- Luis Jiménez, cantante de la agrupación, contó para El Diario más de “Suplentes”, su nuevo tema, los procesos creativos de la banda y lo que ha hecho durante la cuarentena
Arawato no ha sido una banda tradicional con varios estrenos al año: prefieren dedicar su tiempo a elevar la calidad de cada uno de sus temas en lugar de ampliar su repertorio. La banda venezolana con cinco años en el mercado musical ha iniciado una etapa más madura y consolidada de su proyecto pero con la misma esencia que lo define desde el inicio: hacer música con libertad, sin pensar en los resultados.
El grupo conformado por Luis Jiménez, Rodrigo Gonsalves y Carlos Imperatori no depende del tiempo en el reloj al momento de hacer música. “Suplentes”, su sexta canción, es el nuevo sencillo de Arawato.
En El Diario conversamos con Jiménez, vocalista de Arawato. Para él, “Suplentes” es una invitación para compartir con una persona, pero sin ninguna expectativa.
“La canción se empezó a escribir y grabar a mediados de 2018 pero ha tenido un proceso de maduración bastante largo y hemos ido ajustando cosas para este momento”, explica Jiménez.
Con su primer extended play (EP) homónimo iniciaron un proceso de exploración que les permitió definir su personalidad como banda. No piensan en el éxito, sin embargo el reconocimiento ha llegado: Fueron nominados a los Latin Grammy 2019 en dos categorías: Mejor Álbum de Rock y Mejor Canción de Rock (“Nirvana”).
Jiménez explica que el hecho de no depender de los resultados les ha dado cierta libertad creativa y les ha quitado presión. Expresa que, irónicamente, eso les ha dado buenos frutos.
“Te recuerda que ese tipo de reconocimiento son premios que dan un espaldarazo a la música y no al revés: que la música no se hace para los premios sino que los premios se hacen para la música y creo que tener esas dos nominaciones lo demuestra perfectamente”, enfatiza.
El inicio
Un encuentro planificado por Rodrigo Gonsalves para ensayar, tocar y escribir entre amigos resultó en un proyecto que se ha ganado un espacio en la movida musical venezolana.
Cuando Jiménez escuchó la propuesta para ir a tocar junto a Imperatori y Gonsalves le pareció increíble debido a la admiración que siente por ambos y, posteriormente, se reunieron en Tumbador, un espacio dedicado a crear música.
“Nos sentabamos, prendíamos todos los micrófonos y nos poníamos a tocar por hora y media, los tres improvisando con instrumentos distintos a su instrumento principal: eso también me gustó mucho, explorar otras cosas”, precisa.
A partir de las melodías que grabaron comenzaron a surgir ideas para hacer canciones y, poco a poco, fue naciendo Arawato, una banda que, hasta ahora, no ha tenido su primera presentación en vivo. Se han valido únicamente de las plataformas digitales y redes sociales para que su música llegue a las personas y se conecten con su arte.
Añejar las ideas y cuarentena
Jiménez, Imperatori y Gonsalves se han vuelto maestros en el arte de madurar sus canciones. La rapidez con la que nacen las ideas para las canciones cuando se reúnen se aleja de la tranquilidad, la paciencia, el esfuerzo y la dedicación con la que realizan la curaduría del tema hasta llevarlo a un nivel donde los tres estén satisfechos, felices y orgullosos.
Entre lo que más disfruta del proceso creativo de Arawato destaca la espontaneidad, la libertad y el no depender de las tendencias. También se deleita con métodos de composición que no utiliza en otros proyectos a los que pertenece y asegura que esa situación puede expandir y refrescar la mente a nivel creativo.
“En cierto sentido para mí también ha sido relajante porque los últimos meses habían sido mucho de estar de tocando y he tenido pocas oportunidades de estar bastante tiempo en mi casa, entonces esto dentro de todo para mí fue una oportunidad de disfrutar un poquito más de estar en casa”, cuenta.
Se ha dedicado a descansar, pero sin dejar de escribir o trabajar en sus proyectos. También cree que el confinamiento ha sido un poco frustrante porque no es voluntario. “Estábamos hablando de la libertad. Sientes que tu libertad está restringida momentáneamente y eso creo que es lo que angustia”, resalta.
Durante su confinamiento, Jiménez disfrutó de The Last Dance, el documental de Michael Jordan que está disponible en Netflix, a pesar de que nunca ha sido fanático del baloncesto. Sin dudarlo, rápidamente lo recomienda y lo describe como una historia de disciplina, esfuerzo, trabajo y competitividad, valores que son aplicables a cualquier ámbito de la vida. “Me parece que es una belleza de historia”, expresa.
Mientras tanto, desde casa y con “Suplentes”, Arawato se acerca y musicaliza la vida de quienes se han unido a disfrutar del proyecto que surgió de un encuentro entre amigos y que poco a poco ha ido aferrándose a la cultura musical venezolana.