• Alrededor de 4.500 personas están afectadas por el cierre de las playas en Vargas, el cual ya suma seis meses. Los trabajadores exigen al Estado ser incluidos en el esquema de flexibilización

Para Angel García las fuentes de ingreso son escasas desde el decreto de cuarentena nacional en marzo de 2020. A partir de esa fecha se vio en la obligación de vender varias de sus pertenencias. También le tocó elaborar y ofrecer tortas para seguir llevando comida a casa, donde lo esperan sus dos hijas. 

Ángel trabaja en un quiosco dedicado a la venta de comida en la playa de Camurí Chico, en el estado Vargas, pero con el inicio del confinamiento el local cerró y los dueños no han podido abrir nuevamente porque el sector es uno de los excluidos del esquema de flexibilización. La situación dejó al joven de 29 años de edad sin posibilidad de recibir su salario y a la espera de una pronta solución. 

Alrededor de 4.200 trabajadores afectados

El caso de García no es aislado. Walter Requena, secretario de Seguridad Acuática de la Cámara de Prestadores de Servicios Turísticos y Playeros de Vargas, comenta para El Diario que hay alrededor de 4.200 trabajadores afectados de forma directa por el cierre de las playas.

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“Estas cifras son sin incluir a sus familiares que también sufren las consecuencias del cierre”, agrega. 

Plan piloto poco exitoso. El 12 de septiembre se efectuó un plan en dos playas de Vargas para practicar cómo será la reactivación de estos espacios. Sin embargo, dada la cantidad de gente que llegó los funcionarios policiales cerraron el paso.

El secretario afirma que comunicó la situación al ministro de Turismo, Félix Plasencia. Esto durante la reunión que sostuvo el funcionario con el gremio playero el sábado 12 de septiembre, en La Guaira.

Como respuesta, las autoridades prometieron bolsas de alimentos para todos los trabajadores pero solo llegó un kilo de mortadela y la promesa de no abandonarlos a su suerte. 

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Requena asegura que dada la situación los trabajadores playeros se han visto en la obligación de vender sus pertenencias para seguir generando ingresos.

Hay unos que vendieron motores, otros la nevera, el celular. Yo estoy vendiendo un equipo de buceo que tuve atesorado durante años porque tengo a mi mamá de 93 años de edad enferma y tengo que mantener a la familia”, manifiesta.

Los trabajadores exigen la reactivación

Trabajadores en La Guaira

Walter Requena, secretario de Seguridad Acuática de la Cámara de Prestadores de Servicios Turísticos y Playeros de Vargas, es uno de los trabajadores que armó el proyecto para la reactivación de las playas. El mismo lo presentaron al ministro Plasencia, quien activó varias mesas de trabajo en las que han discutido el tema durante las últimas dos semanas. 

“Yo le planteé al ministro (Félix Plasencia) la necesidad de aprender a convivir con el virus. Nosotros pasamos el planteamiento de abrir las playas con las medidas de bioseguridad, pero él dice que no se puede aún. El miércoles pasado sostuvimos otro encuentro con el viceministro (Alí Padrón). Ellos nos mandaron a llevar el anteproyecto a la gente de Seguridad Sanitaria y así nos tienen”, detalla. 

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Trabajadores de playas venden sus pertenencias para sobrevivir a la cuarentena
Foto: AP

Requena, al igual que el resto de los trabajadores playeros en Vargas, están alineados en relación al procedimiento que deberían seguir para reactivar la actividad en las playas. La idea, asegura, es abrir solo a la mitad de la capacidad.

“Si tenemos capacidad para 700 personas, que entren solo 350. Hay playas abiertas, quiere decir que entras por varias partes. Ahí es más difícil pero estamos implementando medidas para poner obstáculos en varios espacios y que salgan y entren por un mismo lugar. Así podemos tener más control”, afirma. 

Otras de las medidas que comenta es desinfectar con regularidad toldos y sillas, además de respetar el distanciamiento social y el uso de la mascarilla. Inicialmente su propuesta solo contempla abrir en las semanas de flexibilización y a bañistas locales, no turistas. 

Nosotros hicimos una propuesta cuidando todas las normas, de verdad necesitamos que nos den un respiro porque esta situación ya no la aguanta nadie”, sostiene el secretario.

El proyecto presentado por los trabajadores de Vargas también se está evaluando en otras entidades playeras como Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta y Falcón.

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De acuerdo con Walter, en Falcón evalúan abrir cinco de los 11 cayos que comprenden el Parque Nacional Morrocoy, mientras en Margarita reactivarán playa El Yaque. En el caso de Vargas no hay nada concreto.

“No queremos que trabajen unas cuantas playas, queremos que abran todas. Nosotros estamos esperando la orden del presidente, le rogamos que nos tome en cuenta en la flexibilización. Somos un gremio muy grande y el gremio que sostiene La Guaira es el de nosotros, el gremio playero”, sentencia Requena.

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