- La policía francesa detuvo a Rémy Daillet, un conspiranoico acusado de encabezar un proyecto paramilitar que pretendía derrocar al presidente Emmanuel Macron y tomar el Elíseo. De acuerdo con la información de la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI), el hombre contaba con 300 personas para llevar a cabo su plan golpista. Foto referencial
Rémy Daillet nunca ocultó sus planes. En los preceptos de su “contrarrevolución”, el político extremista francés, quien se erigió en figura de un movimiento conspirativo, lanzó un llamado explícito a “arrestar y destituir al presidente” de ese país, Emmanuel Macron. Aunque siempre fue visto por parte de la población como un conspiranoico con ideas utópicas, se convirtió en una amenaza real: la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI, espionaje nacional) lo detuvo el 28 de octubre, al considerarlo el principal responsable de la denominada Operación Azur, un amplio proyecto paramilitar que pretendía dar un golpe de Estado, según informó el diario Le Parisien.
Daillet, de 55 años de edad, vivió durante los últimos años en Malasia, desde donde divulgaba videos de naturaleza conspirativa no solo contra el gobierno francés, sino contra la ciencia y la tecnología.

Según informa EFE, para llevar a cabo la Operación Azur el extremista se habría rodeado de los suyos. Desde Malasia, a través de un sistema de comunicaciones encriptadas, también habría creado una red de células regionales de simpatizantes de ultraderecha, neonazis, militantes antivacunas e incluso fanáticos de las teorías de la conspiración.
Líneas de acción
La organización tendría ya una estructura definida y dividida en dos partes:
En un principio la formación militar se dividiría en tres tipos, según la versión de El Español: “voltigeurs” (así se denominaban algunas unidades de infantería del ejército napoleónico), “grenadiers” (unidades de élite del ejército napoleónico) y “assaillants” o asaltantes. Algunos de ellos, según el DGSI, habrían comenzado ya a fabricar explosivos después de conseguir la fórmula de un profesor de química partícipe del complot llamado Florian Philippot.
El diario Le Point citó a uno de los hombres más cercanos a Daillet luego de que lo detuvieran. El objetivo, comentó la persona, era “movilizar a la mayor cantidad de gente posible. Hay un gran malestar y todo el mundo está abrumado. Es el momento de proceder al derrocamiento de las estructuras gubernamentales y estatales, apoderarse del Elíseo, de la Asamblea Nacional y del Ministerio de las Fuerzas Armadas”.

A pesar de las claras amenazas públicas de Daillet, Jean-Christophe Basson-Larbi, su abogado, desestimó cualquier relación del extremista con el plan golpista. “Esta Operación Azur, con un Ejército en la sombra que invadiría París, se basa en fantasías y atajos”, aseveró a Le Figaro. Si algunos de los imputados que “dicen ser parte de él y suscriben sus ideas”, han planeado acciones violentas, sostuvo que el líder conspirativo no es responsable en absoluto. Según él, más que un hombre de acción, su cliente es “un ideólogo a favor de un derrocamiento pacifista”.
Responder ante la justicia
En mayo se abrió una investigación judicial tras las primeras detenciones vinculadas al pequeño grupo de extrema derecha “Honor y nación”. Luego siguieron dos rondas de la red el 8 y 22 de octubre, que permitieron la detención y acusación de 14 personas por “asociación terrorista con miras a prepararse para el delito de lesiones personales”. Entre ellos se encuentran dos soldados, sospechosos de haber reclutado elementos fuertes para el día de la toma del Palacio.
No es la primera vez que Daillet es noticia en Francia en lo que va de 2021. Entre abril y mayo fue noticia luego de que la policía lo arrestara en Malasia, donde residía de forma ilegal una vez sus visados habían expirado. Lo extraditaron a Francia con carácter inmediato junto a su esposa y a sus dos hijos, donde lo detuvieron nada más al aterrizar, acusado de “complicidad en el secuestro de un menor de 15 años cometido por una banda organizada”.

En lo que se conoció como el “caso Mia”, la justicia francesa a Daillet «de haber dado instrucciones para la organización» del secuestro de una niña de 8 años de edad, cuya custodia le había sido otorgada a su abuela. De acuerdo con El Español, los seguidores de Daillet habrían llevado a cabo el secuestro “a petición de la madre convencidos, como los fervientes seguidores de QAnon en Estados Unidos, de que estaban liberando a la pequeña de una red pederasta organizada por el Estado”.