Es falso. En las redes sociales, especialmente en Twitter, se difundió un video de haitianos corriendo con temor ante una posible “alerta” de tsunami. No obstante, aunque el material audiovisual es cierto y reciente, las razones para la escapatoria de la población no es un tsunami. 

La Red Geocientífica de Chile informó, de acuerdo con el testimonio de personas locales, que el hecho se trata de la explosión de algunas cañerías de la Dirección Nacional de Agua Potable de Haití (Dinepa). En ese momento, algunos ciudadanos, al ver el agua y escuchar la explosión, pensaron que se trataba de la llegada de un tsunami a las costas haitianas. 

¿Haitianos escapan de un tsunami tras el terremoto de 7.2?

El terremoto y la alerta de tsunami 

En horas de la mañana de este sábado 14 de agosto, específicamente a las 08:29:10, ocurrió un terremoto de 7.2 en la escala de Richter al sureste de Petit Trou de Nippes, Haití, con una profundidad de 10.0 kilómetros. El temblor se sintió en todo el país y distintos edificios como escuelas, iglesias, hospitales y espacios públicos se encuentran entre los escombros. 

Jerry Chandler, el director de protección civil de Haití, ha reportado 227 muertos hasta el momento. De esa cifra, 158 muertos se han registrado el sur del país, donde se ubica el epicentro del terremoto. 

El Pacific Tsunami Warning Center (PTWC) emitió un boletín, después del terremoto de 7.2 (Mw), de amenaza de tsunami con una probabilidad de olas entre 1 o 3 metros de altura. 

Sin embargo, una hora después el organismo emitió un segundo boletín cancelando la amenaza e informando que el tsunami que se había generado en las costas de Haití era instrumental y no reviste mayor peligro para la población. Las fluctuaciones del mar esperables son de 30 centímetros o menos. 

Por eso mismo, en el video publicado las personas corren por el temor de un tsunami, luego de la explosión de la tubería, cuando la PTWC había cancelado la alerta. 

Haití todavía sigue en recuperación del terremoto ocurrido en enero de 2010 que destruyó gran parte de la estructura del país, dejó más de 300.000 muertos y más de 1.500.000 damnificados. Ante este nuevo hecho el primer ministro del país, Ariel Henry, comentó que la situación es “dramática” y decretó estado de emergencia.