Los derechos políticos son los que le permiten a una persona hacer efectiva su participación como ciudadano de un determinado Estado. Se trata de facultades que, en conjunto, se convierten en el ejercicio amplio de la participación política.

En realidad, cuando hablamos de derechos políticos, nos referimos a los derechos de los que un ciudadano es titular. Entrando en materia, en el caso venezolano, la Constitución de 1999, en su artículo 136, organiza al Estado de Venezuela conforme al principio de la distribución vertical de Poderes Públicos (nacional, estadal y municipal), asimismo establece el régimen del Poder Público Nacional, conforme al principio de la separación de poderes; dicho esto divide los poderes en Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Ciudadano y Electoral. 

El derecho a participar es fundamental para todo ciudadano. A través de este se manifiesta la voluntad y la dirección de los asuntos públicos de un país. La voluntad que incluye el derecho a votar y a ser elegido forma parte del núcleo mismo de los gobiernos democráticos que se fundamentan en la voluntad popular, y las elecciones auténticas son componentes necesarios y fundamentales de un contexto que protege y promueve los derechos humanos.

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El derecho a votar y a ser elegido en elecciones genuinas y periódicas está intrínsecamente relacionado a otros derechos humanos. Algunos de ellos son el derecho a vivir libre de discriminación, el derecho a la libertad de expresión y opinión, el derecho a la libertad de asociación y reunión pacífica y el derecho a la libertad de movimiento.

¿Pero en que se basa un proceso electoral?, el mismo está dirigido por el Poder Electoral y a través de él se manifiesta la voluntad ciudadana de elegir; se encuentra regido por los principios de democracia, soberanía, responsabilidad social, colaboración, cooperación, confiabilidad, transparencia, imparcialidad, equidad, igualdad, participación popular, celeridad, eficiencia, personalización del sufragio y representación proporcional. Nada de esto está presente en el país hoy, ¿pero cuál es la diferencia con una consulta popular?

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El 2 de agosto de este 2020 los partidos políticos que conforman la Mesa de la Unidad Democrática decidieron acordar no participar en las elecciones parlamentarias. Esto debido a que el Tribunal Supremo de Justicia había nombrado a los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) de manera irregular. La no participación fue informada mediante un comunicado en el que expresaron que los partidos políticos no estaban dispuestos a participar en unos comicios con probabilidad de ser fraudulentos, razón por la cual se realizó un llamado a la comunidad internacional a desconocer los resultados de dicho proceso. 

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Ahora bien, algo importante de aclarar para entender este proceso es que esta consulta tiene una profunda diferencia con un referendo consultivo. La consulta se basa sobre decisiones políticas y un referéndum consultivo sobre cuestiones meramente jurídicas para un país, en el caso venezolano la Constitución establece únicamente la figura del referendo consultivo, de manera general y ampliada para todo tipo de temas, tanto político como jurídicos, y de manera taxativa indica que será bajo la conducción del Consejo Nacional Electoral.

En este sentido, podríamos preguntarnos, ¿si es viable la realización de una consulta de carácter popular, realizada por los ciudadanos en compañía de los partidos políticos?, a lo cual debemos responder que sí , porque el ordenamiento jurídico venezolano, en la propia Constitución, manifiesta que la soberanía reside en el pueblo y no solo es a través del sufragio que se ejerce, sino también indica que puede ser realizado a través de mecanismos de participación ciudadana, como en efecto lo es la consulta popular, y no necesariamente bajo la rectoría de un CNE. En consecuencia, también podríamos indicar que es viable que la realice la sociedad civil con ayuda de la Asamblea Nacional.

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Como bien vemos, estamos en presencia de la promoción y defensa de los derechos políticos, a través de los cuales los ciudadanos ejercen o manifiestan su voluntad. Hoy en Venezuela es importantísimo no perder estos espacios, a través de los cuales la voluntad de los ciudadanos es expresada, mucho más cuando un régimen se ha acostumbrado a mandar pero el pueblo se niega a continuar oprimido. 

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