En este 2020 poder realizar un evento deportivo en cualquier lugar del mundo es una hazaña. Algo que parece inimaginable o inalcanzable, por la pandemia que se vive producto del covid-19. El beisbol venezolano, evidentemente, no escapa de esa realidad. Por el contrario, la situación es mucho más compleja a la que atraviesan otros países. 

Tras la paralización del beisbol de Grandes Ligas, en marzo, empezaron a surgir dudas sobre si sería posible organizar una temporada en las diferentes ligas invernales del Caribe (Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico y México). Hasta el momento, dominicanos y mexicanos ya han confirmado su torneo, mientras que boricuas y venezolanos aún no emiten algún comunicado oficial. 

La Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) ha manifestado su deseo de realizar la temporada 2020-2021. Sostendrá una reunión importante donde se podrán ver luces del plan que presentará para que se dé la voz de playball en Venezuela este año. Sin embargo, hay un tema que se sale de las manos de la Liga. Existe la posibilidad de que Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua no disputen la temporada. 

¿Qué pasa con Magallanes y Aragua?

Los carabobeños y aragüeños han atravesado por diversas complicaciones desde 2019. En esa fecha la Oficina de Control de Activos Extranjeros de los Estados Unidos (OFAC) impidió que ambos equipos contaran con peloteros de las organizaciones de Grandes Ligas. Todo debido a las sanciones que el país norteamericano ha impuesto sobre el régimen de Nicolás Maduro. Las medidas fueron retiradas de los demás equipos de la LVBP, pero no de Magallanes ni Tigres. Esto por tener participación en su junta directiva de las gobernaciones de Carabobo y Aragua (en manos del oficialismo, actualmente).

Por tal motivo, magallaneros y bengalíes tendrían inferioridad con respecto a los demás clubes. El año pasado todos los equipos comenzaron en el mismo punto y fue en diciembre cuando se levantó la sanción. No obstante, comenzar en desventaja esta temporada puede ser un punto que consideren para no entrar en la contienda. 

De realizarse la temporada y mantenerse la sanción, los equipos no podrían jugar en Valencia ni Aragua con jugadores que estén en alguna organización de MLB. Tendrían que manejar dos nóminas, algo que no es práctico para ningún conjunto. Sin tomar en cuenta que, de desarrollarse la temporada, probablemente se juegue en cuatro estadios en vez de siete, para reducir la movilidad de los equipos.

Las gobernaciones deben ceder

Para que las sanciones sobre Navegantes y Tigres sean retiradas, las gobernaciones implicadas deben cortar su participación en la junta directiva de cada equipo. Este es el talón de Aquiles en esta situación. Se ha evidenciado que cuando se trata de ceder terreno, el régimen de Nicolás Maduro no accede con facilidad. Aunque esto sea en favor del deporte nacional.

En el caso de Aragua, la gobernación debe ceder el 60% que posee sobre los Tigres. La gobernación de Carabobo tiene una participación minoritaria (poco menos del 3%), al igual que la Alcaldía de Valencia (3%). En el caso de Magallanes, la presencia del gobierno regional en la fundación que maneja el equipo viene desde poco después de su llegada a la ciudad de Valencia. Específicamente desde 1971.

La Gobernación del estado Carabobo, en reunión sostenida con la directiva del Magallanes, manifestó que preferían que los turcos no jugaran este año. O en su defecto, que lo hicieran sin jugadores de MLB. Un escenario poco alentador ante las intenciones de resolver este asunto. 

¿Cuál es el escenario que tiene la LVBP?

Si las condiciones lo permiten, la Liga Venezolana de Beisbol Profesional se llevará a cabo. No obstante, el panorama luce oscuro en estos momentos. Esto no solo por la situación generada por el covid-19 en términos de salud, sino también por otro de los aspectos muy importantes: el económico. 

Lo más probable que ocurra esta temporada —de realizarse— es que se juegue sin público. Así como se ha visto en el resto de los escenarios deportivos del mundo. Algo que afecta sustancialmente los ingresos de los equipos. 

También existe alta probabilidad de que solo se juegue en cuatro estadios, en vez de siete. Esto para evitar que los equipos tengan más movilidad y minimizar riesgos. En esta lista de estadios se encuentran Caracas, La Guaira, Maracay y Valencia (estos últimos dependen de si levantan la sanción o no.) En el caso de La Guaira dependerá de si permiten jugar en ese escenario. Otro estadio disponible sería el Antonio Herrera Gutiérrez, de Barquisimeto y el Alfonso Chico Carrasquel, de Puerto La Cruz. Aunque estos pese a que sea una opción mucho más alejada en comparación con los primeros. 

Uno de los grandes retos que debe sortear la LVBP es el correspondiente a las pruebas de covid-19, que deben realizar a los jugadores con frecuencia. Para la MLB ha sido una tarea difícil en los entrenamientos, por lo que para la Liga Venezolana será también un aspecto vital para tomar en cuenta. 

En cuanto a lo netamente deportivo, las ligas invernales seguramente estarán colmadas de jugadores de alto nivel que no pudieron jugar este año en Ligas Menores. En este particular, se apuntan un punto a favor para tener una gran competencia. 

Las fechas de inicio seguramente se deban retrasar también, tal como pasó el año pasado. Y probablemente la temporada deba acortarse. No obstante, es una práctica que este año se ha vuelto común en el beisbol profesional. 

Sobre la transmisión de los encuentros, este año la LVBP no contará con Directv Sports. Por allí se transmitía la mayor cantidad de encuentros de la pelota venezolana. Pero la empresa cesó sus operaciones en el país el 19 de mayo. 

El beisbol profesional venezolano está en duda para este año. La crisis que golpea el mundo ha impedido que en otras ligas como la de México pudieran disputar su torneo anual. El caso de Venezuela es más complejo. Levantar una temporada ante tantos problemas económicos, sanitarios y políticos es un reto. Aunque los venezolanos estemos acostumbrados a salir adelante frente a las adversidades. 

Probablemente, dos de los equipos de beisbol más ganadores en la historia de Venezuela estén ausentes este año. Otro golpe bajo para los organizadores de este deporte en el país. También para sus fanáticos que, sin importar condiciones, esperan todos los años la llegada del mes de octubre para escuchar la voz de playball.

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