia puntual a Hezbollah, un grupo chiita libanés que podría tener presencia en el continente desde hace años.
Luna sugirió la posibilidad de que estas acusaciones y lo que no se dijo abiertamente en el encuentro, puedan ser argumentos para elevar la presión internacional hacia Maduro y su gabinete.
Los pasos a seguir para este aumento de presión serían invocar los artículos 6 y 8 del Tratado Internacional de Asistencia Recíproca (TIAR) y posteriormente llegar este planteamiento al Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, debido a que es el único organismo que trata estos temas de seguridad internacional.
La referida resolución constituye el criterio principal con el que se evalúan el respeto de las obligaciones y la cooperación de los Estados contra el terrorismo. Además, ese mismo reglamento permitió crear el Comité Contra el Terrorismo, el cual se encarga de fomentar la cooperación internacional y facilitar asistencia técnica en materia de antiterrorismo a las naciones.
Con el propósito de fortalecer cooperación internacional en el marco de Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de ONU, el Gobierno de Colombia adoptó listado de organizaciones terroristas, atendiendo además Programa de Asociación y Cooperación con OTAN #LuchaContraElTerrorismo
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) January 20, 2020
El papel que jugó Venezuela durante esta cumbre, a pesar de ser solo un invitado, fue determinante, porque engloba intereses políticos de dos corrientes muy distintas y asuntos de seguridad internacional. Se prevé que la otrora nación petrolera siga presente en las conversaciones regionales sobre lucha contra el terrorismo.