• Dos cocineras venezolanas compartieron con El Diario sus experiencias en las redes sociales durante la pandemia por Covid-19 y contaron cómo logran conectarse con sus seguidores a pesar de la distancia social. Foto: Andrea Sambrano

Los anuncios de los primeros contagios por Covid-19 en Venezuela, el 13 de marzo de 2020, seguidos por la imposición de una cuarentena estricta tomaron por sorpresa a Andrea Sambrano, estudiante de Nutrición y Dietética de la Universidad Central de Venezuela (UCV). En esos días estaba presentando exámenes parciales y tenía otra serie de actividades académicas programadas que fueron suspendidas. 

Aunque le preocupaba retrasarse en su carrera profesional, aprovechó la oportunidad para dedicarle más tiempo a “Makeitgrain” una página web sobre nutrición en la que trabajaba desde antes de la cuarentena. Además, en sus redes sociales comparte consejos y recetas sabrosas y nutritivas que ella misma prueba o desarrolla. 

Durante los primeros días de confinamiento comenzó a buscar ideas para motivar a sus seguidores a entrar en el mundo de la cocina saludable, especialmente ahora que estarían en casa más tiempo que antes. Otra preocupación que rondaba su mente era que muchas personas podían sentir miedo ante la pandemia y aumentar sus niveles de ansiedad, lo que afecta los hábitos alimenticios, por lo que se propuso compartir nuevas preparaciones para esos momentos de angustia. 

Creo que de las mejores recetas que he hecho en cuarentena y recomiendo totalmente son los sándwiches de helado, son buenísimos y me recuerdan muchísimo a unos que comía en mi infancia; los tequeños de cachapa por el contraste entre dulce y salado que tiene esta receta, y también las galletas de chocolate chips que quedan muy bien con helado de cambur, que está en la receta de los sándwiches”, dijo Andrea en una entrevista para El Diario.
Foto: Andrea Sambrano
Foto: Andrea Sambrano

La cocinera confesó que ha hallado en la cocina una forma de acortar las distancias y conectarse con personas durante el confinamiento, ya sea que estén a dos cuadras o a miles de kilómetros de distancia. 

“Cocinando también he aprendido a evocar emociones y sentimientos. A veces los sabores, los olores y las texturas te pueden llevar a memorias de tu infancia e incluso a recordar el sazón de personas que ya fallecieron”, añadió. 

Las videollamadas y las transmisiones en vivo también han sido fundamentales para Andrea durante la pandemia. Asegura que es una oportunidad para cocinar la misma receta con amigos y familia sin compartir el espacio físico. 

La mayor motivación de la futura nutricionista es saber que puede ayudar y acompañar a sus seguidores a pesar de que no pueda hacer consultas presenciales. Recuerda que una experiencia que la marcó positivamente fue la historia de una joven que bajó de peso gracias a sus consejos y logró su sueño de quedar embarazada, algo que había intentado por mucho tiempo. 

También me emociona mucho cuando alguien me escribe para decirme que hizo una de mis recetas. El corazón se me llena de alegría, porque es increíble cómo una receta puede conectarte con tantas personas”, expresó. n

Aunque las redes sociales la han dado muchas satisfacciones, a veces se ha excedido con su uso y, como promotora de una vida saludable, admitió que tuvo que hacer un detox para alejarse un poco de las pantallas.

“Mi actividad llegó a seis horas diarias en Instagram y bueno tuve que limitar mi tiempo, porque si bien las redes sociales nos conectan y nos alegran también debemos tener un espacio para el descanso”, explicó. 

Un mundo gastronómico en una cuenta de Instagram 

La vida de Mónica Sahmkow transcurre normalmente entre los restaurantes y su hogar. La chef venezolana, que se formó en el Instituto Culinario de Caracas y la escuela Ferrandi de París (Francia), realiza consultorías de proyectos gastronómicos y desarrolla recetas y contenidos para marcas de alimentos. 

Cuando Mónica se enteró de las medidas de confinamiento que se aplicarían en el país se preocupó mucho por el futuro de su trabajo, el de la industria de los restaurantes y el de los empleados. 

Con el pasar de los días su angustia bajó, pues se dio cuenta que la industria podía reinventarse en plena pandemia gracias al uso de las redes sociales, así que ella no se quedó atrás. 

Aunque Instagram siempre ha sido parte de su trabajo, ahora pasa mucho más tiempo conectada a esta red, donde comparte cada detalle de sus preparaciones, desde cómo consigue los productos hasta la reacción de sus hijos al probar un nuevo platillo.

Cocinar en tiempos de coronavirus: una nueva experiencia en redes sociales
Foto: Mónica Sahmkow
Ahorita con la cuarentena es casi imposible trabajar sin los niños alrededor y creo fielmente que mientras los niños estén más involucrados en los procesos culinarios van a estar dispuestos a probar nuevas cosas, eso les abre la mente, pienso que no solo en términos gastronómicos sino también en la vida. La comida es cultura”, explicó la chef en una entrevista para El Diario.

Esa cultura que transmite a sus hijos es la misma que intenta compartir en sus redes sociales, por eso en cada publicación e historia detalla los procesos, los orígenes de los ingredientes y que recomendaciones pueden seguir para mejorar cada día en la cocina. 

“Siempre que publico una receta hay mucho intercambio, me hacen preguntas, me pasan datos donde puedo conseguir ingredientes, me dan ideas para próximas publicaciones, siento que somos un grupo de amigos con la cocina como interés en común”, comentó.

https://www.instagram.com/p/CBO5XvKnDTG/?igshid=5nx4dpakifpw

Mónica asegura que lo que más le gusta de su trabajo es el dinamismo, porque cada día hace algo diferente. Durante un mes puede trabajar desarrollando un concepto y menú para un restaurante de comida asiática, mientras genera contenido para una marca de ollas o para un ingrediente gourmet. Insiste en que la cocina es uno de sus grandes amores y por eso es que disfruta compartiendo sus aprendizajes. 

Sus seguidores también le escriben para contarle que hicieron sus recetas, lo que la emociona mucho. Cuando le dicen que la preparación salió mal, ella busca la manera de ayudarlos hasta que el resultado sea el esperado. 

Un día puse una receta de masa choux (tipo profiteroles) y me enterneció muchísimo que una señora me escribió que iba a hacer esa receta porque le recordaba a su mamá, cuando la hizo me volvió a escribir súper feliz para darme las gracias porque le había revivido un sabor muy especial para ella”, recordó.n
https://www.instagram.com/p/BvkhkaJA1Yb/?igshid=14bcxsqsdu1xn

Ese tipo de experiencias reafirma su creencia de que la cocina puede conectar a  muchas personas emocionalmente, sobre todo en estos momentos de distancia social. Considera que una de las mejores cosas que se puede hacer durante la cuarentena es cocinar y recomienda especialmente aprender a hornear pan. “Es un trabajo largo, pero satisfactorio”, añade.

https://www.instagram.com/p/CA_WUcGHN6s/?igshid=bconmwlrs1m5

Aunque Andrea y Mónica siguieron carreras distintas a ambas las une el amor por la cocina y esa pasión es la misma que conecta a millones de personas que comparten cada día recetas y experiencias en las redes sociales para hacer que el confinamiento tenga un sabor mucho más reconfortante. 

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