- Organizaciones no gubernamentales estiman que en cuatro años se dejaron de hacer 960 trasplantes ante la falta de procura de órganos
Reactivar los trasplantes en Venezuela ha sido una consigna de protesta para muchos pacientes durante gran parte del año 2021. Las personas que necesitan un órgano o tejido para tener una nueva oportunidad de vida exigen que se respete su derecho a la salud.
Pocas posibilidades hay para acceder a un trasplante de órganos o tejidos en el país; algunas son clínicas privadas y las intervenciones pueden llegar a costar alrededor de 80.000 dólares.
Cada 14 de octubre se celebra el Día Mundial de Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes para incentivar la información y práctica de estos procedimientos. En Venezuela miles de personas esperan por un trasplante.
La crisis de salud, que se acentuó con la pandemia por covid-19, limita las posibilidades de recibir atención médica adecuada en el sector público. Sin embargo, hay organizaciones no gubernamentales que han propuesto planes para reactivar los trasplantes de forma progresiva con los recursos actuales del Estado.
A continuación, seis puntos claves para entender la situación de los trasplantes en Venezuela:
Sistema de Procura de Órganos y Tejidos suspendido por más de cuatro años
El 1° de junio de 2017, el Estado suspendió el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (SPOT), lo que dejó a la deriva a miles de pacientes a la espera de un órgano. La ONG señaló que para el 1° de junio de 2021 se dejaron de hacer aproximadamente 960 trasplantes.
El programa consistía en armar una lista de espera para trasplante en los hospitales públicos que eran centros especializados. Además, en esos lugares se extraían y conservaban los órganos de donantes certificados luego de morir.
Anabela Arminio, asesora médica de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV), aseguró previamente para El Diario que la suspensión del SPOT llevó a la paralización casi total de los trasplantes en Venezuela. Señaló que además coincidió con el deterioro acelerado de los hospitales públicos.
La ONTV fue el ente regulador del SPOT hasta el año 2014, cuando el Estado le otorgó dichas funciones a la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), una institución adscrita al Ministerio de Salud.
Fundavene decidió suspender la procura de órganos en 2017 y desde entonces se paralizaron los trasplantes de donantes fallecidos en el territorio nacional.
Sector salud en deterioro
De acuerdo con Arminio, no existe un hospital público en la actualidad que pueda sostener un programa de trasplante. Esto se debe a que el centro de salud que asuma esa responsabilidad necesita un laboratorio con reactivos disponibles, equipos de imagenología y especialistas en diversas áreas médicas.
Requerimientos específicos para un centro de trasplante:
– Servicio de cardiología con capacidad diagnóstica y terapéutica.
– Radiología convencional, vascular e intervencionista con recursos diagnósticos y terapéuticos en áreas vasculares. Esto incluye tomografía computarizada, ultrasonografía convencional y eco doppler.
– Servicios de gastroenterología operativo con capacidad diagnóstica y terapéutica.
– Unidad de hematología con capacidad de atender la necesidad de grandes cantidades de sangre y hemoderivados.
– Unidad de diálisis operativa propia.
– Servicio de neumología para diagnóstico y terapia.
– Unidad de infectología para diagnóstico y terapia.
– Laboratorio de histocompatibilidad propio o tercerizado (IDI-UCV).
– Servicio de cirugía general con capacidad diagnóstica y terapéutica.
– Unidad de endocrinología con capacidad diagnóstica y terapéutica.
– Laboratorio operativo las 24 horas con capacidad para pruebas rutinarias, bioquímicas, serológicas y pruebas especiales.
11 hospitales del país contaban con la calificación de centros de trasplante. No obstante, ninguno de estos está totalmente operativo para iniciar estos procedimientos.
Otra consecuencia de la crisis del sector salud es la precariedad en las unidades de diálisis del país. Estos centros asistenciales atienden a los miles de pacientes renales que no pueden acceder a un trasplante de riñón.
La demanda de cupos para diálisis aumenta progresivamente al no haber una segunda opción para combatir la falla renal. A esto se le suma que estas instituciones también padecen fallas en servicios como agua potable o electricidad que paralizan las terapias.
Demanda de trasplantes renales
Pese a que más pacientes llegan cada año a hemodiálisis, el Estado ha hecho poco por abrir más unidades o dotarlas con más equipos. Esto junto con las carencias de servicio e insumos influyen en la calidad del tratamiento.
Lucila Velutini explicó que el riñón también produce tres hormonas importantes: la eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos en la sangre; la renina, que regula la presión arterial y el calcitriol, que es la forma activa de la vitamina D, fija el calcio en los huesos y mantiene el equilibrio normal de calcio y fósforo. Estas deben ser suministradas durante la diálisis para reponer lo que perdió el organismo.
Todos estos requerimientos se están incumpliendo en varias unidades de diálisis, situación que han denunciado los pacientes. Es por esto que la exigencia de reactivar los trasplantes cobró mayor relevancia en el año 2021.
Los pacientes renales que continúan en hemodiálisis y no reciben el tratamiento de forma adecuada comienzan a notar el deterioro en sus cuerpos y en su calidad de vida.
Trasplantes de médula ósea inaccesibles
Pese a que los trasplantes de médula ósea no estaban contemplados en el SPOT tampoco hay muchas opciones para acceder a uno. Pacientes con enfermedades hematológicas y algunos tipos de cáncer son los primeros en la lista de espera para estos procedimientos.
Los pacientes de la unidad de Hematología del hospital J.M. de Los Ríos en Caracas podían acceder a uno a través de un convenio con hospitales italianos con el financiamiento de Petróleos de Venezuela (PDVSA), pero desde 2016 este programa se suspendió .
En Venezuela existen dos centros de trasplante de médula ósea: uno privado en el Hospital de Clínicas Caracas, llamado Fundamédula, y un centro público en la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera de Valencia, Carabobo, conocido como la Fundación Carabobeña para la Atención de las Enfermedades Hematológicas (Funcanhem).
Entre estos dos tienen la capacidad para atender a 50 pacientes cada año, lo que resulta insuficiente ya que la demanda de este tipo de trasplantes anualmente es de 400, de acuerdo con datos de la ONTV.
Pacientes pediátricos en riesgo
Los pacientes renales pediátricos corren un mayor riesgo de muerte que las personas que presentaron fallas renales en la adultez. Por esto deben ser considerados prioridad en un proceso de reactivación de los trasplantes.
Este problema en el desarrollo se debe a la pérdida de calcio, además también comienzan a perder tono muscular lo que hace que huesos y articulaciones sean más susceptibles a lesiones.
Pedro Blanco, nefrólogo pediatra, explicó que estas afectaciones pueden ocurrir en brazos o piernas, incluso el paciente puede perder la habilidad de caminar.
Un efecto psicosocial muy grande ya que en el tiempo estos niños no pueden ir al colegio por distintos trastornos que desarrollan y sus necesidades de tratamiento constantes”, añadió el nefrólogo.
Tema de negociación en el diálogo
Francisco Torrealba, representante del chavismo en el diálogo en México, informó el 10 de septiembre que la reactivación de los trasplantes en Venezuela sería uno de los temas abordados en las negociaciones con la Plataforma Unitaria.
Un mes antes de este anuncio, la fundación Santi y sus Amigos organizó una protestas con pacientes pediátricos para llevar a la Embajada de México una propuesta para que este tema fuera incluido en el diálogo.
El 27 de septiembre Fabiana Garantón, representante de la ONG, entregó a la delegación del régimen de Nicolás Maduro en México la propuesta que esta fundación plantea para la reactivación de los trasplantes.
No obstante, luego de la declaración de Torrealba no se ha tenido ninguna información referente a avances en este tema durante las negociaciones políticas.