• El actor y director del Grupo Actoral 80 trabaja para potenciar la oferta online con la que cuenta el Trasnocho Cultural desde el 15 de mayo. Actualmente presentan en vivo Terror y seguirá con Acto Cultural, pero en formato grabado. Defiende estas alternativas como un mecanismo para seguir activo en medio de la pandemia y acercar al público los trabajos escénicos. “El teatro debe seguir siendo un momento de encuentro con uno mismo. Eso nos haría bien”, dice

No hay prisa en su voz. Como si buscara siempre esa palabra que calza, como si el encierro hubiese enlentecido la vida, contesta cada pregunta desde la calma. Y detrás de sus ideas, el sonido de los grillos que pueblan la noche de mágicos cristales, como escribió una vez el poeta. Ese canto insistente en la oscuridad, interrumpido a veces por un enloquecido motor de automóvil, recuerda que afuera la vida nunca se detiene del todo. 

Desde su propio exilio doméstico por una pandemia que no ha querido bajarse del escenario, Héctor Manrique habla sobre cómo mantener activo el arte y de lo que puede venir después. El actor y director teatral venezolano no cree en una posterior “transformación” de la sociedad. 

 El montaje Terror lo presentan actualmente a través de la plataforma web del Trasnocho Cultural
Yo no soy de los que piensa que el mundo va a cambiar tras la pandemia. Creo que son cosas que se dicen a partir del miedo, de la desesperación, de un poco de culpa que sentimos por lo que ha pasado, y empezamos a ofrecer actos de constricción. Creo que el mundo va a seguir siendo el mismo y, si cambia, pareciera, por lo que ha pasado en los últimos años, que será un poco para peor”, suelta del otro lado del teléfono en entrevista para El Diario.

Pausa. “La gente después quiere olvidar. Quieren olvidar las pandemias; producen incluso un poco de vergüenza”, dice y ejemplifica con el hecho de que nadie habla de la gripe española del siglo pasado. “Uno empieza a ver cómo hay gente que no quiere ni que se sepa que se han infectado con la covid-19. Sienten que pueden llegar a ser estigmatizados. Esto hará que cuando pase, la gente quiera olvidarlo lo más pronto posible, cosa que no me parece que es buena, porque es parte de nuestra existencia”. 

Manrique encabeza el Grupo Actoral 80, fundado a comienzos de los años 80 como agrupación oficial del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (Celcit) por el director argentino Juan Carlos Gené y la chilena Verónica Oddo, con la intención de crear una unidad escénica de la región. Con los años, la compañía –como tantas otras en el país– ha visto cómo la actividad teatral venezolana se ha ido reduciendo.

El cierre de instituciones, de salas, de grupos, sumado a una cada vez más creciente migración de los creadores, ha dado fuertes golpes a la columna vertebral del arte. “Se había logrado avanzar, con mucha lucha por parte del sector, en obtener ayuda del Estado. Eso se ha ido prácticamente disolviendo. Hasta este momento no sabría decir si alguna de las instituciones históricas del teatro venezolano recibe algún tipo de apoyo más allá de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), que, paradójicamente, tampoco uno sabe muy claramente qué es lo que hace o lo que hacía antes de este parón ni dónde lo hacía”, añade. Por tanto su diagnóstico del sector es de pronóstico reservado.

Los hombros de América es una de las más recientes propuestas de la compañía que dirige Manrique

Pero como el teatro sigue resistiendo, el Actoral 80 no ha dejado de trabajar. Desde finales de 2019 y principios de este atropellado año, se había abocado a la creación de El vestidor, pieza original del dramaturgo inglés Ronald Harwood. La estrenaron el viernes 6 de marzo, pero solo ofrecieron tres funciones, pues a la semana siguiente el régimen decretó la cuarentena nacional. Y ahí quedó todo.

“Fue un espectáculo que prácticamente estrenamos y lo dejamos ahí. Nos había llevado unos meses de trabajo, de esfuerzo en todos los sentidos. En este momento no estamos trabajando en otros proyectos porque tenemos uno recién presentado que ni siquiera conocemos, que esperamos, cuando las circunstancias lo permitan, volver con él a escena”.

Hacer en gerundio: Trasnocho Cultural Web

Mientras los días pasan, Manrique se ha dedicado a potenciar la oferta online que ofrece el Trasnocho Cultural del Paseo Las Mercedes desde el pasado 15 de mayo. “Nace a partir del hecho de tener que cerrar las puertas del centro cultural. Tuvimos varias reuniones en la incertidumbre absoluta al principio. Se especulaba: podemos cerrar un mes, dos meses… y al ver, por lo que ocurría en el mundo, que la cosa picaba y se extendía, empezamos a conversar y a intentar ver de qué manera despertar desde la web nuestro trabajo”, afirma.

En este formato, el Grupo Actoral 80 ha ofrecido dos funciones en vivo de Terror, una pieza que estrenaron en 2016 original del alemán Ferdinand von Schirach, presenta La foto en versión grabada y desde este viernes estará, también en video, Acto Cultural de José Ignacio Cabrujas. Manrique defiende las propuestas en este formato pues considera que le permite al espectador acercarse al catálogo de creadores venezolanos. Para esto, asegura, se han utilizado los recursos técnicos necesarios “procurando que la obra tenga un ritmo al ojo del espectador parecido al que podría vivir en la sala”.

 Iván Tamayo y Héctor Manrique participaron en el montaje Una lluvia constante

“Antes de que apareciera esta pandemia, yo había tenido experiencias absolutamente excitantes y maravillosas viendo obras de teatro grabadas, como la última pieza que representó Peter O’Toole antes de morir. Entonces el diario El País colocó el link en su web y uno podía entrar. Recuerdo haberla visto varias veces con enorme placer. También cuando mandé a comprar en DVD la puesta en escena de Hamlet que hizo Peter Brook, fue algo con lo que me di un verdadero banquete y la veo con cierta frecuencia. Lo mismo me pasa con el último trabajo de mi maestro Juan Carlos Gené, que no lo pude ver en escena pero tuve la dicha y el enorme gozo de verlo grabado. Y pongo estos ejemplos porque son los míos como espectador del teatro grabado, que ha sido una experiencia enriquecedora. El hecho de que alguien en otra parte del mundo o de Venezuela pueda acercarse a lo que hemos hecho un grupo de creadores, darse una idea y disfrutar de ese trabajo creo que es una cosa absolutamente extraordinaria”.

Un actor político

Héctor Manrique es un actor con presencia en la vida política nacional desde hace varios años. Su palabra siempre busca hacer ruido sobre la realidad del país: “No soy de los creadores teatrales que vive en función del teatro y nada más”.

Mantiene una activa presencia en redes sociales, principalmente en Twitter, la tribuna de la polémica. ¿Cómo maneja a los detractores?

—Siempre leo con enorme atención a los que reflexionan, dan y explican sus puntos de vista acerca de lo que digo. Pero a los que insultan y amenazan procuro no hacerlo. Porque si te instalas ahí podría aparecer el miedo, que es humano y natural, y lo que más me preocupa: la autocensura. Y eso no es sano. No lo es, además, para alguien como yo que piensa que la democracia es, hasta los momentos, la forma más idónea de conducirnos en sociedad. Y la democracia se identifica también con discutir, expresar opiniones, respetar las posturas de los demás. 

En este contexto, ¿qué análisis hace de la sociedad?

—Desde un punto de vista político, en Venezuela estamos viviendo un momento absolutamente desconcertante. Uno siente por un lado un régimen sin ningún tipo de conexión con la gente; y lamentablemente también a la oposición la veo de esa forma. Siento que no hay espacios de participación ciudadana; estos han sido abandonados por nuestra dirigencia política. Incluso pareciera que se avecina un proceso electoral para el cual el régimen ha hecho todo lo posible por desalentar a la oposición, por crear en la ciudadanía el desaliento, la resignación. Y no aparece una oposición que pueda hacerle un frente a eso. No hay una contrapropuesta, sino más bien una oposición disuelta, dividida; y en mi opinión bastante miope. No le gusta que le llamen la atención, siempre está a la defensiva. 

El Grupo Actoral 80 tiene casi cuatro décadas de actividad y ha contado con la participación de importantes creadores venezolanos

El teatro más allá de la pandemia

En momentos como el actual, Héctor Manrique tiene presente a dramaturgos como William Shakespeare: “Siempre es bueno porque habla del alma del hombre, de los mitos que lo acompañan y lo impulsan”. Destaca también, entre los creadores venezolanos, a José Ignacio Cabrujas, al que siempre regresa con sus propuestas teatrales. “Me parece que es de esos autores clarificadores sobre los cuales uno vuelve después de un tiempo y te dice otras cosas; por eso terminan haciéndose universales”.

—Más allá de la crisis sanitaria mundial, ¿qué debe decirle el teatro a esta Venezuela?

Con todo lo que nos ha tocado vivir, creo que debe seguir siendo un momento de encuentro con uno mismo. Eso nos haría bien. A eso te invita el teatro: ese lugar de revelación con tu imaginario colectivo, con tu imaginario individual; entendiendo el imaginario como ese espacio de los sueños posibles, que nos habita a todo hombre cuando cerramos los ojos y nos intentamos imaginar en algo. Creo que el teatro tiene que seguir siendo ese espacio de conexión con lo más profundo del hombre. Ahí es que tendrá sentido siempre el teatro.

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