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¿Los paramilitares son terceros actores políticos e independientes del Estado? Es una afirmación que de resultar cierta contradice toda la conceptualización que hasta hoy se ha hecho sobre el paramilitarismo en Colombia y en América Latina, donde los paramilitares han sido vistos como grupos que funcionan de forma paralela al Estado, pero conformados y subordinados a él, típicamente con el propósito de llevar a cabo una guerra sucia en el marco de una política de Terrorismo de Estado.
Ahora bien, con respecto a estos planteamientos digamos “tradicionales” y “latinoamericanos” existen una serie de problemas e imprecisiones. En primer lugar, existió en Colombia la creencia que el fenómeno del paramilitarismo es algo único para ese país o modificando esta percepción que es algo que solo se haya presentado en América Latina. Lo cual no es cierto.En la realidad no solo existe en otras latitudes la palabra “paramilitar”, sino que se ha podido observar a lo largo del Siglo XX fenómenos paramilitares en varios países de América Latina, Europa y Asia, en contextos históricos y culturales muy diversos. El caso de Colombia es un caso poco estudiado en el exterior y casi siempre se entiende, con razón y sin ella, como un caso único y sin paralelo en el resto del mundo. Esta es una debilidad muy grave, pues se carece casi por completo de un estudio comparativo que dé cuenta de las particularidades, diferencias y similitudes del fenómeno paramilitar en diversos países y épocas históricas, tal como puede ser en el caso venezolano.
Hasta la fecha no se ha terminado la labor de establecer una definición general de lo paramilitar ni en Colombia ni en ningún otro país en el mundo. Esto es un indicativo de la grave situación que mientras el Venezuela ya lleva más que 20 años viviendo con el fenómeno paramilitar, todavía ni siquiera existe ninguna definición general y compartida sobre el término de “paramilitar” y las denominaciones alternativas; solo llamados colectivos o círculos bolivarianos. También se nota aquí el desconocimiento casi total de los términos y definiciones que se utilizan en el exterior. Allí es que tiene este autor la posibilidad como extranjero que ha vivido, trabajado y estudiado en Colombia de conocer bien ambas realidades, es decir haber acumulado gran parte de la sabiduría que existe en Colombia y además de conocer en detalle fenómenos parecidos que se han presentado en otras latitudes. Todo esto me permite sacar generalidades, pero nunca sin olvidar lo específico del paramilitarismo, que es sin lugar a dudas un caso muy singular.
El eje primordial de un estudio de fenómenos paramilitares, tiene como núcleo central la caracterización que tienen estas organizaciones tanto en lo referente a la irregularidad como la relativa autonomía del Estado, lo cual genera la potencialidad de que estos grupos puedan convertirse en un Tercer actor autónomo del Estado y con una agenda política propia, rompiendo así la dicotomía régimen-Estado y oposición armada, así como entre lo estatal y lo contra estatal, introduciendo un tercer y hasta el momento muy poco estudiado que es el surgimiento de organizaciones paramilitares que logran conformarse como plenos actores políticos.
El papel del paramilitarismo dentro del concepto del terrorismo de Estado es de ejecutar operaciones encubiertas de asesinados y desapariciones políticas, de “limpieza social”, de lucha contrainsurgente a través de una estrategia de “quitarle el agua al pez” es decir de vaciar y repoblar las zonas con influencia guerrillera. Sin embargo, el objetivo de esta estrategia no solo es combatir la insurgencia, pues es más importante desarticular expresiones políticas legales en oposición al orden social y económico vigente.
Por otro lado es importante conceptualizar los niveles de violencia y las diferencias conceptuales de los generadores de esa violencia, los cuales pueden ser determinados, como bandas organizadas, grupos organizados al margen de la Ley: delincuentes natos, raterismo, paramilitarismo y guerrilla. Mucha tela se puede cortar sobre estos temas, los cuales serán abordados en un próximo artículo.
Amanecerá y veremos…
