Email
- El monseñor sucrense anteriormente fungía como obispo de Acarigua-Araure. La Diócesis de Petare ahora se convierte en la número 27 de 42 circunscripciones eclesiásticas en Venezuela
La Santa Sede erigió la nueva Diócesis de Petare y designó a monseñor Juan Carlos Bravo como primer obispo de la misma.
Bravo concluirá sus funciones como el actual obispo de Acarigua y Araure hasta que se realice la toma de posesión luego del anuncio de su nuevo cargo por parte de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) durante la mañana del martes 16 de noviembre.
La CEV explicó que el Colegio de Consultores de Acarigua-Araure lo elegirá como administrador diocesano y posteriormente guiará a esa diócesis hasta la toma de posesión del nuevo obispo.
Diócesis de Petare
Petare está organizada pastoralmente por 23 parroquias, 12 sacerdotes diocesanos, 45 sacerdotes religiosos, 129 religiosas, 5 seminaristas, 27 instituciones educativas católicas y 64 instituciones caritativas. nnAsimismo, la zona constituye una población de 760.000 habitantes, coincidiendo con el territorio civil del municipio Sucre del estado Miranda.
Su vida ministerial
El monseñor y ahora obispo Juan Carlos Bravo nació el 3 de enero de 1965 en Quebrada Seca del Pilar, estado Sucre.
En 1970 su familia se estableció en Ciudad Guayana, estado Bolívar.
Estudió en la Fraternidad de los Padres Operarios Diocesanos y realizó sus estudios de filosofía en el Seminario Santa Rosa de Lima en Caracas años después.
Posteriormente cursó la carrera de Teología en el Seminario St. Tomas de la Arquidiócesis de St. Paul en Minnesota (Estados Unidos). También cursó Educación Clínica Pastoral y en el Instituto Ecuménico Tantur en Jerusalén tuvo la oportunidad de estudiar la Sagrada Escritura.
Fue ordenado diácono el 8 de junio de 1992 y como sacerdote el 28 de noviembre del mismo año para la Diócesis de Ciudad Guayana.
Cargos santos
Fue párroco de la parroquia Inmaculada Concepción de San Félix y Nuestra Señora del Rosario en Guasipati.
También fue administrador parroquial de la Parroquia Santa Teresa de Puerto Ordaz, San Miguel Arcángel del Palmar y Nuestra Señora de Montserrat en el Miamo.
Igualmente fue elegido como vicario Episcopal de Pastoral y administrador diocesano.
Trabajó en escuelas públicas como maestro de aula, profesor de educación media y universitaria. Bravo participó con el movimiento “Por un Mundo Mejor”, en el que trabajó en la animación de proyectos en el país y con la zona pastoral cinco en Ciudad Guayana.
La experiencia le ha dado la oportunidad de promover con sacerdotes, religiosas y laicos la espiritualidad del Prado con los indígenas Pemones, asociación que ha mantenido cerca a lo largo de toda su vida ministerial.
También te recomendamos
¿Cuáles son los beatos venezolanos reconocidos por la Iglesia católica?n
