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- La casa editorial inició en 1990 como una fundación sin fines de lucro y hasta la fecha suma más de 30 libros publicados. En la actualidad vende sus libros internacionalmente por Amazon y planea expandir su distribución por medio de iBooks y Google Books. Foto: Cortesía de La Hoja de la Calle
La Hoja de la Calle es una editorial venezolana independiente que nació en 1990 y ahora se mantiene vigente en los medios digitales y ha trascendido fronteras. En julio publicará cinco obras literarias –aún sin títulos determinados–. Dos de estas fueron realizadas por escritores noveles de poesía, y las otras tres serán de narrativa, inéditas. Sus autores son:
– Andrea Quiñones Rubio (poesía)
– Alejandro Indriago alias (poesía)
– José Leonardo Riera (narrativa)
– Ricardo Caputto (narrativa)
– Nomar Oporte (narrativa)
Su objetivo sigue siendo el mismo con el que se fundó hace tres décadas: impulsar el desarrollo literario de Venezuela y brindar la oportunidad a los escritores desconocidos para que publiquen su obra de manera profesional.
Algunos de sus libros mejor acogidos por el público, según los datos de la misma editorial, son El Abcdiario Ilustrado por Régulo Pérez (de Jesús Eduardo Jiménez), Pasado Vuelo (de Luis Alberto Crespo) y Poemas en Cuarentena (de Ángel Malavé). Además, la asociación cuenta con escritores como Gabriel Jiménez Emán, William Osuna, José Javier Sánchez, Julio Valderrey y Benito Mieses.
El presidente editorial de La Hoja de la Calle, Maximiliano Malavé Rojas, dijo en exclusiva para El Diario que cuando asumió la directiva de la editorial (2018), su principal enfoque fue migrar todo el contenido al ámbito digital. Por lo que a finales de ese mismo año comenzó dicho proceso. Ahora no solo cuentan con página web y redes sociales, sino que además establecieron relaciones con Amazon para potenciar la distribución y venta de los textos.
Estados Unidos, España, Italia y Francia son los países en donde la editorial tiene mayor demanda de ejemplares (vía Amazon).
El apoyo e impulso de la literatura –sobre todo en la Venezuela actual– es de gran importancia para Malavé. Él considera que existe una “decadencia de valores en la sociedad”. Por el contrario, continuó, lo que abunda es una “plaga de antivalores” que se han afianzado como parte de la cultura venezolana, lo cual “se puede corregir trabajando con la familia a través del incentivo de la lectura y la importancia de leer”.
Una editorial beneficiada por la cuarentena
Malavé explicó que ser una editorial independiente en Venezuela representa un gran desafío en el que el obstáculo más complejo es la crisis económica nacional. Aunque para otros sectores, empresas y negocios, la pandemia del covid-19 agravó significativamente la problemática monetaria, para La Hoja de la Calle, por el contrario, resultó de provecho para aumentar su alcance y número de lectores.
Un año después de que comenzara la cuarentena por el covid-19, la editorial logró reubicarse en una oficina de Sabana Grande, Caracas.
Crisis económica: un obstáculo para las editoriales venezolanas
A pesar del impulso durante 2020 por el resguardo de muchas personas en casa, la crisis económica persiste. Hacer ejemplares en físico es imposible para La Hoja de la Calle, debido a que la maquinaria, las impresiones, la tinta y el resto de los recursos necesarios para ello son muy costosos.
Además, Maximiliano Malavé acotó que a partir del año 2000, el costo de los libros en líneas generales ha disminuido considerablemente. En palabras del experto, las ofertas principales, que son de las editoriales gubernamentales, son exhibidas a un precio “infravalorado, al punto en que ni siquiera pueden recuperar la inversión que acarreó la producción” de los ejemplares.
Esto supone un problema en el mercado para las editoriales independientes, ya que “la gente no va a pagar cinco dólares por un libro, que sigue siendo económico, cuando lo puede conseguir por un millón de bolívares” –menos de un dólar actualmente–, agregó.
El origen de La Hoja de la Calle
La editorial comenzó como una fundación sin fines de lucro, cuyo objetivo era apoyar a los escritores –poetas en su mayoría– que no tenían recursos para publicar sus obras. La iniciativa tuvo buena acogida por parte del público y poco a poco se consagró como una editorial.
El proyecto surgió bajo la tutela de los poetas Nomar Oporte, Hermes Vargas, Jaime Betancourt, César Belmonte y Ángel Malavé. A principio de la década de 1990 se reunieron en una de las salidas del Metro de Caracas, en la estación Plaza Venezuela, y colocaron kioscos para la venta de libros. Invitaron a artistas de todo tipo, los cuales solían visitar librerías. Esta reunión se repitió en otras oportunidades, convirtiéndose en una actividad frecuente.
Tras varias reuniones similares, surgió la idea de relatar las experiencias de los artistas que asistían. Así como la intención de crear una alianza que apoyara a los escritores desconocidos sin sacrificar calidad en el progreso.
De esta manera nació la primera publicación de La Hoja de la Calle en 1990: “La Hoja”. Una revista en una cartulina tamaño carta, la cual combinaba las palabras de algún escritor junto con ilustraciones de otro artista gráfico. La revista se llevó a cabo hasta 1992 y luego la editorial continuó con publicaciones más extensas.
El nombre La Hoja de la Calle se creó a raíz de una frase del prócer Simón Rodríguez: “No quiero parecerme a los árboles, que echan raíces en un solo lugar; sino al viento, al agua, al sol, a todas esas cosas que marchan sin cesar”. Los poetas consideraron que las palabras de Rodríguez colindaban con la esencia de su proyecto, así que se inspiraron en ellas para determinar un nombre que refleja una lectura rápida que seguirá su rumbo, hasta otro lector, al terminar su propósito.
Planes a futuro
Adicionalmente a las publicaciones previstas para julio, la editorial tiene otros planes para este año:
– Distribuir sus libros en iBooks y Google Books
– Publicar 15 libros en total, aproximadamente
Otro plan para más adelante es poner en práctica un proyecto en el que varios voluntarios asistirán –con donaciones y apoyo de otras editoriales– a espacios específicos para ofrecer lecturas y talleres a los niños.
Queremos establecer una biblioteca comunitaria constante en donde los niños puedan reforzar lo que ven en las escuelas y aprender lo que no. De esta forma, aprovecharíamos el gran tiempo de ocio de los muchachos para apoyarlos e incentivar el hábito y amor por la lectura”, dijo Malavé.El principal responsable de La Hoja de la Calle aseguró que su equipo está dispuesto a conocer y apoyar a más escritores noveles. Invita a quienes deseen desarrollar su sueño literario a contactar con la editorial de manera directa por redes sociales o por medio del número y correo que exponen en sus sitios web.
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