- Eugenio Martínez, periodista y experto en temas electorales, explicó que desde un punto de vista técnico, las declaraciones del jefe de la diplomacia europea salen de las competencias de la Misión de Observación Electoral. Desde un punto de vista político, el politólogo Enderson Sequera opinó que Borrell no debe ser imparcial. Foto principal: UE
El nuevo impasse entre el régimen de Nicolás Maduro y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, puso en estado crítico los acuerdos políticos en Venezuela y comprometen el trabajo de la Unión Europea en el país en el futuro. Las declaraciones del alto representante de la UE sobre los objetivos de la Misión de Observación Electoral (MOE) que acudirá a las elecciones del 21 de noviembre, aunque ciertas desde el punto de vista político, fueron inconvenientes por el momento y por la responsabilidad técnica de los observadores electorales, dijeron analistas para El Diario.
Eugenio Martínez, periodista y experto electoral, separa el análisis técnico del político de las declaraciones de Borrell. A su juicio, si bien no deja de ser cierto lo que apuntó el jefe de la diplomacia europea, es incorrecto desde el punto de vista de las competencias de la MOE.
Borrell aseguró que la misión no legitimará al gobierno de Maduro, sino que “lo que le legitimará o deslegitimará es el informe de la misión”. Pero el alto representante dio un paso más allá. Agregó: “Si toda la oposición se presenta a las elecciones, incluso los partidos del señor (Juan) Guaidó, pues tenemos que acompañarles porque les da mayores garantías a ellos que estemos presentes auditando el sistema”.
El alto representante también señaló que si bien “no se puede esperar que las elecciones en Venezuela sean como las del país más democrático del mundo”, la participación de la oposición permite abrir una brecha para una mayor institucionalización.
Agitar las aguas
A juicio del experto en temas electorales, las declaraciones de Borrell obedecen a la diatriba que han generado los actores políticos en torno al envío de una misión de observación electoral a Venezuela, tanto a favor como en contra. “Allí se están mezclando temas técnicos con temas políticos. Así que no tengo dudas de que las declaraciones de Borrell responden a esa lamentable división que se ha generado en Venezuela”, opinó Martínez.
El politólogo Enderson Sequera coincidió con Martínez en la intencionalidad política del jefe de la diplomacia europea. Para Sequera, perseguía dos objetivos. Primero, apaciguar las críticas desde el seno de la UE que lo acusan de enviar la MOE al país cuando no se cumplen los estándares. En este caso, recordó que el eurodiputado y padre de Leopoldo López, Leopoldo López Gil, ha sostenido una campaña en contra de la misión.
De hecho, este 12 de octubre el Financial Times reveló que el máximo diplomático de la UE ignoró el consejo de su propio personal al decidir enviar observadores a las elecciones en Venezuela el próximo mes, y descartó las advertencias de que la misión legitimará el régimen de Maduro y empañará la reputación de las misiones de observación electoral del bloque. “En este momento no se cumplen las condiciones mínimas para la observación electoral”, advirtió el informe preliminar.
El segundo objetivo, según Sequera, era generar confianza en la oposición venezolana:
No obstante, el politólogo considera que las declaraciones, en lugar de calmar las aguas, las agitaron. Uno, porque el chavismo lo acusa de injerencista; dos, por que el sector opositor que no acudirá en las elecciones se “sintió ofendida” por haber ignorado que no participarán; y tres, porque Estados Unidos “tomó nota” de la decisión de Borrell de hacer pública su incomodidad con la MOE.
Aun así, Sequera ve con buenos ojos que Borrell haya asumido un rol político en este momento, más allá de las cuestiones técnicas.
“Hay quienes insisten que el Alto Comisionado debe ser ‘imparcial y objetivo’. ¿Cómo se puede ser imparcial y objetivo cuando una pequeña élite ejerce el poder con todos los recursos del Estado y, del otro lado, una oposición es torturada, perseguida, exiliada y hasta asesinada solo por ser oposición? Quiénes en este contexto piden imparcialidad, lo que están pidiendo es complicidad. Yo estoy de acuerdo con que Borrell asuma un rol político y se deje de eufemismos. Sin embargo, a la franqueza hay que acompañarla con audacia política. Y esto es lo que le está faltando”, opinó Sequera.
La excusa perfecta
El chavismo y el propio Consejo Nacional Electoral (CNE), a través de un comunicado, acusaron a Borrell de injerencista y parcializado. Asimismo, el ente electoral señaló que pedirá explicaciones por las declaraciones de Borrell al recién llegado encargado de negocios de Bruselas.
Jorge Rodríguez, jefe de la delegación que representa a Maduro en las negociaciones en México, fue el primero en criticar a Borrell. “Si no es capaz de respetar mínimamente y con algo de decencia el acuerdo que usted mismo firmó con el Poder Electoral, la verdad es que mejor y no vengan”, dijo.
Aunque la Unión Europea no ha emitido una respuesta oficial, el lunes 11 de octubre un funcionario insistió en la imparcialidad de la MOE. “La UE ha enviado una misión de observación electoral en respuesta a la invitación del CNE. Solo puedo recordar que la misión respeta íntegramente los principios imparcialidad, objetividad e independencia”, señaló el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano, a Europa Press. “La no interferencia en las elecciones está en el centro de la misión y está incluido en el acuerdo administrativo con la CNE”, dijo.
Más allá de la insistencia del vocero, Martínez y Sequera coincidieron en el uso que le dará el chavismo a las declaraciones de Borrell de cara al futuro.
Sequera fue más allá y estimó que ahora el régimen de Maduro tendrá “municiones” no solamente para atacar el informe de las elecciones del 21 de noviembre, sino para no aceptar enviarle una invitación a la UE para observar un hipotético referendo revocatorio en 2022 o 2023, o en unas eventuales presidenciales en 2024. Ante esto, cree que pone en otro dilema a la UE: emitir un informe crítico sobre las regionales y cerrar la puerta para venir a observar comicios futuros, o, por otro lado, emitir un informe más complaciente y mantener sus opciones abiertas para 2024.
La imparcialidad de los rectores
La carta del CNE en la que acusa de “injerencia” a Borrell fue suscrita por todos los rectores, entre ellos Roberto Picón y Enrique Márquez. Ambos son considerados como el ala opositora dentro del ente electoral para hacer contrapeso al chavismo. En opinión de Eugenio Martínez, las firmas de los dos rectores deben entenderse, primero, desde el aspecto técnico, y segundo, sobre qué batallas políticas deben dar para no mermar los acuerdos que se han logrado hasta el momento.
Sequera, en cambio, cuestionó que los rectores suscribieron una carta que replica la narrativa chavista de “injerencia”. A su juicio, esto hará que sectores de la población opositora venezolana no se sientan representados por el CNE.
“Durante meses, nos dijeron que la presencia de estos dos rectores en el CNE eran la prueba irrefutable de la mejora en las condiciones electorales. Pero, ¿cómo van a mejorar las condiciones electorales si los rectores que se suponen demócratas dentro del organismo se limitan a replicar cartas con la propaganda chavista?”, cuestionó el politólogo. Concluyó: “Picón y Márquez están allí para intentar, desde dentro de las instituciones de la dictadura, ayudar a los venezolanos a restaurar la voluntad popular. Al suscribir cartas como la reciente, no ayudan a generar confianza en el sistema y poco contribuyen a la causa de recuperar la democracia en Venezuela”.