• Este plantel, ubicado en El Junquito, se fundó para atender a niñas ciegas. Con el paso de los años, incorporó niños sin problemas de visión para promover la integración, el respeto y la inclusión. Foto:  Lenny Martínez

En un mundo cada día más visual, se hace necesario suministrar herramientas para todos aquellos que tienen discapacidad en este sentido, bien sea 100% o limitada. Y bajo esa premisa, el Centro Educacional de Invidentes Francisco de Asís (Ceifa), adscrito al movimiento popular Fe y Alegría, promueve la inclusión y formación de niños ciegos con el mundo exterior.

Fundado el 6 de agosto de 1956, inicialmente estuvo en Los Chorros, luego en Los Palos Grandes y en El Junquito, desde 1978 hasta la actualidad. Su construcción obedeció a la necesidad de prestar educación a las residentes de la Casa Hogar de Niñas Ciegas, institución que acoge a niñas con problemas de visión desde los cinco años hasta culminar el bachillerato.

Las estudiantes que hacen vida en la casa hogar están de lunes a viernes, de manera que el fin de semana puedan compartir con sus familiares. Esa es una de las condiciones para estar en las instalaciones, continuar sus estudios en el Ceifa y contar con un representante legal.

Atienden a niños con discapacidad visual
Foto:  Lenny Martínez

Enseñanza con amor para superar las barreras

Ambas instituciones trabajan con una misma misión: enseñar con amor, formar ciudadanos con oficios y profesiones, además de contribuir con la sociedad a través del impulso educativo.

Sor Morelba Díaz Díaz es la directora de la casa hogar desde 2005, y antes se desempeñó como docente. Es egresada del plantel porque es invidente y luego de graduarse de bachiller viajó a España, en 1970, para convertirse en religiosa de la orden Hermanas Franciscanas de la Inmaculada.

En conversación para El Diario, precisó que la graduación e incorporación de las alumnas al sistema laboral y académico es muy satisfactorio. “En nuestra casa hogar enseñamos a las niñas a valerse por sí mismas. Una vez que terminan sus estudios de bachillerato, muchas optan por ir a la universidad. Entre las carreras que más cursan están Derecho, Educación y Comunicación Social”.

El Ceifa enseña a mirar el mundo más allá de la discapacidad visual
Foto:  Lenny Martínez

Indicó que en la actualidad, tienen tres niñas invidentes de 14 y 15 años de edad, quienes cumplen con sus actividades semanales, pero por la pandemia, estudian desde el hogar con el apoyo de una psicopedagoga y las instructoras de Braille.  Asisten al colegio solo dos veces por semana desde marzo pasado.

“Aquí en la casa hogar reside una exalumna que estudia artes escénicas. Tiene baja visión y lee con lupa. Se ayuda con un grabador para repasar”, apuntó la religiosa.

Respecto al financiamiento y costos por cada alumna, agregó que el Ministerio de Educación a través de la Asociación Venezolana de Escuelas Católicas (AVEC), se encarga del pago de salarios del personal, los padres hacen un aporte y el resto es donaciones de particulares.

¿Cómo es el proceso de integración?

El Ceifa recibió el código en formación para educación especial dirigida a niñas con discapacidad visual, ciegas o de baja visión.

Díaz puntualizó que en 1982 ingresó el primer grupo de integración, con niñas de la zona, y en 1989 entró el primer varón con discapacidad visual. En la actualidad, la matrícula es de 260 estudiantes, de los cuales 12, tienen algún tipo de problemas con la visión.

El proceso de formación para los niños con discapacidad visual es igual que el de enseñanza regular, con excepción de matemáticas, que esa sí es personalizada. Desde el proceso de ingreso se inicia la exploración e interacción con niños sin discapacidad visual”, relató.

Una vez iniciada la cuarentena, los alumnos ciegos se mantienen con el ritmo de enseñanza a través de fichas, audios y la orientación del personal educativo dedicado a ellos. Los niños sin problemas de visión reciben clases a través de internet y con llamadas.

El Ceifa enseña a mirar el mundo más allá de la discapacidad visual
Foto:  Lenny Martínez

Antes de la llegada del coronavirus, en el mismo salón convivían, con respeto, todos los estudiantes. Compartían e interactuaban en todas las actividades académicas.

“Fue hermoso estudiar allí”

La periodista Mayluth Mujica se graduó de bachiller en este instituto. No tiene discapacidad visual, pero tuvo la oportunidad de compartir con niñas ciegas. “Eso me cambió la vida. Aprendí que la gente merece respeto. Fue hermoso estudiar allí”.

Recordó que una de las enseñanzas que le quedó de por vida es la importancia de la familia y los valores. “El Ceifa te daba esa sensación de hogar, te veían el alma. Por ejemplo, durante mi adolescencia, mis padres se separaron y allí estuvo mi profesora guía, Ligia, guiándome y acompañándome en ese proceso. Allí me enamoré por primera vez de un niño ciego, allí conocí a mi mejor amiga”, contó la comunicadora con experiencia en medios nacionales e internacionales.

Atención a personas con discapacidad
 Foto: Lenny Martínez

Mujica, quien reside en Argentina, es partidaria de una sociedad más incluyente “que en cada calle parlantes que sirvan de guías para las personas con discapacidad visual, semáforos con voz, avisos en Braille, inclusión de verdad”.

Subrayó que el plantel significó oportunidades para ella, quien creció en un sector popular de El Junquito. “Estudié hasta sexto grado en una escuela pública y quería hacer mi bachillerato allí. Estuve una semana tratando de ganarme mi cupo y lo obtuve (…) estoy convencida de que yo fui elegida para estudiar allí”.

Entre sus experiencias inolvidables, citó las travesuras con sus compañeras. “Las niñas ciegas también hacían tremenduras, jugábamos carnaval, la pasábamos muy bien. Uno de mis sueños no cumplidos es no haberme podido quedar una noche en la residencia y hacer una pijamada. El Ceifa es importante en mi vida, allí aprendí a trabajar en equipo”, enfatizó.

El Ceifa enseña a mirar el mundo más allá de la discapacidad visual
Foto:  Lenny Martínez

El frío de la zona contrasta con la calidez, dedicación y constancia de los docentes de este centro especial, quienes consideran que pueden transformar vidas a través de las oportunidades y con educación de calidad. Saben que el mundo puede mirarse de muchas maneras… solo hay que enseñarlo.

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