Devotos en el exterior: donde hay un margariteño allí está la Virgen del Valle

• En Argentina, España, Chile, Perú y otros países celebran a la reina oriental de Venezuela que este miércoles cumple 100 años de su patronato y 110 años de su coronación canónica

A manera de promesa, con el deseo de honrar los orígenes, o con la genuina intención de propagar la fe en la Virgen María, devotos en el mundo rinden honores a la patrona oriental de Venezuela, la Virgen del Valle. Lo hacen por los 100 años que se cumplen de su patronato y los 110 años que se conmemoran de su coronación canónica.

Luego de semanas de planificación, esfuerzo y la colaboración de cada uno de sus devotos, este miércoles sus fieles se conectan no solo con su fe, sino también con su tierra. Aún lejos de casa se esmeran por cumplirle a la doncella oriental los favores y gracias recibidos; pero sobre todo el consuelo, la compañía y el alimento espiritual que aseguran recibir de ella. 

“Como migrante, la Virgen Del Valle representa la esperanza de volver”, señala para El Diario el venezolano Ángel Moya, desde Argentina, quien es devoto desde pequeño y quien aún conserva la primera imagen de ella que recibió cuando apenas tenía 9 años de edad. 

Nativo de Santa Ana del Norte, en la isla de Margarita (Nueva Esparta), emigró hace casi tres años a Buenos Aires, huyendo del conflicto político y social que atraviesa el país. Como arquitecto y escultor no solo es el responsable de tallar la réplica de la Virgen del Valle en Argentina, sino también en Chile y próximamente en Uruguay.

“A la Virgen del Valle la llevan los orientales a donde quiera que van. Esa es su virgen. Y ella está aglutinando a los venezolanos, particularmente a los orientales. Donde están los orientales ahí crean una comunidad de devotos de la Virgen del Valle. Y eso es una bendición de Dios porque cuando la gente está en el exterior sufre mucho y esto es como un consuelo para los compatriotas que han tenido que salir a otros lados”, señala a El Diario el obispo de la Diócesis de Margarita en el estado Nueva Esparta, monseñor Fernando Castro Aguayo.

En ello coincide el mismo Moya, quien explica que la necesidad de propagar la fe surgió en Buenos Aires de forma genuina y espontánea.

“Lo más lindo de todo este trabajo es que la fe no tiene fronteras”, sostiene.

Para el sacerdote porteño de la Diócesis de Buenos Aires, Eusebio Hernández Greco, la experiencia ha resultado enriquecedora. A él particularmente le cautiva cómo los venezolanos alimentan la confianza en la imagen que para algunos es la más antigua de Venezuela y el esmero que le imprimen para homenajearla.

“Es la experiencia de una Virgen que desde la isla de Margarita abraza a todo el oriente. Que extiende sus manos y su manto maternal sobre tantos hijos que no solamente peregrinan en el oriente sino que también están en la diáspora, buscando una vida digna, un futuro mejor” comenta Hernández para El Diario.

Como comunidad porteña, explica, les maravilla la planificación para escoger el vestido que lucirá y el arreglo floral que año tras año preparan sus devotos. En esta oportunidad, viste su traje con los escudos del oriente venezolano así como el escudo nacional de Venezuela.

Dentro de la programación está contemplada este miércoles una misa solemne en la parroquia Nuestra Señora De Cacupe; así como también una procesión con la imagen de la Santísima Virgen.

Una madre espiritual

La Virgen María, en sus distintas advocaciones, resulta para muchos una guía espiritual y una madre protectora en las penurias o vicisitudes que se presentan en la vida. La Virgen del Valle, por supuesto, no es la excepción. 

Eso bien lo conoce el diseñador de modas Luis Perdomo, quien en 2015 vistió a la Divina Pastora en Barquisimeto, estado Lara y quien ahora, desde Madrid, fue el encargado de por primera vez vestir a la Virgen del Valle.

“Mi madre me abandonó de bebé y la señora que me cuidó me encomendó a la Virgen María y me dijo: ‘ya que no tienes madre, ella te va a cuidar”. Y así lo he sentido a lo largo de mi vida. Soy devoto de la Virgen desde que tengo uso de razón”, dice con firmeza.

Perdomo no dudó en aceptar la invitación que le hizo la comunidad de migrantes venezolanos en Madrid, que en ediciones anteriores han congregado a casi 3.000 devotos.

“Las misas se empezaron a celebrar en 2019 con una imagen pequeñita y sorprendentemente asistieron cerca de 1.500 personas. Con la recolección  de la limosna de esa celebración logramos reunir para mandar a hacer la imagen de Madrid. Estando en plena pandemia, el año pasado, aún con control de aforo, se hicieron cinco misas con una capacidad de 600 personas y en todas las misas logramos el aforo completo” explica para El Diario Kary Prieto, presidenta del grupo de venezolanos organizados en la parroquia Santísimo Cristo de la victoria en el barrio Chamberí de Madrid.

Dos semanas le tomó a Perdomo confeccionar el traje que, inspirado en los corales blancos y las perlas, lucirá en aquel país.

“Con el corazón me fui a nuestro mar del oriente. Quise hacerle un homenaje a nuestros pescadores y marineros. El velo lo bordé a mano en cinco días”, precisa y acota que desde que la vio vestida con su creación no pudo contener las lágrimas de amor y gratitud hacia ella.

La festividad en la parroquia Santísimo Cristo de la Victoria, en la calle Blasco de Garay, iniciará a las 8:00 am (hora local) con la Santa Misa y una serenata de mariachis para cantarle las mañanitas. En el transcurso del día se oficiarán al menos cinco misas más. La última será a las 7:00 pm.

Una celebración atípica

Pero en el contexto actual, en medio de la realidad que impone la pandemia del covid-19, países como Perú no escapan a realizar una ceremonia íntima, cumpliendo con las normas de bioseguridad.

En el Santuario Santa Rosa de Lima, en el cercado de Lima, avenida Tacna 15001, serán apenas 40 feligreses los que tendrán la oportunidad de estar presentes en la única misa que se oficiará este miércoles a las 7:00 pm (hora local) para entronizar, por primera vez, la réplica de la imagen mariana que data de mediados de los años 1530, y que mide aproximadamente 80 centímetros.

El venezolano Carlos Pino, de 27 años de edad, oriundo del estado Anzoátegui, fue quien inició la tradición, luego de recibir un favor por parte de la patrona de oriente.

Esa misma imagen es la que años anteriores era expuesta en el altar para ser venerada por los cientos de migrantes venezolanos que se congregaron frente a ella.

“En el 2019 cuando la vieron por primera vez en el cuadro, muchos quedaron cautivados por su belleza, se tomaron fotos con ella, tanto así que querían que dejara el cuadro en la Iglesia, no pude hacerlo, ya que hay que cumplir con un proceso. Para mí también fue emocionante ver la cantidad de personas que asistieron, ya que yo cuando mucho esperaba a no más de 20 personas y la iglesia se quedó pequeña para tantas personas”, recuerda.

En el caso de Chile, por las mismas restricciones de movilidad, la programación especial está pautada para el domingo 12 de septiembre a las 7:30 pm (hora local), donde además de la Santa Misa también está contemplado el rezo del santo rosario y el canto de la Salve y las letanías en latín en la parroquia italiana y latinoamericana Nuestra Señora de Pompeya, ubicada en la avenida Bustamante 180, Providencia, en Santiago de Chile.

Canadá, Estados Unidos, Colombia, Guatemala, México y Uruguay se suman a la lista de los países donde se venera a la Virgen del Valle, especialmente en su día, este 8 de septiembre. 

“Es un vínculo con la tierra; de religiosidad. Es un vínculo con la fe. Estar unidos a la Madre de Dios nos dará una fuerza increíble para sacar adelante a nuestras familias, nuestra patria, nuestra Iglesia y en definitiva donde Dios nos ha puesto a cada una. La virgen es quien allana todos los caminos”, sostiene Castro.

En el caso de Venezuela, además de celebrarse en la Isla de Margarita, también se le hacen honores en Anzoátegui, Caracas, Miranda, Apure, Carabobo, Delta Amacuro y Táchira.

Pero lejos o cerca, los devotos de la Virgen, esparcidos a lo largo y ancho del mundo, aunque celebran a su patrona de forma íntima y particular, solo albergan en su corazón los mismos deseos: su compañía por siempre y la restauración de Venezuela para algún día volver.