Han pasado casi dos meses y medio de la partida de Directv de Venezuela y el tema continúa en el tapete. El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, le dedicó una serie de tuits al tema el pasado 27 de julio, donde aseguró -en uno de ellos- que “la señal de Directv podría volver a tu hogar. Podemos afirmar con certeza que no existe una sola barrera institucional o internacional para que los venezolanos puedan volver a disfrutar de su señal”.  

¿Hay posibilidades de que el operador más importante de televisión por suscripción de Venezuela regrese a los hogares? ¿De qué depende?

Un hipotético retorno de la señal de televisión satelital depende de muchos factores. Si bien la voluntad política de las partes es clave, no hay que perder de vista los escollos económicos y legales que reviste la operación.

¿A precios internacionales?

La súbita interrupción de la señal de Directv tomó por sorpresa a propios y extraños. Ese 19 de mayo la operadora contaba aproximadamente con unos 2.26 millones de suscriptores en el país, que representaban 17,6% de abonados totales en América Latina para el final del primer trimestre del año. Sin embargo, esa importante concentración de mercado no se reflejaba en los estados financieros de Vrio (conocida antes como Directv Latinoamérica): Solo 1,8% de los ingresos totales de la subsidiaria local llegaban desde Venezuela.

El secretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Michael Kozak, aseguró este jueves 30 de julio a periodistas que el regreso de Directv “es una decisión comercial (…). Si ellos (AT&T) y otros pueden llegar a un acuerdo, sé que el presidente Guaidó se ha interesado en esto, para transmitir sin entrar en conflicto con las sanciones (…) eso dependerá de ellos”.

“Cualquier intento de regreso de Directv comienza con una modificación de precios. Tú no regresas por ganancias mínimas, o a perder, cuando demostraste que eres importante para los intereses de grupos tan poderosos como las facciones políticas del país”. Así lo explica un ejecutivo de la industria de la televisión por suscripción cuyo nombre se mantiene en reserva.

Allí el tema se escapa de las manos de cualquier intento de negociación por parte de la facción liderada por Guaidó. La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos de Venezuela (Sundde), encargada de velar por el cumplimiento de los precios en el país, es una institución en manos del régimen de Nicolás Maduro.

Una negociación a tres bandas

También en manos del régimen madurista está la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Un organismo encargado de otorgar la concesión de espacio radioeléctrico a cualquier operador de televisión por suscripción. Queda claro, entonces, que el regreso de Directv a Venezuela pasa por un proceso de negociaciones con los actores políticos y las empresas interesadas en traer la señal de regreso.

Un grupo audiovisual con operaciones en la región ha entrado en conversaciones con AT&T para la compra de los derechos de retransmisión de las señales de Directv en el país. El proceso aún se encuentra en fase exploratoria, con consultas a organismos como el Departamento del Tesoro (DdT) y el Departamento de Justicia (DdJ) de Estados Unidos. Esto para asegurar que cualquier operación no viole las sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). El modelo de negocio sería similar al de México, donde SKY México controla las operaciones con una participación minoritaria por parte de Vrio.

En cualquier caso, el regreso no sería inmediato. Expertos legales consultados aseguran que la formación accionaria y el beneplácito del DdT tomaría al menos hasta los últimos meses de este año.

Hegemonía comunicacional y competencia

La desconexión de 10.000.000 de personas a los mensajes del régimen ha significado un duro golpe a la teoría de la “hegemonía comunicacional”. Este concepto lo creó el ministro de Comunicación de Hugo Chávez, Andrés Izarra, en el año 2008.  “Sin Directv se priva la hegemonía comunicacional que ejercía la dictadura a través de su señal. Más ahora con la penetración de señal abierta muy baja que tenemos en el país”, declaró la diputada Tamara Adrián a La República el pasado 24 de mayo.

Esa necesidad de replicación propagandística impulsó el regreso de dos proyectos: La Televisión Digital Abierta (TDA) y Cantv Satelital. Sin embargo, su alcance es solo de 25% de la base de suscriptores que tenía Directv al momento de su salida. Además, no se perfila intención de compra o adopción por parte del público. 

“La oferta de canales no es ni de cerca atractiva para el ciudadano promedio. La televisión por cable y satelital ofrecía entretenimiento y le permitía a la gente respirar de la pobre oferta nacional; lo que obtenía el chavismo a cambio era alcance y penetración. Directv llegó a donde la infraestructura estatal ni con todo el uso de dinero público llegó. Si hoy ofreces un nuevo servicio satelital que no tiene ningún atractivo será difícil su adopción”. Así lo explicó Luis Carlos Díaz, presidente de Internet Society Venezuela (ISOC).

Para Fran Monroy, periodista especializado en telecomunicaciones, la respuesta es sencilla. “La cuota de mercado de Directv, su audiencia mayoritariamente clases D-E, y su poder de llegada a los más recónditos sitios de Venezuela son imprescindibles en la estrategia comunicacional hegemónica del Estado. Y ellos los saben”.

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