• Durante una alocución en el pueblo de Galipán, el líder chavista prometió constituir allí la primera ciudad comunal de Venezuela, en caso de aprobarse la polémica ley discutida por la AN oficialista. Aunque fue poco claro en sus declaraciones, usuarios en redes sociales mostraron su temor por la posible construcción de urbanismos dentro del parque nacional

Nicolás Maduro causó indignación en las redes sociales el 20 de octubre de 2021 con unas pocas palabras. Desde el pueblo de Galipán, en El Ávila, aseguró que constituirá una ciudad comunal en pleno corazón del Parque Nacional Waraira Repano.

La propuesta estará condicionada a la aprobación de la Ley de Ciudades Comunales, actualmente en discusión en la Asamblea Nacional afín al oficialismo. “Les garantizo que aquí mismo en esta montaña, una vez que aprueben la ley, promulgaré con mi firma de jefe de Estado la Ley de Ciudades Comunales y constituiré en el Waraira Repano la primera ciudad comunal del país”, declaró.

Su mensaje fue corto y ambiguo. Poco antes había alabado el sistema productivo de las comuna de Galipán, pueblo turístico y campesino ubicado en la montaña. Hasta el momento no se sabe si el plan de Maduro sería darle rango de ciudad comunal a Galipán y sus comunidades aledañas, o construir nuevos asentamientos. 

Leer más  Zoom reiteró información sobre límites de compra de divisas: lo que se sabe

Zona protegida

El principal motivo de rechazo que generó la propuesta de Maduro en redes sociales fue el riesgo ecológico que supondría instalar urbanismos en El Ávila. Sus habitantes temen que la ciudad comunal suponga un ecocidio del denominado pulmón vegetal de Caracas. Un miedo real cuando repasa el historial de talas de árboles y destrucción de áreas verdes de las autoridades locales en los últimos años.

El Ávila goza de un estatus de protección tras su declaración como parque nacional en 1958. Esto obliga al Estado a garantizar la conservación de su fauna y flora, y aunque están permitidas las actividades de carácter turístico y recreacional, estas no deben afectar a su ecosistema. Con el decreto Nº 30 408 firmado en 1974 por el presidente Carlos Andrés Pérez, se extendió la zona protegida de la sierra, quedando con un área total de 85.192 hectáreas.

El Parque Nacional Waraira Repano (nombre indígena de la montaña, oficializado en 2011) sirve como barrera natural para separar el valle de Caracas del litoral del estado Vargas. Posee una gran diversidad de ecosistemas, que van desde selvas nubladas, bosques tropófilos y siempreverdes hasta sabanas arboladas zonas de vegetación xerófita. También posee una gran variedad de flora endémica, es decir, que solo existe en esa zona específica, como especies de rubiáceas, sapindáceas y mirtáceas. Su fauna también es especial, con al menos 13 especies endémicas de aves, así como reptiles, mamíferos e invertebrados.

Leer más  Ventajas y desventajas de los teléfonos refurbished

Los pueblos de El Ávila

Una ciudad comunal en El Ávila: la propuesta de Nicolás Maduro que pone en alerta a los habitantes de Caracas
Foto: Cortesía

A pesar de que actualmente está totalmente prohibido construir edificaciones en las zonas protegidas del parque nacional, existen varias poblaciones que desde hace décadas pueblan El Ávila. Más allá de instalaciones turísticas como Ávila Mágica, el hotel Humboldt o los puestos de guardabosques, hay gente que vive en la montaña.

La población más conocida es Galipán. Se encuentra en la vertiente norte de El Ávila, es decir, la cara de la montaña que da hacia el mar, y está bajo jurisdicción de la parroquia Macuto del estado Vargas. Su cercanía al eje turístico del parque lo convierte en un punto bastante visitado, aunque muchos de sus habitantes también se dedican a la siembra de flores y frutas. Existen otros pueblos menos conocidos por los turistas y totalmente rurales, como Hoyo de la Cumbre, El Corozo y Sachorquiz.

Todas estas comunidades fueron fundadas a lo largo del Camino de los Españoles, antigua ruta usada en la época colonial para ir de Caracas a La Guaira. Por tener casi un siglo de existencia al momento de crearse el parque nacional, se permitió su permanencia. Igualmente, con la ampliación de 1974, se incorporaron otros pueblos como El Bautismo, Zamurito y Santa Rosa, que pertenecían a las haciendas cafetaleras del actual municipio Zamora del estado Miranda.

No obstante, en las últimas décadas guardabosques y grupos ecologsitas están preocupados. Sobre todo por el crecimiento de algunos de estos caseríos, así como la expansión de sus áreas de cultivo. También por la aparición de invasiones en sus faldas, tanto en Caracas como en Macuto. Si bien han sido desalojadas en su mayoría, todavía son un riesgo latente de deforestación y contaminación. 

Leer más  ¿Cuánto cuestan las academias para aprender inglés en Caracas?

Dentro de esta línea, en los últimos años se ha denunciado la construcción de mansiones lujosas en las colinas de Galipán. Aunque son un peligro para la biodiversidad, cuentan con autorización del Instituto Nacional de Parques (Inparques) y el Ministerio de Ecosocialismo. 

¿Qué es una ciudad comunal?

La implementación de un Estado comunal ha sido una de las grandes ambiciones del régimen desde el gobierno del fallecido Hugo Chávez. Ejemplo de ello es la creación de los consejos comunales y las comunas como formas de organización popular y autogestión.

La propuesta de Ley de Ciudades Comunales que debate la AN oficialista es un paso más en esa dirección. Propone un sistema organizativo en el que las comunidades administren sus propios recursos y actividades productivas, además de otras instancias de interés local como los servicios públicos o bancos comunitarios. 

Leer más  ¿Cuáles son los riesgos de dormir sin quitarse el maquillaje?

De acuerdo con el artículo 4 de la propuesta de ley, se define la ciudad comunal de la siguiente manera: “Es una instancia constituida por iniciativa popular mediante la agrupación de comunas en un ámbito territorial determinado a partir de las dinámicas funcionales y geohistóricas, con intereses y valores comunes, donde se ejercen la soberanía y participación protagónica como expresión del Poder Popular”.

El texto por el momento no contempla la eliminación de las figuras de gobierno constitucionales como alcaldías o gobernaciones. Aunque contempla su propia organización poblacional según sus criterios, tampoco esto supone un cambio obligatorio del orden político-territorial vigente. De hecho, en muchos casos coinciden. 

No obstante, es un hecho de que los nuevos voceros de las ciudades comunales tendrán mucho más poder dentro de sus zonas. En muchos casos podrían chocar directamente con las jurisdicciones del gobierno regional. Sus detractores observan en esta ley irónicamente una forma de centralismo disfrazado, dada su explícito carácter ideológico a tono con el discurso del régimen de Maduro, y la forma en que actualmente las comunas y consejos comunales se mantienen subordinados a las directrices del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Noticias relacionadas