• La política de “precios acordados” había sido dejada de lado por parte del régimen desde el año 2019, pero fue puesta en práctica nuevamente a finales de abril de este año

La cuarentena, y en consecuencia la caída de la actividad económica, no ha sido obstáculo para que los altos niveles de inflación que sufre el país continúen causando estragos en los bolsillos de los venezolanos y afectando su capacidad para adquirir los alimentos de la Canasta Alimentaria.

Canasta Alimentaria. Está compuesta por cereales, carnes, leche, quesos huevos, grasas, aceites, frutas, hortalizas, raíces, tubérculos, semillas oleaginosas y leguminosas, azucar, productos alimenticios y bebidas no alcohólicas.

Una muestra de la situación que atraviesa la economía nacional es el repunte de la inflación durante el mes de abril, cuando se ubicó en 80% respecto al mes anterior, de acuerdo con la últimas cifras publicadas por la Asamblea Nacional (AN).

Según la información dada a conocer por el Parlamento, la tasa de inflación del último mes solo fue superada por la registrada durante enero del año 2019 cuando se ubicó en 191,6%. La cifra también representa un recrudecimiento del aumento de precios, luego de que estos se mantuviese a la baja durante febrero y marzo de este año, lapso en que los que situaron en 22,4% y 21,2% respectivamente.

Estos índices inflacionarios se han traducido en que se triplique el precio de los alimentos desde la entrada en vigor de la cuarentena el pasado 16 de marzo con motivo de la pandemia de Covid-19.

En este contexto hiperinflacionario, el pasado 27 de abril el régimen de Nicolás Maduro decidió regresar a la política de control de precios —que había sido dejada de lado durante 2019— con la divulgación de una lista de “precios acordados” que incluye 27 rubros alimenticios. Esta medida no es una solución nueva, pues en el año 2018 el Ejecutivo decidió congelar durante meses el precio de 25 productos de la Canasta Alimentaria. 

Entre los bienes esenciales que fueron objeto de regulación destacan  la carne de res y de cerdo, el pollo, la harina de maíz precocida, el azúcar, los huevos, la leche y la pasta. 

Sin embargo, la nueva lista divulgada por el régimen presentó una diferencia fundamental con respecto a las publicadas en el pasado por el Ejecutivo, pues no solo reflejaba el precio de los productos en bolívares, sino que adicionalmente hacía lo propio en petros, la criptomoneda del régimen.

El valor del total de los productos que componían esta lista era de Bs 5.828.055,63 lo que representaba para el momento 34,24 dólares a la tasa de cambio oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) al 25 de abril.

Un venezolano promedio, cuyo ingreso sea igual al sueldo mínimo vigente de Bs 800.000, tendría que destinar los ingresos de ocho meses para poder adquirir los 27 productos regulados por el Ejecutivo nacional.

Otra diferencia que presentó dicha lista de precios con respecto a los acordados en anteriores oportunidades (cuya vigencia se mantuvo durante meses sin que se realizara ninguna revisión e incremento) esta tan solo tuvo una duración de nueve días, pues el 6 de mayo se divulgó una nueva.

El ajuste en los precios de los productos presentes en la nueva lista —que incorpora el aceite de soya— tiene un costo de Bs 8.326.906,37, equivalentes a 49,28 dólares, de acuerdo con la tasa de cambio oficial del BCV del 6 de mayo. El aumento del precio de los rubros respecto a la anterior lista es igual a 14,79 dólares.

Pese a la publicación de los “precios acordados” y la fiscalización realizada por funcionarios de la Superintendencia Nacional para la Defensa para los Derechos Socioeconómicos (Sundde), dichos montos no están siendo respetados por diversos comercios de Caracas, tal y como lo pudo constatar El Diario en un recorrido realizado por múltiples establecimientos dedicados a la venta de alimentos.

Un ejemplo de productos que están siendo expendidos a precios por encima de lo permitido es el café cuyo costo de venta al público en su presentación de 500 gramos no puede exceder los Bs 152.610,25 no obstante es vendido a precios que oscilan entre Bs 650.000 y Bs 700.000 dependiendo de la marca.

Una situación similar ocurre con otros rubros como la carne de res que puede llegar a encontrarse hasta en Bs 950.000 por kilogramo, monto que excede en casi Bs 275.000 el precio regulado.

El café y la carne no son los únicos productos cuyos precios presentan una disparidad al alza al momento de ser adquiridos en cualquier comercio de la ciudad capital. Lo propio ocurre con la sal, la harina de trigo, el arroz y el atún enlatado, entre otros.

Sin embargo, en algunos casos es posible apreciar que el precio al que pueden encontrarse algunos alimentos es inferior al regulado, una muestra de ello es la leche en polvo en su presentación de un kilogramo, la cual puede adquirirse —dependiendo de la marca— a Bs 350.000, es decir tan solo una cuarta parte del monto regulado. 

Otros productos que al igual que la leche en polvo también son expendidos a precios inferiores a los regulados, son la mantequilla y el aceite comestible.

Intentar atacar, a través de controles de precios, las consecuencias de la hiperinflación y no sus causas ha sido una táctica empleada por el régimen desde hace años, con resultados devastadores para la economía venezolana. Esta nueva oleada de controles podría significar el recrudecimiento de la catástrofe económica que afronta el país debido a las erradas políticas aplicadas.

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