• El venezolano Yeslie José Aranda perdió una pierna en un accidente de tránsito. Después de ello, se dedicó a caminar por Suramérica para motivar a su hija y otras personas a no desistir y seguir sus sueños

Yeslie Aranda es un tachirense de 59 años de edad que en agosto de 2018 emprendió una caminata titulada “Toda Suramérica en una pierna y una prótesis”. Esa travesía la emprendió luego de sufrir un accidente junto con su hija Paola. Ella  perdió la pierna derecha y la izquierda le quedó fuertemente afectada; a Yeslie tuvieron que amputarle la extremidad inferior izquierda.

Este 2021 se cumplen tres años desde que inició su recorrido por Latinoamérica. 

“Cuando me dediqué a caminar por toda Suramérica fue con el fin de dar a conocer todo ese potencial que tenemos nosotros y que a veces sacamos adelante y exteriorizamos cuando atravesamos circunstancias difíciles”, dijo Yeslie en exclusiva para El Diario

La recuperación luego del accidente fue progresiva. Tuvo que movilizarse en silla de ruedas, poco a poco logró ponerse de pie, recuperar el equilibrio y luego adaptarse a las muletas. Asegura que su hija menor fue su “fiel escudero” durante ese proceso. Su esposa y sus dos hijos también lo apoyaron incondicionalmente.

El Santo Cristo y su recorrido por otros países

“Persiguiendo mi sueño”: Yeslie Aranda recorre Suramérica en una pierna y una prótesis

El 6 de agosto es un día importante para el estado Táchira. Los feligreses celebran al Santo Cristo de La Grita con una eucaristía y la fecha es motivo de júbilo para el pueblo tachirense. 

A propósito de esa festividad religiosa, cientos de tachirenses caminan desde los diferentes municipios del estado hacia La Grita, municipio Jáuregui, para pagar promesas o simplemente honrar y rezar frente al Santo protector de la entidad andina.

En 2014 Yeslie caminó para visitar al patrono de los tachirenses como muestra de su devoción.

“En la primera caminata me acompañó mi esposa y mi hijo. Fui en muletas porque apenas iba a cumplir un año del accidente. Fui también en 2015, 2016 y 2017”, recordó Yeslie.

Siente gratitud por todas las personas que lo ayudaron y apoyaron durante esos recorridos e indica que fue en 2017 cuando sintió la mayor motivación y decidió iniciar su travesía fuera de Venezuela.

“En junio de 2018 salí de San Cristóbal acompañado por mi esposa y algunos amigos”, contó. 

Sus amistades lo acompañaron hasta Capacho y justo en ese punto sus hijas se unieron para continuar el camino hasta San Antonio del Táchira, población fronteriza con Norte de Santander, Colombia.

En el puente internacional Simón Bolívar se despidieron. Su familia retornó a San Cristóbal y él empezó su camino por el país neogranadino. 

Yeslie salió de su casa sin dinero. Afortunadamente en Cúcuta recibió ayuda económica de unas personas a quienes prefiere llamar “ángeles” y que, asegura, contribuyeron con el inicio de su travesía.

“Persiguiendo mi sueño”: Yeslie Aranda recorre Suramérica en una pierna y una prótesis

“Construí un carrito que se llama ‘Jesús, mi dulce compañía’ y lo llevo a todos lados”, indicó.

Hasta ahora ha pasado por Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Uruguay, país donde se encuentra desde hace año y medio aproximadamente. Allí vive en casa de un amigo suyo que también es de San Cristóbal y le permitió quedarse por el tiempo que fuese necesario. 

Yeslie se siente cómodo en Uruguay, lo han recibido bien e incluso reparó su prótesis gracias al apoyo de una organización gubernamental. 

“Aquí hago trabajos eventuales y cuestiones de carpintería (…), estoy tratando de encontrar algo más estable y poder ayudar a mi familia, porque la situación de Venezuela es difícil”, puntualizó Yeslie.

Tras su paso por Argentina, intentó viajar hacia Chile pero no fue posible debido a las políticas migratorias de ese país que le impidieron ingresar. Ahora, espera visitar Paraguay, Brasil y Guyana; que son los únicos países que le faltan para terminar su recorrido por “Suramérica, menos Chile”, como él mismo dice.

Respecto a su retorno a Venezuela, expresa que volverá en algún momento, pero por ahora prefiere quedarse fuera y ayudar a su familia. 

El accidente que cambió su vida

El 27 de agosto de 2013 es una fecha inolvidable para Yeslie Aranda. Ese día sufrió un accidente automovilístico junto a Paola, su hija, de entonces 22 años de edad. Eso significó un antes y un después en su vida. Yeslie perdió parte de su pierna izquierda y a su hija tuvieron que amputarle la pierna derecha en su totalidad, mientras que la izquierda quedó tan comprometida que debe movilizarse en silla de ruedas. 

En ese momento Yeslie trabajaba como conductor de autobuses en una conocida línea de transporte nacional y cuando iba por la localidad de Curbatí, municipio Pedraza, Barinas, un vehículo de carga se atravesó en la vía y ocurrió el fatídico hecho. 

“Mi hija quedó aprisionada con el tablero y yo quedé atrapado con la pedalera”, dijo Yeslie.

Asegura que no fue sencillo asimilar lo ocurrido, especialmente para Paola, a quien le costó salir de ese trauma. No obstante, él se propuso motivarla y hacerle ver que la vida apenas comenzaba pese al infortunio que vivieron. 

“Yo me dediqué, en un principio, a animar a mi hija porque no era sencillo y menos siendo tan joven”. 

Con el tiempo Paola fue mejorando, se interesó por el deporte. En 2017 corrió la maratón de San Sebastián en la categoría femenina y ganó. Actualmente juega básquet en silla de ruedas, tenis de campo, de mesa y se integró con completa normalidad a su vida cotidiana. 

“Yo creo que mi aporte queda en un pequeño porcentaje porque cuando la persona quiere salir adelante, eso es lo que realmente le ayuda. Cada uno sale por sus propios medios”, enfatizó Yeslie.

“Es un camino de aprendizaje”

“Persiguiendo mi sueño”: Yeslie Aranda recorre Suramérica en una pierna y una prótesis

Transitar por distintos países representa un reto para Yeslie, pero también un camino nutrido, lleno de aprendizaje, diferentes culturas, costumbres, tradiciones y personas.

“Yo llevo un cartel que dice ‘Persiguiendo mis sueños: toda Suramérica en una pierna y una prótesis’ y a veces la gente me pone de ejemplo frente a otros, porque no hay obstáculos para lograr lo que uno quiere”, expresó Yeslie.

Se siente afortunado de conocer tanta gente bondadosa en el camino. En su trayecto por Perú conoció a unos frailes que realizaban una caminata desde México y se pusieron a la orden para ayudarlo cuando llegara a Argentina y así fue. Intercambiaron números telefónicos y al llegar a ese país, Yeslie Aranda los contactó y le colaboraron para quedarse en varios conventos de padres franciscanos.

También atesora buenos recuerdos de su viaje y se siente feliz de saber que su mensaje y su propósito se está cumpliendo tal como lo imaginó en algún momento. 

“En Colombia iba caminando y vi a lo lejos un señor en una parada de bus. Cuando llegué a ese punto empecé a hablar con el señor, le conté lo que estaba haciendo y como que no mostraba mucho interés”, empezó a relatar Yeslie. 

Él seguía contando su historia y poco a poco notó que la persona empezó a prestarle atención. Yeslie se emocionó al saber que sí lo estaba escuchando.

“Antes de seguir, él me dijo que yo había llegado en el momento justo porque se iba a lanzar por el puente, pero gracias a mí y a mi historia no lo haría. Para mí eso fue impresionante, saber que pude causar un impacto positivo en alguien”, agregó Yeslie. 

Días después, en la frontera de Colombia con Ecuador le pasó algo similar. Se quedó una noche en un comedor para personas de la tercera edad y allí compartió su historia con ellos. Antes de partir, una señora le agradeció por estar allí. 

“Ella me dijo que lo que le conté la ayudó y le dieron ganas de seguir, porque ella iba a despedirse de todos porque ya no quería vivir más” comentó.

Yeslie Aranda está viviendo su sueño y aunque sabe que debe sacrificar muchas cosas por estar fuera de Venezuela, sabe que Dios nunca lo abandona ni le permite perder la fe y la esperanza.

Momentos difíciles 

“Persiguiendo mi sueño”: Yeslie Aranda recorre Suramérica en una pierna y una prótesis

En su andar se ha encontrado con personas de todo tipo: buenas, colaboradoras y otras que lo rechazan e incluso cuestionaron su discapacidad asegurando que es una forma de dar lástima, y obtener un beneficio económico por ello.

“Tuve una situación extrema en Caloto (Colombia). Yo iba para allá porque me dijeron que era un pueblito de páramo y quedaba como a 18 kilómetros de donde yo estaba, así que empecé a andar. Me encontré con siete hombres, uno de traje camuflado, otro verde oliva y cinco campesinos”, explicó.

Yeslie cuenta que los hombres tenían botas de caucho y en el caso de los de traje, tenían la bandera de Colombia bordada a un costado. 

De inmediato, el hombre de traje camuflado le preguntó a dónde se dirigía y si llevaba algo para él (haciendo referencia a dinero). Yeslie le dijo que no llevaba nada y que no tenía dinero para darle.

“Él seguía insistiendo con las preguntas y yo no entendía nada. Me pedía dinero y como no le di nada se volteó y le dijo a los otros que me sacaran de ahí y les hizo seña de que me mataran”, indicó.

Yeslie estaba preocupado y temía morir en ese lugar, lejos de todos y sin saber realmente qué estaba ocurriendo y quiénes eran esos hombres. Le pidió a Dios que le permitiera salir ileso de allí.

“Ahí el de traje verde oliva se me acercó y me dijo que en ese pueblo se trafica mucha droga, que todos los que suben deben pagar porque van al negocio. Yo volví a explicarle mi situación y él se fue a hablar con el jefe hasta que finalmente me hizo señas de que me fuera y eso hice”, recordó.

Una lección de vida 

Yeslie Aranda nunca imaginó estar en el lugar que está ahora mismo. Antes del accidente su vida era diferente. La actividad física no era una prioridad ni por temas de salud ni por motivar a otros. Sin embargo, la circunstancia que vivió le permitió ver el mundo de otra forma y encontrar su misión en este universo, como él asegura.

“Yo empecé a caminar y a hacer el ejercicio que nunca había hecho. Mi vida cambió  mucho, pero siempre mi familia estuvo y está ahí para apoyarme en las locuras que hago. Nunca pensé tener la oportunidad de emprender este camino”, expresó Yeslie Aranda.

Ahora Yeslie ve las cosas de otra manera. Piensa que mientras Dios esté con él podrá superar hasta los mayores obstáculos y es justamente ese el mensaje que quiere compartir a través de su cuenta de Instagram @todasuramericaenunapierna

“A veces cuando las cosas se ponen extremas creemos que Dios nos ha olvidado, pero es cuando nosotros nos olvidamos de él. Todos tenemos un destino, pero ese destino en gran parte lo hacemos nosotros, así que mantengan sus anhelos, sueños y luchen por ellos”, finalizó Yeslie.

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