• El tribunal dictaminó que los juicios que enfrentó el exmandatario fueron realizados ante un juez que carecía de competencias para decidir sobre el caso

La Corte Suprema de Brasil anunció que fueron anuladas las condenas que pesaban sobre el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva. De esta manera el líder político queda habilitado para optar a cargos públicos.

Prisión. Lula permaneció 580 días en prisión por los cargos que se le imputaban.

“Desde hace cuatro años defendemos que los tribunales de Curitiba no podían juzgarme”, expresó Lula luego de conocer la decisión.

El dictamen judicial fue aprobado con una mayoría de 8 votos a favor y 3 en contra, lo que supone un respaldo a la decisión del juez Edson Fachin en la que a través de una medida cautelar anuló las penas que pesaban sobre el exmandatario brasileño.

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En la sentencia Fachin aseguró que los juicios a los que fue sometido Lula fueron realizados de forma irregular. El motivo de ello es que fueron realizados por un juez que no tenía competencia para decidir sobre el caso.

En su decisión el juez argumentó que los cargos que se le imputaban al expresidente brasileño no estaban relacionados con la trama de corrupción que investigan los tribunales de la ciudad de Curitiba, donde fue juzgado Lula da Silva previamente. 

Horas antes de conocerse la decisión judicial el líder del Partido de los Trabajadores había expresado que se sentía “muy tranquilo” pues creía que el fallo de la Corte Suprema sería a su favor.

Si bien la medida deja sin efecto las condenas impuestas en su contra, el exmandatario deberá afrontar un nuevo proceso judicial a cargo del Tribunal Federal del Distrito, en Brasilia, que deberá determinar si es culpable de los cargos de los que es acusado.

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Entre los crímenes que se le imputan destacan hechos de corrupción por presuntamente recibir sobornos, por más de 2 millones de dólares, de la empresa constructora brasileña Odebrecht. Asimismo, también se le acusa de recibir 680.656 de dólares del contratista a través del Instituto Lula.

Yo ya probé mi inocencia. Quiero ver ahora que aparezca alguien a probar mi culpa”. Lula Da Silva

Lula da Silva, de 75 años de edad, llegó a la presidencia de Brasil con una mayoría electoral de 61%, un hecho inédito en la historia de ese país. Debido a su tendencia a los movimientos de izquierda fue un aliado político de Hugo Chávez durante su presidencia.

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Debido a este apoyo popular un segmento significativo del pueblo brasileño consideraba que los señalamientos en contra del expresidente eran infundados, razón por la que afirmaban su inocencia.

La nueva sentencia de los juzgados brasileños abre la posibilidad de que el exsindicalista pueda postularse a la presidencia de Brasil, escenario que no podía ocurrir previamente debido a las condenas que le habían sido impuestas.

La idea de que el político pueda convertirse nuevamente en presidente de Brasil no es descabellada pues a su salida del cargo en 2010, Lula contaba con una aprobación cercana a 80%, algo poco común en el escenario político latinoamericano.

Debido a este apoyo popular un segmento significativo de la población brasileña considera que los crímenes de los que se le acusan a Lula son infundados y que por tanto es inocente de todos los cargos.

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Este apoyo tiene su origen en que durante su mandato la economía brasileña experimentó un crecimiento sin precedentes que se tradujo en tasas de desempleo inferiores a las de países desarrollados como Estados Unidos o Alemania.

Otro de los factores que han contribuido a la popularidad de Lula da Silva es su historia de superación que le permitió salir de la pobreza, con estudios escolares inconclusos, y convertirse en presidente.

Tal fue la popularidad del exmandatario brasileño que su entonces homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, lo calificó como “el político más popular del planeta”.

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