De acuerdo con un informe del Foro Económico Mundial, publicado en 2016, la creatividad sería la tercera habilidad más importante requerida para 2020, solo comparable con la habilidad de “solución de problemas complejos” y “pensamiento crítico”. Hemos llegado al 2020, pero acompañados por la pandemia y sus consecuencias, una de las transformaciones más importantes que se haya vivido en los últimos 60 o 70 años.

La imaginación es una poderosa herramienta de la creatividad. Es común ver cómo los artistas están ampliamente consustanciados con ella. También los innovadores lo hacen. Es una expresión del pensamiento abstracto, que puede derivar, como veremos, en un objetivo concreto. 

Cuando se piensa en arte, lo primero que nos viene a la mente es el aspecto estético, la sensación individual de bienestar que transmite, el aspecto cultural o incluso su potencialidad como objeto de inversión, pero hay mucho más. El arte es fuente de creatividad y medio útil para fines más allá de su aspecto inicial. Basta con explorar el trabajo de artistas como Jalila Essaïdi. Ella se dedica al bioarte y sus proyectos se enfocan en propuestas de aplicaciones concretas, útiles, ecológicas y sustentables, y además generan áreas de negocio novedosas. Su trabajo es realmente impresionante. 

Cuestión de imaginación: arte camino a la innovación

El bioarte se conoce como aquella área del arte que utiliza la biología como medio de expresión artística. En efecto, constituye una intersección entre el arte, la ciencia y la tecnología. Aunque, el arte siempre ha estado vinculado a la tecnología e influido por los materiales de cada época, en este caso, se trata del uso o incorporación directa o indirecta de bacterias, tejidos, microorganismos, y otros materiales vivos, por lo cual, usualmente se trata de artistas que han combinado habilidades del mundo de la ciencia y el arte, y profesionalmente se desempeñan en estrecho contacto con el mundo de las ciencias biológicas y la investigación en torno a este. Esta área constituye, además, un fértil y emblemático espacio interdisciplinario, para abrir discusiones, reflexión y modelo en los campos de la investigación científica, ética, social, estética y también de estudio de modelos de negocios.

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La guerrera de Gengis Kan explora límites y perfora barreras

El primer proyecto que conocí de Essaïdi fue una instalación donde presentaba un tejido a prueba de balas. Sí, usted no ha leído mal. En la instalación, uno observaba primero la imagen de una araña en una toma de zoom extraordinaria que permitía captar la textura de su piel para luego desviar la atención hacia una pequeña pieza redonda de tejido color neutro, colocada a modo de tambor y dispuesta en una pared, la cual es sometida a un disparo, y luego es posible constatar cómo el tejido absorbe el impacto, quedando cumplida la promesa de ser resistente al impacto de una bala calibre 0.22. 

Una versión bastante radical del arte que inicialmente llamaba a la reflexión sobre la violencia, pero partió de allí para transformarse en una oportunidad de explorar las opciones de la biotecnología como arte, y también reflexionar sobre sus implicaciones bioéticas. Para ser más exactos, se trata de un perfecto ejemplo de intersección entre el arte y la ciencia. 

Esta fascinante propuesta se inspiró en las prácticas del ejército mongol a cargo de Gengis Kan, quienes introdujeron diversas innovaciones en el campo de la guerra. Una de ellas, era la forma particular en que lograban protegerse frente a los ataques con flechas de sus contendores y ello radicaba en el hecho de que, a diferencia de los europeos, usaban armaduras ligeras, pero colocando debajo de estas, una camisa de seda. La seda cumplía una función clave, pues sin agravar los daños propios de la entrada del arma en el cuerpo, facilitaba retirar la flecha, solo tirando suavemente del tejido sin causar daños adicionales. 

Jalila, usando, entre otros, la imaginación, convirtió un antiguo proceso en un producto, con nuevos aportes en la resistencia de la estructura del tejido. Algo que inevitablemente capta la atención de una buscadora de creatividad e innovación como yo, para explorar el proceso creativo, y además, hurgar en las posibles expresiones de protección bajo el sistema de propiedad intelectual que puedan existir. El proyecto no solo presenta una obra de bioarte, susceptible de protección por derecho de autor, sino que al mismo tiempo se está en presencia de una innovación protegible como patente de invención. La propuesta trabajada por Jalila, conjuntamente con el profesor Randy Lewis de la Universidad de Utah derivó finalmente en una solicitud de patente de invención en 2013 sobre un método para crear seda sintética de araña a partir de leche de cabra. 

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Esta innovación se concibió inicialmente como aplicación a la industria de la seguridad, para usos tales como chalecos antibalas, o airbags, pero también se encontraron aplicaciones en otros sectores como, por ejemplo, el sector médico, industrial e incluso textil a fin de ofrecer, por ejemplo, una alternativa libre de crueldad animal, respecto al cuero, incluso con mejor rendimiento del material, y hasta un uso deportivo, para cascos de fútbol. Curioso detalle, que no puede pasar desapercibido, el encontrar dentro de la declaración del documento de patente, la declaración de la solicitante, no solo como inventora, sino como artista del “movimiento emergente de bioarte”, validando con esto la naturaleza híbrida de la invención. 

Con este proyecto, Essaïdi fue ganadora del premio Designers & Artists 4 Genomics Award en 2010, y la instalación artística aún puede verse en la exhibición virtual de la Galería Kunsthall 3,14. 

Pero todo no terminó allí, eso fue tan solo una aproximación experimental, un primer paso. A partir de este proyecto Essaïdi fundó Inspidere, una empresa dedicada a la protección y sostenibilidad del medio ambiente, y Bioart Laboratories Foundation, un laboratorio híbrido (BioArtLab). ¿Cuál podría ser el siguiente paso? 

Cuestión de imaginación: arte camino a la innovación

La diosa Hathor se llama Mestic ©

El siguiente paso se llama Mestic © un proyecto que yo definiría “La Diosa Hathor de la granja al desfile de modas de alta costura”. Hathor, representada por la imagen de una vaca y el uso de una larga cabellera trenzada, fue una importante deidad del antiguo Egipto, que simboliza la capacidad creadora y la destrucción, la belleza, la reina de los cielos y de lo abstracto y aquella que es capaz de cruzar entre dos mundos, ir a la muerte, transformarse y revivir. Debido a sus múltiples roles, resulta imposible encasillarla en uno específico. Quizás lo más significativo de ella es su capacidad transformadora.

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Jalila ha expresado en alguna de sus entrevistas que fue educada como artista, pero no quiere sentirse encasillada, además, ha expresado que, como creadora, no solo se conforma con conceptualizar, idear, descubrir o inventar, sino que quiere ser partícipe de la aplicación práctica de sus ideas. La creatividad tiene como base el pensamiento antiparadigmático y para llegar a ello es necesario, entre otros, contar con habilidades tales como la fluidez, la flexibilidad, apertura a nuevas experiencias, versatilidad, capacidad de abstracción y síntesis que permita ofrecer múltiples respuestas a un mismo problema. Resulta definitivamente apasionante ver cuándo una artista logra romper un paradigma uniendo hilos de elementos aparentemente ajenos y poner en un mismo punto, estética y aplicación útil, concepto y resultado y con ello, dar un vuelco en beneficio de la comunidad. Exactamente todo ello, encuentra síntesis en Mestic ©. 

Mestic © su siguiente proyecto combina la idea de la transformación de desecho orgánico a un producto estéticamente pulcro, delicado y sofisticado como la alta costura. La presentación del proyecto comienza con una pregunta simple: ¿Estás consciente de que el excedente de estiércol constituye una amenaza cada vez más grave al medio ambiente mundial y la salud? ¡Si aún estás leyendo, sí! La propuesta es convertir estiércol en tejidos de nuevos materiales sostenibles para la industria de la alta costura y el resultado es sencillamente extraordinario. Con ello, además, resuelve un problema importante no solo para los agricultores, sino para el medio ambiente.

Jalila en una declaración señaló que naturalmente no es la primera vez que se intenta darle un uso útil al estiércol, pero lo que sí queda claro es que lo novedoso aquí es darle al desecho orgánico un uso como biotextil, específicamente en la industria de la alta costura, produciendo además bioplásticos y biopapel. Ello, sin contar con el hecho de que el método, en sí mismo, es definitivamente disruptivo y más eficiente que el de la industria textil al producir celulosa. Además, el proceso tiende a la reducción de las emisiones de metano por descomposición del material orgánico en un ambiente anaeróbico. Una vez más, su proyecto ha culminado en una solicitud de patente. En este caso, relativo a un método para producir bioproductos derivados del estiércol y producir fibra a partir de celulosa regenerada derivada del desecho orgánico. 

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También, este proyecto ha sido ha sido ganador de varios premios entre ellos, H&M Global Change Award en el 2017, Chivas Venture Award para emprendimiento social, Clim@ competition de Green for Growth Fund (GGF). 

Para agregar un elemento más a todo el concepto, finalmente, la presentación del desfile de modas con los tejidos producidos por Mestic © ofreció una exhibición llena de creatividad, buen gusto y delicadeza. Como guiño final la modelo que encabezó el desfile lo inició con una máscara de cabeza de vaca. Surrealista ver a la Diosa Hathor caminar por la pasarela haciendo gala de su capacidad de transformación y de revitalizar cualquier cosa desechada o estancada, con tejidos ligeros y suaves, usando la simbólica trenza de Hathor.

Jalila Essaïdi en estos proyectos desarrolla los procesos creativos e innovadores en su expresión más plena, apuntando a una economía circular que fusiona lo estético con lo útil, la industria creativa con la ciencia y poniéndolo al servicio de las necesidades colectivas. Definitivamente, cuestión de imaginación, creatividad y disrupción. 

Disfruten aquí de un pequeño fragmento del Fashion Show de Mestic©:

Contacto:

  • Gabriela Núñez
  • Consultora en procesos de creatividad e innovación y propiedad intelectual
  • LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/gabriela-b-nunez
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