• El mes de junio llegó junto con la implementación del nuevo esquema de costos y suministro de gasolina en Venezuela. En Guarenas, estado Mirada, largas filas de automóviles marcan la jornada y al igual que en el resto del país, se han presentado fallas en el sistema de pago

El sol matutino despuntaba y el frío desaparecía con el pasar de los minutos. El medidor de gasolina del carro de Carlos González marcaba por debajo de un cuarto de tanque. Muy cerca de su reserva, ya su límite. Ante esta realidad y con la premisa de que este 1° de junio se normalizaría la venta de combustible decidió hacer la cola para surtir su vehículo.   

Eran las 9:00 am. Carlos González había escuchado durante el fin de semana el anuncio de las medidas sobre el nuevo esquema de cobro de gasolina. Un plan que no sabe si solucionará la crisis de combustible que afecta al país y que se agudizó durante la cuarentena.

La puerta de su carro estaba abierta y trataba de visualizar constantemente el inicio de la cola para surtir combustible en la estación de servicio Valle Verde de Guarenas, estado Miranda .

Estoy aquí desde las 6:30 am. Pero nos dicen que no han llegado los aparaticos (sistema biopago) para pagaru0022, dijo para El Diario.

El calor de Guarenas es cada vez más intenso, pero la esperanza de salir rápido de aquella cola parece esfumarse. González se abanica constantemente con un cartón y se baja el tapabocas para respirar mejor mientras su paciencia disminuye con el pasar de los minutos. 

Latas, potes de pintura y un mecate desgastado impide el paso de los vehículos a la estación de servicio Valle Verde, en la avenida Intercomunal de Guarenas. Los bomberos se sientan al lado de los surtidores para esperar la llegada de los biopago para cobrar la gasolina bajo la modalidad de subsidio, cuyo precio es de 5.000 bolívares por litro.

“No podemos hacer nada hasta que lleguen los aparatos”, dice un hombre canoso, de piel tostada por el sol, con gorra de PDV y quien prefirió mantener el anonimato. 

La cola de esta estación de servicio abarca una buena parte de la avenida Intercomunal de Guarenas. Sin embargo, a unos pocos metros se visualiza otra fila que recorre las angostas calles de la ciudad satélite mirandina.

La historia se repite en la estación de servicio Monzón, en el sector 27 de Febrero. La tierra se desprende del suelo con el pasar de los vehículos y el excesivo calor genera un ambiente difícil de soportar para las personas que esperan surtir combustible desde tempranas horas de la mañana.

Yorman Ruiz, de 25 años, es uno de los ciudadanos que aguarda en su vehículo. Dos envases de agua, su teléfono y el tapabocas le hacen compañía bajo el inclemente sol.

Foto: Sarahí Gómez

Ruiz llegó a las 8:00 am. Le sorprendió que hubiesen tantos carros haciendo fila. ” Yo me imaginé que con este nuevo método no iba a salir todo el mundo de un solo golpe a echar gasolina”, comenta. 

A Yorman Ruiz le corresponde surtir gasolina este lunes de acuerdo al terminal de la placa de su vehículo.

Esquema de pico y placa

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De acuerdo al nuevo esquema, el suministro de gasolina subsidiada se realiza según el último número de la placa del vehículo: nnu003c!u002du002d wp:paragraph u002du002du003enu003cpu003eLunes 1-2u003c/pu003enu003c!u002du002d /wp:paragraph u002du002du003ennu003c!u002du002d wp:paragraph u002du002du003enu003cpu003eMartes 3-4u0026nbsp;u003c/pu003enu003c!u002du002d /wp:paragraph u002du002du003ennu003c!u002du002d wp:paragraph u002du002du003enu003cpu003eMiércoles 5-6u003c/pu003enu003c!u002du002d /wp:paragraph u002du002du003ennu003c!u002du002d wp:paragraph u002du002du003enu003cpu003eJueves 7-9u0026nbsp;u003c/pu003enu003c!u002du002d /wp:paragraph u002du002du003ennu003c!u002du002d wp:paragraph u002du002du003enu003cpu003eViernes 9-0.u003c/pu003enu003c!u002du002d /wp:paragraph u002du002du003ennEl sábado se reinicia el ciclo para surtir gasolina de acuerdo al número de placa. nn

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Al llegar a la fila, el joven se acercó a la estación de servicio. ” Me dijeron que había gasolina pero que estaban esperando el punto”. La historia se repite. Nadie sabe con exactitud la hora a la que llegará el punto de cobro a estas estaciones. 

Me siento cansado de hacer colas. Esto es demasiado descontrolu0022, dice al tiempo que se pasa la mano por la frente para secarse el sudor.

A la marea de gente que normalmente sale a hacer sus compras por el centro de Guarenas ahora se le suma la fila de vehículos que serpentea las calles. 

La avenida Intercomunal de Guarenas está repleta de vehículos que esperan para surtir combustible. En las bombas premium, la situación no es muy diferente.

Distribución. Las bombas premium son las estaciones de servicio autorizadas para el pago de combustible en divisas. Solo 200 estaciones de servicio en el país están autorizadas para cobrar la gasolina de acuerdo a esta modalidad.

Solo la estación de servicio Vista Lago en la autopista Gran Mariscal de Ayacucho sentido Guarenas es la única de la zona que ofrece la modalidad de pago de gasolina en dólares así como a precio subsidiado.

A diferencia de las otras estaciones de servicio, Vista Lago contaba con presencia de varios organismos de seguridad del Estado. La policía municipal, Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) se encuentran en el lugar para custodiar el suministro.

A pesar de las facilidades que pudiera ofrecer esta estación de servicio para las personas que tengan la posibilidad de pagar en divisas, el suministro de combustible tampoco está disponible. 

Al igual que en las demás, la bomba de Vista Lago espera por los dispositivos de cobro. Mientras los trabajadores esperan, los conductores lo hacen también en una fila de vehículos en plena autopista de un kilómetro de distancia hasta Mampote. 

Los obstáculos para surtir gasolina bajo el nuevo esquema de pago
Foto: Sarahí Gómez

En las tres filas, los conductores están llenos de desinformación y no saben cuándo podrán surtir combustible. En las estaciones de servicio reina la incertidumbre y las colas se incrementan. 

Una tarde de espera

Las horas y minutos pasan lentamente. Resignados, muchos conductores se ubicaron en la fila de la estación de servicio Monzón. Allí pasarían la tarde esperando que llegara su turno para surtir gasolina. 

Carros particulares, camiones, motos, todos esperaban surtir combustible. Las nubes taparon el sol ardiente de la mañana, por lo menos el calor no sería tan intenso durante la tarde. 

En medio de la espera, decenas de conductores no tenían más opción que empujar sus vehículos a medida que avanzaba la cola. 

Con el pasar de las horas las personas preferían salir de sus carros y conversar para pasar el rato.

“Imagínate que uno se quede metido en ese carro, apagado y amargado. Es mejor pasar el rato con lo que están en las mismas que uno”, dijo Alirio, un hombre de avanzada edad, que cada tanto empujaba su automóvil modelo Corolla del 98, mientras conversaba con las otras personas de la fila. 

Cada tanto uno o dos funcionarios de la PNB recorrían la fila en moto. A pocos metros de llegar a la estación de servicio, y después de varias horas en la cola, los conductores se topaban con un “punto de control”. Dos policías solicitaban la documentación del vehículo y la identificación, tomaban nota de los datos y dejaban continuar a los conductores. 

Más adelante funcionarios de la GNB distribuían a los vehículos en las islas. Cuando finalmente llegó el turno de surtir, los conductores estaban dispuestos a pagar el precio que se había establecido para el combustible, pero se consiguieron con una frase conocida: “es gratis”. 

La gasolina que suministraron en la estación de servicio Monzón no la cobraron y solo surtieron 25 litros por vehículo. Un hecho que se hizo común sobre todo en el área metropolitana y en otras partes del país, donde la gasolina no tenía precio fijo. 

La incertidumbre reina al no conocer la eficiencia a largo plazo de este nuevo método de cobro de gasolina. Las personas regresaron a sus hogares con el alivio de haber surtido gasolina, pero con el sinsabor de la poca organización y las horas de cola. 

Este artículo de El Diario fue editado por: Irelis Durand|Génesis Herrera|Yazmely Labrador

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