- Ángel Delgado es un joven violinista que fue diagnosticado con una enfermedad poco común y que hoy batalla por volver a los escenarios
La voz de Grecia Delgado, de 19 años de edad, se quiebra al recordar el día en que su hermano Ángel le dijo que no podía caminar. Ese 4 de mayo de 2020 el joven zuliano comenzó a presentar los primeros síntomas de una enfermedad que, hasta el momento, no le permite volver a tocar de violín como siempre lo hizo.
Ángel, quien cumplió 18 años el pasado 5 de febrero, comenzó su carrera musical a los 9 años de edad, luego de que su mamá lo llevó junto a su hermana a algunos conciertos. Su insistencia por aprender a tocar el instrumento lo cruzó en el camino con Ivette Carolina Ferreira. Esta violinista lo inició en la música y hasta el momento es su mentora.
El joven forma parte del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, ha hecho recitales como solista en el Festival de Jóvenes Violinistas Zulianos y en la Universidad Rafael Urdaneta.
El 9 de mayo, la familia de Ángel recibió el diagnóstico: una enfermedad desmielinizante aguda. Ese día los médicos les recomendaron crear una campaña de apoyo para financiar todos los gastos. Grecia asegura que el tratamiento es largo y costoso.
Enfermedad desmielinizante
El portal especializado Mayo Clinic la define como una afección que provoca daños en el recubrimiento de las vainas de mielina en los nervios cerebrales, ópticos o de la médula espinal. nnLa enfermedad puede provocar pérdida de la visión, debilidad muscular, rigidez muscular, espasmos, pérdida de coordinación, cambios en la sensibilidad, dolor y cambios en el funcionamiento de la vejiga y los intestinos.
Con las primeras donaciones la familia pagó una resonancia magnética. El estudio arrojó que la enfermedad había avanzado y debían actuar rápidamente con una terapia que frenará su avance.
“El ya ha recibido tratamientos con esteroides y otro con plasmaféresis. Con el segundo pudo comenzar a caminar nuevamente y dentro de poco lo repetirán para ver si presenta alguna mejoría”, indicó.
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Grecia aclaró que estos tratamientos son momentáneos hasta que logren conseguir inmunoglobulina humana. Sus médicos le aseguran que con eso podrá controlar la enfermedad y progresivamente volver a tocar su instrumento.
Sortear los obstáculos pandémicos
El diagnóstico de Ángel apareció en medio de la pandemia por covid-19. En Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro implementó estrictas medidas de cuarentena en varios estados del país por el avance del coronavirus y el estado Zulia, donde viven los hermanos Delgado, ha sido uno de los más golpeados por los contagios y las restricciones.
Grecia comentó que, a pesar de esto, ellos deben salir casi a diario para que su hermano cumpla con su tratamiento médico y de fisioterapia.
La pandemia ha sido implacable con los profesionales de salud zulianos. Sin embargo, Grecia asegura que su hermano siempre recibe mucho apoyo por parte del personal de la Policlínica de Maracaibo y del Banco de Sangre. “Hace poco quiso hacer un video para agradecerle a los doctores que siempre lo han guiado con mucho cariño”.
Las palabras de aliento para Ángel también han llegado de parte de sus compañeros del sistema de orquestas, quienes esperan que pronto pueda volver a acompañarlos en los conciertos.
Esperanzas
Aunque el diagnóstico de Ángel fue una sorpresa para toda la familia, Grecia considera que Dios les ha abierto todas las puertas para que su hermano se recupere. Espera que la historia y la campaña del músico llegue a muchas personas y que, entre todos, logren hacer que vuelva a los escenarios.
El joven violinista sigue aferrado a su sueño de ser músico profesional y así se lo manifestó a su hermana. Grecia insistió en que él está seguro de poder recuperarse de esta prueba y que espera con ansias seguir con el tratamiento.
Grecia Delgado recuerda ese 4 de mayo con temor. Semanas antes su hermano hablaba entusiasmado sobre el futuro y de un día para otro comenzó a marearse y a perder la capacidad de caminar por sí solo.
Aquel día le pidió a Dios que le diera fuerza a su familia para aceptar su voluntad, porque no sabían a qué se estaban enfrentando. Sin embargo, al mismo tiempo trató de llenarse de esperanza recordando lo grande que son los sueños de su hermano y que nunca se rendirá hasta cumplirlos.
Este artículo de El Diario fue editado por: Génesis Herrera.
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