• El basquetbolista Raudelis Guerra Zaya se fugó de la selección cubana en el aeropuerto de Madrid, España. Las deserciones en el deporte cubano son recurrentes, ya que, para muchos, es la única oportunidad de escapar del régimen castrista

El basquetbolista cubano Raudelis Guerra Zaya abandonó la selección en el aeropuerto de Madrid, España. Ocurrió el 27 de junio, cuando la delegación cubana hizo escala este lugar para dirigirse a El Salvador para un partido clasificatorio a la AmericaCup, que se llevará a cabo en 2022. La deserción de los deportistas cubanos en eventos internacionales es recurrente desde hace décadas. Es una oportunidad que aprovechan para escapar del régimen castrista. 

En el Torneo Clasificatorio Preolímpico de las Américas cuatro integrantes de la selección de béisbol cubana se quedaron en Florida, Estados Unidos, entre el 28 de mayo y el 5 de junio. El primero fue César Prieto, uno de los mejores jugadores del equipo y estrella del torneo nacional de Cuba, que el mismo día que llegó la delegación al hotel en Florida se bajó del autobús y corrió para encontrarse con un vehículo que lo esperaba. Después de este hecho el régimen cubano ordenó retirar los teléfonos a los jugadores para evitar otra deserción.

La deserción, una salida recurrente para los deportistas cubanos
Foto: César Prieto

Sin embargo, antes de finalizar el torneo, en el cual Cuba quedó eliminada luego de perder sus partidos correspondientes con Venezuela y Canadá, los lanzadores Andy Rodríguez y Lázaro Blanco abandonaron el equipo para pedir asilo político. Asimismo, el psicólogo del equipo, Jorge Sile Figueroa, abandonó la delegación el 3 de junio. Las razones van desde lo deportivo hasta lo social. Incluso, Blanco explicó para Telemundo que el fundamento de su partida era iniciar una nueva vida en Estados Unidos. 

Los deportistas cubanos que han escapado en las últimas décadas

Desde los primeros años de la Revolución Cubana, instaurada en 1959, la deserción de los deportistas oriundos de la isla ha sido paulatino. Los primeros nombres conocidos en emigrar fueron los boxeadores Benny Paret, a Estados Unidos; José Ángel Nápoles, a México y José Legra, a España. 

Las deserciones aumentan por la prohibición del profesionalismo deportivo en 1961 bajo la premisa de la no mercantilización y el “enriquecimiento de unos pocos”, de acuerdo con las directrices del régimen. En los Juegos Centroamericanos de 1993 realizados en Ponce, Puerto Rico, 43 atletas cubanos desertaron de la concentración nacional. En su mayoría, beisbolistas y boxeadores.

Sueldo de un deportista cubano. Es de 39 dólares al mes, desde 2014.n

Asimismo, uno de los casos más conocidos del exilio deportivo cubano es protagonizado por los hermanos Orlando y Liván Hernández. El primero de ellos ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 y fue consagrado como héroe nacional. Sin embargo, cinco años después fue sancionado por “ayudar” a su hermano a escaparse de una concentración nacional en Monterrey, México. Orlando fue suspendido de por vida y obligado a trabajar por un sueldo de 10 dólares mensuales en un centro psiquiátrico.

En la noche de Navidad de 1997 Orlando Hernández decidió fugarse, junto a seis compatriotas, en una balsa de goma. Luego de navegar en mar abierto los desertores cubanos fueron rescatados por un barco de la marina estadounidense. Un año después el pitcher cubano, conocido como “El Duque”, fue contratado por 6,6 millones de dólares para jugar con los Yankees de Nueva York y terminó siendo la estrella en la Serie Mundial de ese año.

La deserción, una salida recurrente para los deportistas cubanos
Foto: Orlando Hernández

“Cuando nosotros estamos en Cuba somos personas de 10 pesos, pero cuando tú sales de Cuba 15 ya es bastante. Y cuando piensas en millones, quieres salir y tratar de jugar béisbol. Estuve por ocho años viajando con el equipo nacional y aprendimos muchas cosas, aprendimos que había algo más fuera de Cuba que nos llamaba, pero a veces nos da un poco de miedo tener que dejar a la familia”, comentó Orlando Hernández para AP en 2014. 

Para la Serie Mundial de 1999 el obispo de Nueva York conversó con el papa Juan Pablo II para que este último fuese un intermediario con el régimen cubano y permitiera la salida de la familia de Orlando Hernández. El objetivo fue logrado. La historia de ambos hermanos, jugadores reconocidos de la MLB, es un ejemplo del pesar que conlleva el exilio. 

Otro de los casos que retumbó en la opinión pública y fue ejemplo de la falta de libertades del ciudadano cubano fue protagonizado por Taismany Agüero, campeona olímpica en Atlanta con la selección cubana de voleibol femenil. Ella se escapó de una concentración de la selección en Montreux, Suiza. Luego, se fue para Italia y solicitó asilo político. El régimen castrista respondió al hecho y le negó la entrada a Cuba permanente. Ese mismo año Fidel Castro publicó un artículo en el periódico oficialista Granma en el que escribió: “No permitamos jamás que los traidores visiten después el país para exhibir los lujos obtenidos con la infamia”.

Deportistas que trabajan en el extranjero

La única opción posible para salir de Cuba eran los torneos internacionales. Desde 2012 la legislatura del régimen permite que los deportistas encuentren contratos en el extranjero, pero los pasos burocráticos son obstáculos y, por ende, la deserción sigue siendo numerosa en los últimos años.

Los boxeadores Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara intentaron escapar de la concentración nacional en los Juegos Panamericanos de 2007. Ambos se escondieron en un balneario, pero a los días fueron descubiertos por las autoridades brasileñas y deportados a Cuba. Ambos se fugaron dos años después. 

En 2015 ocho jugadores de la selección cubana de hockey sobre césped huyeron en los Juegos Panamericanos de Toronto. Asimismo, en ese mismo formato se escaparon siete jugadores de la selección femenina de hockey sobre césped. En ese torneo se contabilizaron 28 deserciones. 

Cinco años después Addriel la O y Luis Manuel Lauret, pesistas de la selección nacional de Cuba, dejaron la concentración para el Mundial de Roma y pidieron asilo político en Italia.

La deserción, una salida recurrente para los deportistas cubanos
Foto cortesía

Ahora, los futbolistas cubanos solo tienen una oportunidad para escaparse: La Copa Oro. Su lugar es el 174 en el ranking FIFA y su incidencia en la población es muy baja. Más de 25 futbolistas han escapado de las concentraciones cubanas desde 2002 hasta la fecha. Por ejemplo, en la edición de 2015 se fugaron Keiler García, Arael Argüellez, Darío Suárez y el delantero Ariel Martínez. En 2008 siete jugadores se escaparon durante la primera fase del torneo preolímpico de Concacaf, realizado en Tampa, Estados Unidos.

En 2012 cuatro jugadores y el psicólogo del equipo huyeron de la convocatoria en un partido, realizado en Toronto, Canadá, de eliminatoria para el Mundial Brasil 2014. La selección se presentó sin suplentes y perdió 3 a 0. 

El contexto pandémico en el régimen cubano

Los últimos meses en la isla han transcurrido entre la pandemia por covid-19, la represión, la falta de libertad de expresión y el retorno a las épocas oscuras de la hambruna por la ausencia del flujo turístico. El temor de los cubanos es el retorno al “periodo especial” de la década de los noventas, en el cual fallaba el sistema eléctrico, no había combustible ni comida suficiente. 

La gente le tiene mucho temor a la posibilidad de que ocurra otro periodo especial. De hecho, el periodo especial es como un fantasma al cual los cubanos siempre están huyéndole. Es una sombra que siempre asoma y los cubanos intentan eludirla”, comentó a mediados de 2020 el periodista cubano Abraham Enoa para El Diario.
La deserción, una salida recurrente para los deportistas cubanos
Foto: Movimiento San Isidro

Ahora, las acciones realizadas por el movimiento San Isidro y el grupo de artistas cubanos han establecido un referente para la libertad. La respuesta del régimen dirigido por Miguel Díaz-Canel ha sido la encarcelación y tortura de los disidentes. Entonces, el contexto pandémico ha agravado las condiciones de la represión para el ciudadano cubano. Esto ha provocado la huida de los deportistas en los últimos meses.

Los cubanos la mayoría del tiempo se la pasan hablando de comida, de qué van a comer o a conseguir. Habría que ver hasta qué punto esa hambre sistémica es motivo de las secuelas del régimen o hasta qué punto el régimen la utiliza para tener ensimismados a los cubanos, que los hace olvidar su propia realidad política. Es difícil cuando tienes la barriga vacía pensar en otra cosa que no sea un plato de comida y eso es lo que pasa a diario en Cuba”, puntualizó Enoa.

Régimen cubano y la violencia policial
Foto: cortesía

En lo que va de 2021 cuatro deportistas y un psicólogo de la delegación cubana han huido de las concentraciones nacionales. El régimen, por su parte, intenta cercenar todas las medidas de escape y clausurar los teléfonos, quitar los pasaportes y vigilar cada movimiento de los deportistas. Sin embargo, la necesidad y exigencia de libertad es superior.

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