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- Siete profesionales de la salud, quienes atendieron al astro argentino hasta sus últimos días de vida, son investigados por la justicia. Una junta de 20 peritos llegó a la conclusión de que fue “abandonado a su suerte” | Foto principal: Getty Images
La muerte de Diego Armando Maradona el 25 de noviembre de 2020 todavía es motivo de debate en Argentina. A un año del fallecimiento del astro argentino, la justicia aún determina responsabilidades en su equipo médico por supuesto homicidio, así como la repartición de su herencia millonaria.
¿Homicidio?
La fiscalía que investiga la muerte de Maradona acusó a siete profesionales de la salud por “homicidio simple con dolo eventual” (sin intención). Estos son su doctor de cabecera Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la médica coordinadora Nancy Forlini, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y los enfermeros Ricarlo Almirón y Dahiana Madrid.
A pesar de que ya todos fueron indagados y los querellantes pidieron el arresto domiciliario, todos están en libertad. Los fiscales aseguraron que no habrá detenciones preventivas. El juicio continúa sin fecha, pero podrían recibir entre 8 y 25 años de prisión.
Uno de los aspectos clave para la investigación es el informe de una junta de 20 peritos que determinó que Maradona fue “abandonado a su suerte” por su staff de médicos. Consideraron que el tratamiento recibido fue “inadecuado, deficiente y temerario” y que el paciente tuvo varías horas de agonía hasta que fue hallado muerto en su cama.
A esa conclusión se llegó debido a que después de la operación en los primeros días de noviembre del 2020 por un hematoma cerebral, Maradona continuó su recuperación en una quinta. Para la junta, “debió haber continuado su rehabilitación y tratamiento interdisciplinario en una institución adecuada”.
Los peritos indicaron que el exjugador “no se encontraba en pleno uso de sus facultades mentales, ni en condiciones de tomar decisiones sobre su salud” al abandonar la clínica Olivos, donde fue operado.
La herencia y la subasta
A lo largo de su vida, según un abogado cercano a él, Maradona habría amasado una fortuna que “supera los 500 millones de dólares”, sumando salarios y contratos. Sin embargo, la mayoría de ese dinero lo gastó en distintos bienes y propiedades que poco a poco han ido saliendo a la luz.
Tras las primeras investigaciones, la justicia argentina confirmó que solo tenía 6 millones de euros entre todas las cuentas que este poseía en Dubai, Suiza, Bielorrusia, Italia, México y Argentina. No obstante, desde Argentina señalan que Maradona podría acumular bienes en ese país por valor de 100 millones de dólares. Mucho de este dinero lo manejaba su abogado, Matías Morla.
Los cinco hijos de Maradona (Dalma, Gianinna, Diego Junior, Jana y Diego Fernando) han acusado a Morla por haberse apropiado de los derechos de su padre. Dalma y Gianinna presentaron una demanda por fraude y apropiación y solicitaron al juez que se le prohíba al exabogado de su padre que “ceda, venda, transfiera o disponga de cualquier modo de todas o de alguna de las marcas MARADONA de las que ilícitamente se apoderó o apropió”.
Entre las propiedades del astro argentino estaban lujos carros y tenía una amplia colección en varios lugares del mundo. Tenía un Rolls Royce en Dubai o un 4×4 anfibio en Bielorrusia, además de una colección de Ferraris y algún que otro deportivo de alta gama.
Sin embargo, todos estos objetos podrían terminar donados o regalados, como había sido su voluntad. Y es que Maradona ya había dejado claro que no dejaría nada de herencia. “Yo sé que ahora, cuando uno se va haciendo más viejo, se preocupan más por lo que dejas que por lo que estás haciendo. Lo único que les digo a todos es que no les voy a dejar nada”, expresó años antes de morir.
Así, el próximo 19 de diciembre se subastarán muchas de sus pertenencias: coches de lujo, camisetas históricas, balones u otros objetos.
Una vida repleta de polémicas
“El Pelusa”, como lo apodaban, nació en Lanús, una provincia de Buenos Aires, Argentina, el 30 de octubre de 1960. De origen humilde, era el quinto de ocho hermanos. Sobre Maradona muchas veces no hay puntos grises: muchos lo aman por lo que hizo como jugador, y otros tantos desechan su figura por su relación con las drogas, casos de abuso sexual y su apoyo a dictaduras de izquierda.
Como futbolista lo ganó casi todo: tocó el cielo con el mundial de México 1986, levantó tres títulos con el FC Barcelona y sacó adelante al entonces modesto Napoli, en Italia. Fue en esa última etapa, sin embargo, donde comenzó su decadencia pública en el ámbito personal. Maradona dio positivo en un control antidopaje por primera vez en su carrera. La Federación Italiana lo apartó de las canchas durante 15 meses, debido a que dio positivo por cocaína.
Durante el Mundial de Estados Unidos 1994, apenas en la segunda fecha, Diego Maradona volvió a dar positivo en un control antidoping. En los análisis se le detectaron cinco sustancias prohibidas por la FIFA: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina.
Paradójicamente, la Agencia Mundial Antidopaje —que empezó a funcionar en 1999— llegó a la conclusión que la cantidad de pseudoefedrina y sus derivados que se encontraron en la orina del argentino no alcanzaban para ser considerado dopaje.
En abril de 2004, luego de superar un delicado problema de salud producto de su adicción a la cocaína, Maradona se internó en un centro médico de Cuba para iniciar un tratamiento de desintoxicación. Además, debido a sus excesos, llegó a pesar hasta 120 kilos en 2005.
En la isla tuvo una relación con una menor de edad, quien recientemente confesó que sufrió abuso psicológico por parte del exfutbolista, quien la habría llevado al alcoholismo y adicción a las drogas.
Asimismo, en Cuba Maradona forjó su relación con la dictadura de Fidel Castro y los gobiernos totalitarios de Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa. Hasta sus últimos días apoyó al régimen de Nicolás Maduro.
