• Venezuela saldrá formalmente de la hiperinflación en enero de 2022, por lo que expertos proyectan que los precios tiendan a ser más estables; sin embargo, esa no es la única tarea pendiente de la economía nacional en el nuevo año, ya que se espera también un crecimiento del PIB y la reactivación del crédito bancario, vital para lograr la recuperación financiera tras el descalabro de los últimos ocho años

El mes de enero marcará un hito en la historia económica de Venezuela, debido a que pondrá fin del proceso hiperinflacionario en que se encuentra el país desde noviembre de 2017 (con lo que alcanzó los 50 meses) que lo ubicaría como el segundo más largo de la historia, solo por detrás de Nicaragua, que entre 1987 y 1991 pasó 58 meses en hiperinflación. 

El último mes que el país marcó una inflación superior al 50% fue en enero de 2021 (55,2% según datos aportados por la legítima AN), por lo que al cumplir 12 meses consecutivos con una inflación mensual inferior a ese porcentaje, Venezuela formalmente abandonará la hiperinflación. No obstante, los expertos consultados por El Diario consideran que igual se mantendrán cifras de inflación altas, por lo que se espera que siga siendo el país con los niveles más elevados de la región.  

Si se mantiene el esquema actual de contracción del gasto y de esas ventas más agresivas de divisas por parte del sector público, va a ser posible mantener los niveles de inflación mensual que hemos visto en la segunda mitad de este año, y es por eso que en parte se está apostando a que vamos a salir de la hiperinflación de manera formal o vamos a entrar un ciclo de alta inflación a inicios del 2022”, expuso el economista senior de Ecoanalítica, Luis Bárcenas.

Sin embargo, el experto financiero considera que estos niveles controlados de inflación estarán supeditados a la capacidad que tenga el régimen de seguir inyectando divisas a la economía, como lo ha estado haciendo durante los últimos meses. 

“A favor del gobierno (chavismo) está que somos una economía muy pequeña, en comparación a lo que fuimos a hace seis o siete años atrás, y hace falta muy poco en términos de venta de divisas para controlar el tipo de cambio”,  explicó. 

Los retos que enfrenta la economía venezolana en 2022
Expectativas para la economía venezolana. Foto: EFE / Referencial

Mayor estabilidad de precios

Para Bárcenas en la media que el tipo de cambio se mantenga estable los precios también lo harán porque, a su juicio, esa es una variable de decisión importante para los que determinan el valor de un bien o servicio en el país. Aunado a esto, considera que la disparidad de dinero circulante en las calles, entre dólares y bolívares (2.500 millones de dólares en efectivo contra una cantidad de bolívares que apenas equivalen a $ 1.000 millones), favorece a mantener el tipo de cambio y por ende los precios de los productos que tienen a la moneda norteamericana como referencia.  

“Los precios (en Venezuela) son muy dependientes de lo que ocurrió el mes pasado o la semana pasada, entonces en la medida que estos, el mes o la semana pasada, crecieron muy poco, la semana siguiente es muy probable que se comporten igual, aún en ausencia de intervenciones del Banco Central de Venezuela en materia de venta de divisas. Valiéndose de eso es muy probable que la estabilidad a nivel de precios en bolívares en Venezuela se mantenga”, argumentó el especialista económico. 

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A pesar de la posible estabilidad, también señaló que debido a la fragilidad de la economía venezolana actual, también hace falta “muy poco” para que los precios retomen su conducta alcista.

En este sentido, planteó un escenario en el que se necesite aumentar el gasto público, con un aumento de sueldo por ejemplo, lo que llevaría a ver niveles de inflación más altos en el mes o los meses posteriores a esa medida.  

¿Inflación de menos de tres dígitos?

La inflación venezolana podría cerrar el 2021 en menos de tres dígitos por primera vez desde 2017, ese año el país entró en hiperinflación y cerró con 860 %, según cifras del BCV. Los años siguientes el máximo órgano financiero reportó 130.060 % de inflación en 2018,  9.585,50  % en 2019, 2.959,8 % en 2020 y hasta noviembre de este año manejaba una de 631,1 %.

El director de Econométrica Henkel García no descarta que se pueda registrar una inflación de menos de tres dígitos si se mantiene la disciplina fiscal que demostró el régimen en 2021, donde, a su juicio, se controló la emisión monetaria al no aumentar el gasto público y se estabilizó el tipo de cambio al lograr contener al dólar paralelo.

“La inflación es bastante volátil y nosotros (Econométrica) estamos proyectando a comienzos de año una desaceleración de la inflación, pero más cercana a 1.000 puntos porcentuales. Podríamos cerrar (2022) entre 600 y 800  % (…) No obstante, no descartaría que terminemos en una inflación de dos dígitos en 2022. Pero nuestro escenario base es una mucho más disminuida de la que tenemos hasta ahora, cerca de unos 200 puntos porcentuales”, expuso el analista financiero.

Por su parte, en Ecoanalítica proyectan una inflación mensual alrededor del 10 % durante 2022, lo que la colocaría en más de tres cifras al final del año.

“Se espera una inflación por debajo de lo que fue este año, donde las cifras mensuales han estado por debajo desde que comenzó el proceso de hiperinflación en el país. Probablemente tengamos una inflación mensual promedio en torno al 10%, algo muy por encima de los pares latinoamericanos, pero que es muy baja respecto a otros países”, aclaró.

Crecimiento desigual

Ambos expertos consultados por El Diario coinciden en que 2021 hubo un crecimiento del sector comercial; no obstante, explicaron que ha sido en detrimento del área manufacturera de la industria nacional, que sigue sin tener la seguridad jurídica necesaria, el acceso a créditos o a una mano de obra calificada (debido a los sueldos pocos competitivos y a la alta tasa emigratoria del último lustro).

Henkel García considera que la reactivación de la actividad económica, tras aprender a convivir con la pandemia, así como la recaudación fiscal, indican un crecimiento con respecto a 2020; sin embargo, no descarta que no represente un aumento significativo con respecto a 2019, previendo incluso que se podría cerrar por debajo del año prepandemia.   

“Crecer contra un año (2020) complicado, de pandemia, un año donde estuvimos en nuestras casas durante la mayor parte del tiempo, con una enfermedad que desconocíamos, sin vacunación, no es descabellado, es algo hasta probable. Y eso es lo que va a pasar durante 2021.  Aquí la gran pregunta es como vamos a terminar con respecto a 2019.  Ahí si creo que vamos a terminar por debajo”, argumentó antes de ahondar en las razones de porque este crecimiento fue tan desigual.

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Explicó que durante 2021 se tomaron medidas en materia de exenciones arancelarias que beneficiaron al área comercial, en el que destacó a la venta de alimentos, electrodomésticos y el servicio de delivery como los grandes beneficiados; pero afirmó que afectó indirectamente a la industria nacional, a la que le cuesta competir con productos importados a más bajos precios.

Los retos que enfrenta la economía venezolana en 2022
Expectativas para la economía venezolana. Foto: Referencial

“Toda la parte comercial me parece que se desempeñó bastante bien, pero es un crecimiento muy desigual todavía. A mí la salud de la economía venezolana me puede dar unas señales positivas si vemos que la manufactura está creciendo, es decir que esa capacidad que hoy está ociosa empieza a ponerse en actividad, eso sería un gran signo”, indicó el especialista financiero.

Por su parte, el economista Luis Bárcenas considera que el balance de 2021 en términos financieros fue positivo, impulsados por la dolarización transaccional y la mayor flexibilización de los sectores comercial e industrial con respecto a 2020.

A pesar de ese escenario positivo, Bárcenas reveló que en Ecoanalítica no esperan un crecimiento al cierre de 2021, y estiman que la economía venezolana cierre con un tamaño muy similar al que tuvo en 2020. 

“Ya el año pasado la economía mostraba, a finales de año, signos de una recuperación, producto de migrar del esquema de cuarentena total al esquema de cuarentena selectiva, por semanas. Por eso es que vimos desde el año pasado una actividad comercial despertando, tras ese letargo que significó el covid-19”, señaló.

También explicó que a pesar del crecimiento que pudo existir en el sector privado, la contracción del sector público, impulsada por la baja capacidad de producción del sector petrolero y la caída en sus precios a inicios de 2021,  contrarrestó el aumento que generó el área comercial.

Expectativas para 2022

Bárcenas indicó que en Ecoanalítica proyectan para 2022 un crecimiento por encima del 6 %, impulsado por un mayor dinamismo del sector comercial debido a su adaptación a la pandemia que le permitirá seguir operando a pesar de las restricciones. También apostó porque el régimen se vea en la necesidad de dar un “paso adicional” en el tema de la dolarización financiera.  

“Tal vez el gobierno se vea en la necesidad de permitir el intercambio de divisas entre bancos, algo que limitó en 2020, precisamente para que la población se beneficie más de la dolarización y para coayudarse en su objetivo antiinflacionario, y ¿por qué no?, probablemente eso trascienda en el ofrecimiento de créditos en dólares de manera formal”, pronosticó el especialista.

Asimismo, recordó que al esperar una inflación mensual promedio de alrededor 10 %, se estima también una nueva apreciación del dólar que ya en 2020 perdió cerca del 50 % de su nivel de compra. 

“Probablemente el año que viene sea menos de un tercio de esa proporción, pero hay que esperar a ver cómo se comportan los precios”, aclaró.

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Mejores condiciones institucionales y reactivación del crédito bancario

Pese a la leve mejora que los especialistas consultados estiman para el próximo año, ambos consideran que de no mejorar las condiciones de seguridad jurídica, que atraiga la inversión privada, y la banca se mantenga sin reactivar el crédito bancario en gran escala, será imposible lograr una recuperación significativa.  

Aun con ese balance positivo de 2021, todavía hay que recordar que la economía sufre debilidades importantes, el tema petróleo es uno, pero también el tema del crédito y la poca claridad del Ejecutivo en materia de dolarización, que si bien ha permitido que el uso del dólar se extienda para un mayor número de transacciones, todavía queda pendiente el tema de la dolarización de la banca, que debería conllevar a una dolarización de los créditos, un poco para que se impulse el gasto privado y que ese gasto ayude a impulsar una mayor recuperación de la economía”, expuso Bárcenas.

En su opinión, en la medida que los bancos puedan permitirse ofrecer los depósitos que ya tienen en forma de crédito, el área comercial e industrial vinculada a las importaciones será la más beneficiada.

“Creo que esto es una buena oportunidad para que la banca revise sus lineamientos en cuanto a crédito, sus políticas de riesgo, sus políticas de reposición, de medición del potencial riesgo que enfrente, para que de alguna manera los créditos que se den se aprovechen”, razonó el economista senior de Ecoanalítica.

Por su parte, Henkel García reveló que dentro de Econométrica ven un leve crecimiento en 2022, pero que será desigual, como hasta ahora, mientras no venga acompañado de cambios significativos en las políticas económicas del régimen. 

“Para que crezcamos a altas tasas y que ese crecimiento también sea más equitativo e inclusivo, hacen falta muchos más cambios. Tanto en política macroeconómica, como en condiciones institucionales, que todavía no tenemos”, argumentó el analista financiero.

En este sentido, destacó el intento del régimen por acercarse y coordinar políticas con el sector privado; no obstante, no lo consideró suficiente para atraer la inversión necesaria que permita reactivar el aparato productivo nacional.

“El problema es de institucionalidad, no tenemos seguridad jurídica. El Banco Central de Venezuela es como un brazo del Ejecutivo, no es una institución independiente y así puedes nombrar unas cuantas instituciones”, indicó García.

Por último, ve fundamental la reactivación del apalancamiento de la banca para aspirar a un crecimiento significativo.

“La aparición del crédito bancario es un punto fundamental que puede determinar el crecimiento del próximo año”, precisó García antes de apostar por su aparición. 

“El gobierno está bastante temeroso de disminuir el encaje y permitir que haya expansión del crédito, pero aun así veo que en algún momento de 2022 va a comenzar. No sé si en el primero, segundo, tercer o cuarto trimestre, o si va a ser algo progresivo, ya eso ha ido tímidamente mejorando, pero quizás el próximo año lo veamos de manera más acentuada y eso va a ser un factor importante para el crecimiento de 2022”, explicó el especialista.

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Bajas expectativas de recuperación para los trabajadores y el ciudadano común  

Ambos expertos coincidieron también en que por lo desigual del crecimiento que ha demostrado la economía venezolana hasta la fecha, las expectativas de recuperación del salario de los trabajadores o el acceso que pueda tener el ciudadano común al crédito, ya sea hipotecario o al consumo, no va a ser el deseado. 

El director de Econométrica, Henkel García, prevé que la clase profesional continúe rezagada como ocurrió en 2021.

“Lo que me preocupa de 2022 es que tan desigual va a ser el crecimiento, que tanto se puede beneficiar un profesional o esa clase media profesional que ha sido duramente golpeada. Lo que pudiese asomar es que van a estar rezagados como han estado hasta ahora y eso por supuesto no es nada deseable”, puntualizó.

Finalmente, hizo un llamado a la ciudadanía a aprovechar cualquier oportunidad que se le presente, pero también a aspirar y exigir mayores cambios en las políticas públicas, que garanticen mayores oportunidades para todos y no solo para sectores puntuales de la economía. 

“Creo que podemos tanto aprovechar las oportunidades que se presenten, si se nos llega a presentar alguna, y seguir exigiendo mayores cambios que sean más profundos y más determinantes en el funcionamiento del país, porque si queremos salir de este crisis y evitar que ese barco (el país) quede encallado, todos tenemos que colaborar y tenemos que aspirar a más y exigir más. Tenemos que discutir más cómo lograrlo como sociedad; no es una tarea sencilla pero tenemos que tenerla siempre pendiente”, argumentó el analista financiero.

Por su parte, el economista senior de Ecoanalítica, Luis Bárcenas si ve posible una mejora para los trabajadores de algunos sectores que estuvieron paralizados durante la pandemia; no obstante aclaró que en el contexto de una economía pequeña como la venezolana esto vendrá supeditado a la reactivación del crédito bancario y su alcance.

“Probablemente en algunos sectores o estratos el venezolano puede ver una mejora relativa en su nivel de ingreso, en la medida que los precios en bolívares crecen menos y la apreciación tienda a reducirse o no sea tan agresiva. No obstante, si es que no se reactiva la actividad crediticia en 2022, probablemente sea muy difícil, por más que el venezolano enfrente precios que crecen menos. Aquí la mejora se centraría en que el venezolano promedio perdería menos, que lo que perdió en 2020, 2019 y 2018”, explicó Bárcenas.

También expuso que en la medida que las empresas o comercios generen más ingresos y tengan la capacidad de elevar, así sea de manera fraccionaria, los pagos a sus empleados, estos se verán más beneficiados. 

“Pero lamentablemente no va a ser para todos, lamentablemente va a ser una economía muy pequeña, que todavía va a enfrentar factores que sigan atentando en el mediano plazo, contra su expansión o crecimiento”, aclaró.  

Aunque el panorama no se ve tan alentador para el ciudadano común, el abandonar la hiperinflación, el aumento de la dolarización transaccional, un leve crecimiento del PIB y una posible reactivación del crédito bancario son razones para ver con optimismo el 2022, que podría marcar el inicio de la tan ansiada recuperación económica que lleva esperando el venezolano desde hace tanto tiempo.

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