• La primera alcaldesa de Baruta, entre 1989 y 1992, falleció este 31 de marzo de 2021. Su gobierno no solo construyó desde cero la identidad e institucionalidad del municipio, sino un modelo de gerencia pública que marcó precedentes en el estado Miranda

La construcción del municipio Baruta, estado Miranda, se materializó con las elecciones regionales del 3 de diciembre de 1989. Un hito de la Venezuela democrática que supuso un importante avance hacia la descentralización, y que tuvo como protagonista a Gloria Lizárraga de Capriles. Como primera alcaldesa de la recién nacida jurisdicción, tuvo la labor de colocar los cimientos institucionales de una gestión que todavía es referencia en la política nacional.

La dirigente y activista social falleció el miércoles 31 de marzo de 2021 a los 76 años de edad. La información fue confirmada por el actual alcalde de Baruta, Darwin González, así como por diferentes líderes políticos y organizaciones que lamentaron su partida en redes sociales.

Pionera en la política

A los 14 años de edad, con el florecer de la democracia en Venezuela, Lizárraga se inició en las filas del partido socialcristiano Copei. Allí fue una miembro activa donde abogó por los sectores más vulnerables de la sociedad, faceta que mantuvo durante su Administración y en sus labores humanitarias una vez alejada del foco político. 

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Baruta fue la primera población en declarar su autonomía de la figura del Distrito Sucre el 22 de septiembre de 1987, en un acto que se concretó con la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Municipal de 1989. Esto le permitió al emergente municipio participar en las elecciones regionales de ese año, donde Copei apostó por el liderazgo femenino de Lizárraga, quien ya era conocida por su trabajo en las comunidades. Su victoria marcó un precedente en la política caraqueña, pues luego de que Chacao y El Hatillo alcanzaron su autonomía como municipios en 1992, también votaron por mujeres, con Irene Sáez y Mercedes Hernández de Silva, respectivamente.

Dado que el antiguo Distrito Sucre concentraba sus poderes en Petare, a Lizárraga le tocó asumir la labor de levantar desde cero la institucionalidad e identidad de Baruta, en medio de un país que ya mostraba síntomas de crisis económica e inestabilidad política luego de El Caracazo. La propia dirigente contó que la primera sede de la Alcaldía de Baruta operó en el tercer piso del centro comercial Plaza Las Américas, en un local con sillas alquiladas y cajas en lugar de archiveros y escritorios. Relata que debido a la falta de recursos, se vio en la necesidad de llamar a las empresas ubicadas en el municipio para que adelantaran el pago de sus impuestos y así poder cancelar las nóminas de su personal obrero. Ni ella ni los funcionarios administrativos cobraron hasta tener ingresos estables.

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Aunque Baruta, como otros municipios del este del Área Metropolitana de Caracas, se caracteriza por tener una población de clase media y alta, no está ajena a la realidad de sus zonas populares. El Rosario, Las Minas y Santa Cruz del Este son algunos de los barrios que hacen vida entre las industrias y urbanizaciones. A estos sectores Lizárraga dedicó gran parte de su gestión, con la instalación de servicios públicos, construcción de canchas deportivas y espacios públicos, entre otras obras para integrarlos a la ciudad.

“Aquí en Baruta siempre me echaban broma y me decían que yo era una barrióloga, porque en verdad siempre he dicho que los alcaldes, los gobernadores y los presidentes deben trabajar esencialmente por la gente más necesitada”, dijo en un video publicado en mayo de 2020.

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También fue una pionera en cuanto a modelo de gerencia pública, siendo de las primeras alcaldesas en apoyar e institucionalizar los mercados a cielo abierto, los equipos deportivos locales con torneos municipales, y la instalación de espacios dedicados a la educación y cultura. Uno de sus mayores legados fue la creación del primer cuerpo de policía municipal del país, el 2 de mayo de 1990.

En una entrevista realizada al exconcejal Luis Somaza en junio de 2016, Lizárraga explica que en su gobierno se promovió el mantenimiento de las áreas verdes de las comunidades por parte de los mismos ciudadanos. Se solía premiar a las juntas locales con los espacios más ornamentados, mientras que en los menos cuidados eran transferidos a sectores vecinos. 

Buena parte de las políticas implementadas por Lizárraga de Capriles en Baruta sentaron un precedente del modelo que luego se extendió más allá de Baruta a sus municipios aledaños, lo que en buena parte sirvió para consolidar el estatus socioeconómico y la reputación que por décadas tuvo el este de Caracas en el imaginario colectivo.

Trascendencia de Gloria Lizárraga de Capriles

La mandataria colgó su capa en 1992, luego de que Ángel Enrique Zambrano fuera elegido alcalde en las elecciones municipales. No obstante, su legado se mantuvo, y en 1995 Copei volvería a repetir su fórmula de éxito en Baruta, esta vez con la exactriz Ivonne Attas. 

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El 15 de marzo de 2021 Asia Villegas Poljak, diputada a la Asamblea Nacional del régimen de Nicolás Maduro, causó polémica en Twitter por un mensaje donde aseguró que no hubo protagonismo de la mujer en los cargos de votación popular en Venezuela hasta la llegada del chavismo. Dijo que las primeras gobernadores y alcaldesas fueron postuladas por el entonces partido oficialista Movimiento Quinta República (MVR). 

Entre los nombres de destacadas dirigentes con las que los usuarios le recordaron a la parlamentaria el pasado democrático del país, figuraron la excandidata presidencial Ismenia Villalba o la primera gobernadora del estado Zulia, Lolita Aniyar de Castro. Tampoco faltaron en las listas Sáez, Attas, Hernández de Silva y Flora Aranguren. No fueron pocos los que  evocaron enseguida a Gloria Izárraga de Capriles.

Cuando hay mística y amor a lo que se hace, todo sale. Cuando se está enamorado por el municipio, todo surge (…) Yo sentía que era una necesidad perentoria hacer un municipio que valiera la pena”, declaró en una oportunidad Lizárraga de Capriles.

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