• Estos comerciantes, quienes venden tanto productos industrializados como caseros, aprovechan las semanas flexibles y alternan ruta durante las radicales 

La falta de efectivo en bolívares o la dificultad de dar vuelto en dólares no es impedimento para que los heladeros ofrezcan sus productos en Caracas, porque el pago móvil y la cancelación a través de punto de venta son las opciones que manejan estos comerciantes ante las limitaciones de sus clientes.

Estos comerciantes solo pueden trabajar cuando el Ejecutivo Nacional permite la apertura de parques y otros centros de recreación durante las semanas de flexibilización. Para evitar el decomiso de la mercancía u otras sanciones por parte de las autoridades, alternan la ruta de trabajo trasladándose hacia el oeste de la capital.

Aunque es poco común la presencia de los heladeros tradicionales en las calles de la capital, un joven trabaja entre Los Ruices (municipio Sucre) y la Plaza Francia de Altamira (municipio Chacao). En la primera zona lo hace durante la semana radical, mientras que en la segunda localidad, aprovecha la semana de flexibilización.

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La mayoría de los clientes le cancela sus productos a través de las conocidas aplicaciones de pago electrónico. Ofrece dos helados, de una conocida marca, de capa de chocolate con relleno de mantecado a 5 dólares y una barquilla a 3 dólares.

“Eso del efectivo es muy complicado para dar vuelto, entonces lo mejor es utilizar el pago móvil. La gente paga al dólar con el cambio del día”, contó el joven entrevistado por El Diario.

Para evitar ser víctima de estafas, les indica a los compradores el número de cédula, teléfono y entidad bancaria para la transacción. Luego, en una hoja, anota los cuatro últimos números de la referencia y procede a entregar los productos.

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“Así todos estamos bien. La gente que no tiene efectivo compra y pasa un buen momento aquí en la plaza Altamira”, dijo.

La distribución de los helados pasteurizados, en su mayoría, se hace en cadenas de farmacias, panaderías y bodegones desde hace cuatro años, cuando comenzó la escasez de papel moneda en el país.

“Queremos que haya más flexibilización”

Heladero en Caracas

Diego Benítez tiene un puesto a las afueras del parque Generalísimo Francisco de Miranda (Caracas), frente a los kioscos de golosinas. También vende helados, pero no industrializados, sino caseros. Cuenta con diferentes sabores y con una clientela fiel que los adquiere durante el permiso de cada 15 días que otorga la Administración de Nicolás Maduro, tras la entrada en vigencia de la cuarentena por el covid-19.

“Estuve casi seis meses sin trabajar acá en el parque por la prohibición del gobierno, entonces vendía mis helados en Catia, donde vivo. Solo podemos estar acá en las semanas flexibles, pero es un alivio. Ojalá todo mejore y haya un plan de vacunación masivo, queremos más flexibilización para poder trabajar”.

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Agregó que el negocio mejoró luego de Semana Santa. “Esas tres semanas radicales afectaron mucho. Ahora está viniendo un poco más de gente, quizá porque se consigue un poco más de efectivo”, añadió.

Indicó que desde 2018, aproximadamente, incorporó el pago por punto de venta. Desde hace un tiempo también recibe dinero por pago móvil: “Es más cómodo para la gente, hay que facilitar las cosas para que los clientes puedan comprar”, puntualizó.

“Puedo vender hasta 200 chupis”

Heladeros venden en distintos puntos de Caracas

Entretanto, Giovanni, quien vende helados conocidos como “chupis”, lidia con el inclemente sol de los Palos Grandes. “En las semanas flexibles estoy por acá, también en el Parque del Este. Cuando es semana radical me voy para otra zona”.

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Indicó que cada producto tiene un costo de 300.000 bolívares, y ofrece los sabores: colita, limón y tamarindo. “Un día bueno puedo vender hasta 200 chupis. La gente me paga en efectivo de bolívares, otros en dólares. Cuando estoy frente al Parque del Este, uso un punto de venta de un kiosco, porque no tengo Pago Móvil”, relató.

Aunque recientemente ingresó un nuevo cono monetario para contrarrestar la falta de piezas de alta denominación, este, con regularidad, se usa para el pago del pasaje en transporte público. 

Los consultados indicaron que una de las ventajas del pago móvil es que el dinero entra de inmediato a la cuenta y no tienen que pagar porcentaje o comisión por el uso del punto de venta.

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