• Quedarse en casa no es opción para las personas que trabajan en establecimientos de primera necesidad. A pesar del miedo de contraer la enfermedad, tener su ingreso completo les da un respiro para cubrir los gastos

Desde hace más de tres semanas, en Chile gran parte de los comercios y compañías se encuentra cerrados luego del aumento de casos por coronavirus de Wuhan en el país suramericano. Algunos ciudadanos cumplen sus labores con el método de teletrabajo, pero la mayor parte de la población no puede optar por el trabajo a distancia.

Muchos se mantienen en sus casas con la zozobra de si podrán seguir recibiendo su sueldo y otros salen a las calles “rezando” no contraer el virus mientras van camino a sus empleos.

Desde el pasado 26 de marzo el ministro de Salud en Chile, Jaime Mañalich, decretó una cuarentena total de 7 comunas (municipios) de la ciudad de Santiago que han reportado mayor número de contagiados por Covid-19.

A raíz del anuncio surgieron dudas de cómo salir a los trabajos, que por ser de primera necesidad, se mantienen abiertos. Por lo tanto el gobierno de Sebastián Piñera indicó que estas personas que deban asistir a sus empleos tienen que solicitar un salvoconducto, que se tramita en la comisaría virtual de carabineros, cuerpo policial de Chile.

La otra cara de la cuarentena en Chile: trabajar para sobrevivir
Foto cortesía

Horwil Pirela, venezolano de 28 años de edad, contó para El Diario que pertenece al grupo de ciudadanos que a pesar de la cuarentena, se enfrenta a las posibilidades de resultar contagiado por el Covid-19 para poder ir a su lugar de trabajo.

Su jefe fue el encargado de solicitarle a Pirela y demás compañeros el trámite de salvoconducto y así poder desplazarse en las comunas en cuarentena.

Pirela tiene un año y dos meses en Chile, y desde hace ocho meses trabaja como reponedor (encargado de colocar la mercancía) y cajero en un minimarket ubicado en la comuna de Providencia, donde venden alimentos congelados.

Relató que no se ven casi personas en las calles, pero tampoco policías para hacer cumplir la cuarentena. Contó que el lugar en donde trabaja es un espacio muy reducido; sin embargo, ingresan hasta más de 25 personas al mismo tiempo para comprar, cuando la mayor cantidad debería ser 10.

“Aquí no le paran a uno, además te miran feo y la llevo de perder”, dijo Pirela.

Aseguró no estar de acuerdo con las medidas adoptadas por el Estado chileno por considerar que no están al margen de la gravedad de la situación.

No están al margen y esto será peor cada día. Solo le ruego a Dios que no siga avanzando (el virus) y el sistema de salud del país no colapse. Trabajo en un lugar donde vienen muchas personas y tengo un niño pequeño y esta es la zona con más contagiados”, comentó.

Un caso muy similar es el de Juan Carlos Madrid, de 27 años de edad, también venezolano, quien trabaja en una planta encargada de la distribución de alimentos y artículos de primera necesidad.

Su empleador le entregó el salvoconducto a él y sus demás compañeros para que se pudieran trasladarse a la compañía.

“En una reunión nos dijeron que quien quisiera cumplir una cuarentena voluntaria no se iba a despedir, pero se suspendería el contrato y por ende no se le pagaría el sueldo”, relató.

Contó para El Diario que vive solo con su pareja, quien dejó de trabajar el pasado 17 de marzo cuando los centros comerciales debieron cerrar sus puertas por órdenes del gobierno de Piñera. Por esta razón, Madrid ahora asumió con todos los gastos de alquiler, servicios y alimentos. “Quedo en cero”, exclamó.

Covid-19 en Chile

5.546

personas contagiadas

1.115

pacientes recuperados

48

personas fallecidas

Los repartidores de aplicaciones (Rappi, Uber Eats y Pedidos Ya) también protagonizan la lucha de mantenerse trabajando y poder llevar el sustento a sus hogares.

El joven venezolano José Manuel García tiene más de un año trabajando como repartidor para la compañía Pedidos Ya en Chile, y contó para El Diario cómo es su día a día en medio del confinamiento obligatorio en la ciudad de Santiago.

“Para protegerme lo hago por mis propios medios. Uso guantes, tapaboca y siempre cargo antibacterial. Después de tres semanas es que nos dieron (la empresa) los insumos de protección”, apuntó García.

La otra cara de la cuarentena en Chile: trabajar para sobrevivir
Foto cortesía

Aseguró que a raíz del brote de Coronavirus en el país sureño han disminuido considerablemente los pedidos por la aplicación, como consecuencia de la gran cantidad de comercios cerrados.

“Trabajo de 9:00 am a 9:00 pm. 12 horas en una moto (…). Pero tengo que hacerlo porque aquí hay que seguir pagando”, señaló.

Además, expresó que a diferencia de otros meses, ahora el dinero le rinde menos debido a nuevos reglamentos de la compañía. “Ahora trabajamos más y ganamos menos”, puntualizó.

García vive con su esposa, quien se encuentra de reposo porque pronto dará a luz. También tiene una hija con su ex pareja, a quien semanalmente le da dinero para cubrir sus gastos.

Cambios en la cuarentena

El pasado 2 de abril la comuna de Independencia fue descartada del decreto, por lo que solo seis municipios  (Vitacura, Las Condes, Providencia, Santiago, Lo Barnechea y Ñuñoa) siguen en aislamiento preventivo hasta el jueves 9 de abril. Ese día se levantará la cuarentena en tres municipios y la mitad del sur de Ñuñoa. Para el resto, el confinamiento se extenderá hasta el 13 de abril.

Otras  comunas que se mantienen en cuarentena son Padre Las Casas y 

Temuco, de la región La Araucanía;  entorno urbano de Nueva Imperial, ubicada en la provincia de Cautín; y Puente Arena, ubicada al extremo sur del país.

A partir de este 8 de abril el gobierno chileno decretó, además, el uso obligatorio de tapabocas en todos los transportes públicos del país, para evitar el incremento de contagios.

Para evitar los despidos de trabajadores, el Estado anunció la nueva ley de “Protección al Empleo”, que beneficiará a todos los trabajadores que se encuentren con contrato.

La ley establece que el empleador podrá suspender los contratos de trabajo hasta que finalice la crisis de salud. Sin embargo, a través del Seguro de Cesantía el Estado subsidiará los salarios. El primer pago será del 70% del sueldo base de cada trabajador y luego este porcentaje irá disminuyendo. 

A este beneficio solo lo podrán aspirar quienes estén inscritos al Seguro de Cesantía-Al que optan las personas que quedan sin empleo en Chile para obtener un subsidio. Deben tener tres cotizaciones continuas con el mismo empleador o en su defecto, seis cotizaciones en los últimos 6 meses, siempre y cuando, dos de estos pagos pertenezcan al trabajo actual.

La otra cara de la cuarentena en Chile: trabajar para sobrevivir
Foto cortesía

Mientras tanto los servicios de deliverys se mantienen activos, los perrocalenteros siguen en las calles, el trabajo ambulante no se ha frenado. Se desconoce cuál será la fecha final de la cuarentena y los resultados económicos que esta pandemia dejará en el mundo. Pero, pese a ello, los ciudadanos que no deben salir, se mantienen resguardados en sus hogares, mientras los que deben seguir a diario en las calles extreman las medidas para evitar el contagio.

Noticias relacionadas