• En una Venezuela con 41 meses en hiperinflación, una nueva reconversión monetaria luce inminente para especialistas financieros, quienes advierten que su vigencia dependerá de los correctivos económicos que la acompañen

Un proceso de reconversión monetaria en Venezuela luce inminente o así lo consideran especialistas en la materia, quienes advierten que, de no tomarse los correctivos necesarios para estabilizar la economía, una nueva familia de billetes no solucionará los problemas financieros que aquejan al país desde hace más de un lustro y que se acrecentaron desde finales de 2017, fecha en la que Venezuela entró en hiperinflación.

Durante los últimos años el régimen de Nicolás Maduro ha tomado una serie de decisiones económicas tratando de corregir sus propios errores, pero sin atacar los verdaderos problemas que han causado la debacle.

Esto trajo como consecuencia una reconversión monetaria donde se le quitaron cinco ceros al bolívar, apenas 10 años después de que su predecesor Hugo Chávez le quitara tres, gracias a un proceso hiperinflacionario que aún se mantiene y abre las puertas a una nueva reconversión, debido a lo rápido que perdieron su valor las piezas del cono actual, que entraron en vigencia en agosto de 2018, y la gran cantidad de ceros que se están manejando en las transacciones financieras.

Los problemas financieros que ha enfrentado Venezuela desde 2013 son evidentes solo al revisar sus indicadores económicos, los cuales muestran una caída de más del 65% en seis años y 41 meses de hiperinflación marcando un panorama nada alentador para el país

Reconversión sin billetes: La medida que podría aplicarse en Venezuela durante el segundo semestre
Foto: BCV

Según las últimas cifras oficiales hechas públicas por el Banco Central de Venezuela (BCV) el Producto Interno Bruto (PIB) cayó en un 52,3% entre 2013 y 2018, porcentaje muy cuestionado en su momento por la Asamblea Nacional y organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que habían estimado una disminución muy superior.

Pero, aun así, tomando los datos oficiales hasta 2018 y las estimaciones del FMI, que ubicó la contracción del PIB venezolano en un 35% para 2019 y 10% en 2020, el acumulado supera el 66 %, lo que quiere decir que el país perdió dos tercios de su riqueza en apenas 7 años, cayendo el PIB per cápita a niveles menores que hace 70 años, un gran retroceso para cualquier economía.

Reconversión “inminente”, pero sin billetes nuevos

Para el director de la firma Econométrica, Henkel García, la administración de Nicolás Maduro podría estar preparando la reconversión con la impresión de pocos o ningún billete nuevo, lo que llevaría a seguir usando las piezas del cono monetario actual, pero aliviaría los procesos contables en el país con una reducción importante de ceros, que podrían llegar a ser hasta de seis.

“Ya se sabe que se está trabajando en la reconversión, la reconversión viene en el corto plazo, comenzando el segundo semestre de este año”, afirmó el economista en entrevista para El Diario.

Asimismo, advirtió sobre la posibilidad de que “se lance la reconversión y haya muy pocos o ningún billete del nuevo cono monetario, y se permita la circulación del viejo cono monetario por bastante tiempo, más de lo que ocurrió con las otras dos reconversiones”.

Por su parte, el otro director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, advirtió de la inminencia de la reconversión en un video publicado en su cuenta de Instagram.

“Estamos viendo un anuncio inminente de reconversión monetaria por parte del Ejecutivo. Una vez que se haga el anuncio, la banca y las principales empresas tendrán tres meses para hacer la adecuación de los sistemas contables y de cómputo para el tema de la reconversión”, advirtió Oliveros antes de asegurar que esta decisión ya podría estar tomada.

Billetes monofuncionales

El también economista Luis Bárcenas considera que el cono monetario actual ya está en desuso y solo sirve “para pagar el transporte público”, por lo que ve necesario una nueva reconversión al no existir en Venezuela “un billete compatible con la realidad hiperinflacionaria”.

“Es difícil pensar que un cono monetario sea útil cuando el máximo billete de ese cono vale un tercio de un dólar y cuando una canasta de bienes esenciales, como la métrica que se usa para medir la canasta básica, supera los 300 dólares al mes”, alegó durante una entrevista para El Diario antes de recordar que el billete de Bs 1.000.000 fue puesto en circulación el pasado 5 de marzo.

Nuevo billete de Bs. 200 mil que se incorpora al Cono Monetario vigente
Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Por ello, no cree conveniente la emisión de nuevos billetes del cono actual y piensa que es un movimiento más acertado “una reconversión agresiva”, aunque advirtió que esto no significa una cura para la inflación.

Si quieres una reconversión monetaria duradera, tienes que hacerla de una forma bastante agresiva; es decir, tienes que reducir seis o inclusive hasta nueve ceros, pero al mismo tiempo debes tener la capacidad de emitir el cono monetario asociado a esa reconversión en físico o si es que vas a impulsar todos los medios de pago para que migren a medios digitales, ofrecer la plataforma para hacerlo”, explicó.

Bárcenas plantea la reconversión agresiva con el escenario probable de que la hiperinflación va a continuar, por lo que recomienda quitar al menos seis ceros a la moneda, pronosticando que si solo se le quitan tres “es probable que en un año o dos haya que volver a reconvertir”.

“Si mantienes la inflación del primer trimestre en promedio para lo que resta del año deberás volver a reconvertir de tres a cinco años para volver a colocar al papel moneda a su poder de compra en términos reales”, agregó.

El economista considera clave que la reconversión venga acompañada de “medidas creíbles de contención fiscal” que garanticen su vigencia y frenen el espiral de precios que no permite la estabilización de la economía.

“El principal elemento para que la reconversión pierda la efectividad en pocos meses es abatir la hiperinflación”, sentenció.    

¿Es posible una economía 100% digital?

Henkel García considera que la intención de estimular el pago electrónico con herramientas como el C2P (pago electrónico de comercio a persona) para mitigar la falta de efectivo y digitalizar 100% la economía, no van a parar la reconversión que, a su juicio, viene más por las incomodidades en los sistemas contables y de administración por el manejo de altísimas cifras en bolívares, que para solucionar los verdaderos desequilibrios económicos que presenta el país.

En este sentido, no cree que exista la posibilidad de instaurar una economía 100% digital porque “el efectivo no se puede sustituir por completo, ni siquiera la parte de bolívares”.

“Lo anecdótico y llamativo es que hablan de una economía digital cuando creo que teníamos tiempo en Venezuela o jamás habíamos pagado tanto en efectivo”, añadió antes de especificar que la mayoría de estos pagos se hacen en divisas.

“Entonces si se va a hablar de una economía digital, obviamente tendrías que atacar todo lo que está ocurriendo con la parte de pago de efectivo en dólares, cosa que no es sencilla. Le han dado la vuelta, pero por los momentos pareciera que eso no tiene solución”, explicó García.

Personas fuera del sistema financiero

Por su parte, el economista Jesús Casique tampoco ve posible una digitalización del 100% de la economía pues aún existen personas “que no están bancarizadas”, además de obviar el problema principal que impide que se estabilice la economía venezolana, la hiperinflación.

“No es la solución el tener una economía digitalizada En primer lugar porque hay personas en lo más recóndito del país que cobran en efectivo, que no están bancarizadas, no tienen cuentas en una institución financiera. En segundo lugar Venezuela está atravesando por hiperinflación y el gobierno debería atacarla y luego establecer los correctivos o medidas que requiera la economía”, alegó en entrevista para El Diario el también profesor de Economía y Finanzas.

Casique criticó que se quiera realizar una nueva reconversión monetaria sin tomar dichos correctivos, por lo que le augura un destino similar al proceso que se llevó a cabo en agosto de 2018; sin embargo, cree necesaria la medida “porque ya contablemente es inmanejable la gran cantidad de ceros”.

Ante la inminencia de otra reconversión recomendó al régimen de Maduro establecer “tres amarras” fundamentales para asegurar que tenga más éxito que la de 2018.

“La primera amarra lo fiscal, la segunda amarra lo monetario y la tercera amarra lo cambiario. Si usted establece una reconversión monetaria sin establecer disciplina fiscal, ni disciplina monetaria; de forma aislada no va a resolver los problemas de la economía”, explicó.

García, Bárcenas y Casique coinciden en que si no se domina la inflación y no se toman unas políticas económicas serias que ataquen el verdadero problema, los nuevos billetes perderán rápidamente su valor y se deberá repetir muy pronto el proceso de reconversión, tal cual como pasó con el actual que no ha cumplido tres años y ya es necesario suprimirle más ceros al bolívar.

Otros países latinoamericanos que han eliminado ceros a sus monedas

Hasta la fecha siete países latinoamericanos, además de Venezuela, han decidido eliminar ceros a su moneda, pero solo dos de ellos lo han hecho más de dos veces: Argentina y Brasil.

En Argentina se han realizado cuatro reconversiones monetarias. La primera en 1970 que le quitó dos ceros a su moneda, la segunda en 1983 cuando la supresión fue de cuatro. En 1985 le quitaron tres y durante su última reconversión en 1992 volvieron a suprimir cuatro ceros.

Brasil en 1967 le quitó tres ceros, acción que repitió en 1986, entre ese año y 1993 hubo tres ajustes más, el último de ellos no suprimió ceros, sino que le dio como valor a su nueva moneda, el ‘real’, un equivalente de 2.750 cruzeiros reales, que era la unidad monetaria anterior. En ese periodo el gigante amazónico cambió seis veces la denominación de su moneda: el cruzeiro, el cruzado, el cruzado novo, de nuevo el cruzeiro, el cruzeiro real y el real.

Por su parte, Bolivia, Perú, Chile y Uruguay realizaron reconversiones monetarias en dos ocasiones; mientras que México lo hizo solo una vez.

La nación del altiplano restó tres ceros a su moneda en 1963 y luego quitó seis en 1987. Perú hizo lo mismo al reemplazar el sol por el inti en 1985, en una relación de 1.000 a 1; para luego restarle seis ceros al inti y renombrarlo nuevo sol en 1991.

Chile quitó tres ceros a su ‘peso’ en 1960 y lo renombró ‘escudo’; sin embargo en 1975 volvió a restar tres ceros y retomó su nombre de ‘peso’. Uruguay también restó tres ceros a su moneda dos veces, la primera en 1975 y la última en 1993.

México solo ha realizado una reconversión, en el año 1993, donde también le suprimió tres ceros a su unidad monetaria.

Si finalmente Venezuela realiza su tercera reconversión se uniría a Argentina y Brasil cómo los únicos países latinoamericanos, hasta la fecha, en restar ceros a su moneda más de dos veces.

Reconversiones

PaísPrimera reconversión Segunda reconversiónTercera reconversiónCuarta reconversiónQuinta reconversión
Argentina 1970 (restó tres ceros)1983 (restó cuatro ceros)1992 (restó cuatro ceros)
Bolivia1963 (restó tres ceros)1987 (restó seis ceros)
Brasil1967 (restó tres ceros)1986 (restó tres ceros)1989 (restó tres ceros)1993 (restó tres ceros)1994 (Hizo reconversión de 1 x 2.750)
Chile1960 (restó tres ceros)1975 (restó tres ceros)
México1993 (restó tres ceros)
Perú1985 (restó tres ceros)1991 (restó seis ceros)
Uruguay1975 (restó tres ceros)1993 (restó tres ceros)
Venezuela2008 (restó tres ceros)2018 (restó cinco ceros)

Tercer proceso de hiperinflación más largo de la historia

Por el momento el país atraviesa el tercer proceso hiperinflacionario más largo de la historia con 41 meses, comprendidos entre noviembre de 2017 y abril del presente año, solo por detrás de Grecia y Nicaragua.

Según datos de la tabla hiperinflacionaria de Hanke-Krus, Grecia estuvo 55 meses de hiperinflación entre mayo de 1941 y diciembre de 1945, coincidiendo con el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.

Por su parte, Nicaragua estuvo 62 meses en la espiral inflacionaria, entre enero de 1986 y marzo de 1991, cuando el país centroamericano vivía una turbulencia institucional tras la llegada al poder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), quienes habían derrocado a Anastasio Somoza y eran enfrentados a una milicia armada conocida como los Contra.

Al final de 2021 Venezuela podría cerrar con 50 meses de hiperinflación, quedando a solo 5 del segundo lugar que mantiene Grecia hasta la fecha. Lo curioso es que a pesar de la incertidumbre institucional que vive el país, tras la instauración del gobierno interino presidido por Juan Guaidó en enero de 2019 y la presunta guerra económica puesta de excusa por el chavismo durante los primeros años de la debacle financiera, Venezuela no vive ni de cerca las situaciones bélicas que se vivieron en las dos primeras naciones que encabezan esta lista.

Por esta razón, es que los especialistas consultados auguran que un nuevo proceso de reconversión no será exitoso, mientras no se tomen los correctivos necesarios para detener la hiperinflación y estabilizar la economía.

Toca esperar para saber cuántos ceros serán suprimidos a la moneda y si esta decisión vendrá acompañada de otras medidas que aseguren su éxito, o al menos le otorguen una vigencia superior a los dos procesos previos.

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