El tema de regresar a trabajar  en nuestras oficinas cada vez es más complicado, pues en situaciones regulares, debemos tener un tiempo de adaptación de salir del home office para regresar. Lo cual no sucede en Venezuela porque los vaivenes de flexibilización lo impide. Pero te quiero dejar una guía sencilla para que eso no te afecte.

El estrés, la ansiedad y todas esas sensaciones que hemos sentido desde la semana pasada cuando regresamos algunos al trabajo, se debe a un síndrome de adaptación, que es similar al  síndrome postvacacional, que no es una patología como tal, sino un “trastorno adaptativo”. La persona que lo sufre tiene una sintomatología similar al estrés cuando, al final de un periodo de descanso más extenso de lo habitual, no se ve capaz de responder al alto número de demandas que supone la vuelta a la rutina o el regreso a su vida laboral.

Eso se puede manejar de manera sencilla, si vas poco a poco adaptándote a tu nueva rutina, el tema es que en Venezuela no se ha permitido eso, porque unos días sales, otros trabajas desde casa. Así que adaptarnos se complica.

En ese momento puedo hacerme la pregunta ¿Y si el home office se quedara como parte de un estilo laboral? Esa respuesta la podrás descubrir aquí.

Solo tú

La principal clave para que no te afecten esos dimes y diretes está en generar una rutina única, que puedas usar en la oficina o en tu hogar. Lo primero que debes hacer es conversar con tu jefe, para saber qué tanto van a seguir la flexibilización de la cuarentena, luego adaptarás los hábitos que tienes para trabajar en casa con tu nuevo formato de trabajo, quizás debas adaptar algunos, pero será sencillo.

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Paso 1: El ejercicio

En ese primer paso debes hacer dos ejercicios, el primero es saber hasta que punto tu trabajo es moldeable para realizarlo en diferentes lugares, y eso adaptarlo con la información que te dio anteriormente tu jefe.

De ser así, tu segundo ejercicio es imaginar una rutina que te permita trabajar desde casa, pero también desde un café, desde la oficina de un cliente o desde tu oficina. Verlo como reuniones que tienes afuera. 

Recuerda identificar qué horarios te funcionan, qué puedes hacer con ruido externo y qué requiere concentración máxima. Ve el detalle.

Paso 2: La meta

Para mí este es el punto más importante porque debes estar claro a dónde quieres llegar, qué es eso que realmente quieres para poder ir avanzando y que al final del día sientas que realmente valió la pena tu trabajo, esa motivación interna que requieres. Así que debes estar muy claro de tu meta. 

Si la sabes y la tienes escrita genial, si no, te enseño hacerlo.

El método más famosos es el sistema Smart, un método sencillo. Solo debes generar una meta que contenga estas características: que sea especifica, medible, alcanzable, realista, con tiempo definido.

Pero con esta situación me dio dolores de cabeza porque sentí que no me estaba funcionando por el tema de tiempo, así que lo adapte, evitando el tiempo  en la meta principal (pero no me olvido de él, ya lo verás) y le agregué:

1) Tienen una visión de su futuro y un por qué.

2) Reconocen su propio potencial y los logros que han tenido.

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3) Tienen claro sus valores y su propósito en el mundo.

4) Tienen compromiso de lograrlas. Por eso hacen lo que hay que hacer.

5) Tener en cuenta los cambios que debo generar para poder cumplirla 

6) Escríbelas en positivo

7) Involúcrate a ti nada más

Después de tener esa meta, la voy dividiendo en metas más pequeñas, es decir, acciones que me lleven a la meta principal pero que pueda cumplir en tres meses. De esta forma es más viable lograrlo y dar pasos pequeños que nos motiven.

Después de dividir esa meta en tres meses, comienzo hacer ponerlo más pequeño aún, pero no como meta, sino como objetivos, que son los que cumpliré cada mes, cada semana, cada día. Lo que indica que aquí si voy a trabajar con tiempo. Así estaré más cerca sin darme cuenta.

Si quieres saber la diferencia entre meta y objetivo chequea aquí.

Paso 3: Checklist de hábitos

Desde que comenzamos a trabajar desde casa he venido hablando de generar hábitos que me ayuden a cumplir mi meta, eso hace que me enfoque en el proceso y no en el final, además esos hábitos han hecho que sea mucho más productiva a la hora de trabajar.

Así que debes chequear cuáles de esos hábitos te funcionan para la nueva rutina, esos que puedas hacer en la oficina o en la casa, y quizás descubrirás que necesitas algunos nuevos, pero eso no es problema porque los puedes crear. Eso sí, tienes que decidir por cuál comenzarás y que inicies a trabajar en ello.

Recuerda que es un hábito a la vez.

Paso 4: Crear la rutina

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Ya teniendo todos los elementos a mano, debemos crear esa rutina, para ello recuerda que la base es tu meta y la información de tu jefe. Es así como comenzarás. Pero no olvides incluir tus hábitos.

Además debes tomar en cuenta que debe ser flexible y adaptable a los imprevistos. Pero cuando la generes, veras que todo fluirá.

Es tan vital tomarnos el tiempo de crear nuestra rutina porque los seres humanos, pasamos entre un 40 y 60% del día haciendo rutinas de forma inconsciente. Recuerda que la primera hora de la mañana es la más valiosa.

Lo importante de este trabajo es que podamos ser productivos y que tengamos el control de nuestras acciones, y no permitir que lo externo defina qué haremos.

Un paso más allá

Como la idea es seguir creciendo en el ámbito laboral y personal, quiero ir un poco más allá en el área de productividad y darte unos #Amatips que te ayudarán:

1. Ten días de verdadero descanso

En un estudio realizado por Project: Time off, dice que los trabajadores que toman días de descanso terminaron con sueldos más altos. 

Eso es un serio ganar-ganar. Teniendo en cuenta que el 55% de nosotros no usamos todos nuestros días de descanso, porque siempre debemos hacer algo en la casa o con la familia. Así que hay mucho margen de mejora (¡y aumentos!). 

Pero no solo son los domingos, durante el día debes hacer unas paradas para que tu cerebro descanse y así regresar al escritorio y continuar con la actividad. Yo recomiendo que si estás haciendo un trabajo largo o estudiando, hagas paradas cada 45 minutos, ese descanso no es más de 2 minutos.

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Ahora si tu trabajo es más activo haz la parada cada hora y media, de 2 minutos, y verás cómo tendrás una energía inexplicable.

2. Apagarte en las noches

Descansar más ayudaría a cualquier persona a tener éxito en el trabajo: más sueño, más energía al día siguiente, ¿verdad? Pero una clave vital para perfeccionar su rutina nocturna es guardar todos los dispositivos al menos 30 minutos antes de dormir, explica la cofundadora y editora en jefe de Huffington Post, Arianna Huffington.

De esa forma tu mente podrá apagarse y refrescarse, dejándole rejuvenecido al día siguiente. Y esto no es solo una sugerencia. De hecho, The New York Times informa que en un estudio de casi 400 empleados, los investigadores descubrieron que dormir muy poco, es decir, menos de seis horas por noche, fue uno de los mejores factores predictivos del agotamiento en el trabajo.

3. No comiences el día revisando tu email

Resulta que si te tomas el tiempo de organizar tu día, ese esfuerzo lo lanzas por la borda si abres el email de primero, pues eso generara acciones que pasaran hacer en tu cabeza más importantes de las que tenias programadas y lo que tenías por hacer se acumulará, lo que se convierte en un caos a largo plazo.

Así que mi recomendación es que comiences el día con la hora de trabajo diario, y luego chequees el email para agendar lo que indica.

Ahora hay una herramienta que dice que si lo que debes hacer te tarda menos de 2 minutos, hazlo de una vez y la puedes poner en practica.

Estas listo para tomar el control de tu trabajo.

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