• A pesar de las dificultades para cumplir los cronogramas expositivos, la diáspora de artistas, las complejidades de traslados de obras desde y hacia el exterior y los cierres por una pandemia que va para su tercer año, los espacios culturales en la ciudad se adaptan a los nuevos modelos de producción y preparan una programación presencial y virtual para este 2022 que incluye colectivas, individuales y proyectos colaborativos en el ámbito internacional

Mantener las salas abiertas, cumplir con el cronograma expositivo y ofrecer alternativas seguras e interesantes para atraer el público serán fundamentales para galerías y espacios culturales alternativos en Caracas, a casi tres años de una pandemia que forzó cierres, cancelaciones de eventos y modificó las relaciones entre creadores, gestores de arte y espectadores.

Para la curadora y gerente de proyectos expositivos Lorena González Inneco el año 2021 fue bastante dinámico, tras un 2020 de mucha complejidad para las artes visuales en el país. Considera que de forma orgánica los espacios han ido alineándose a los nuevos modos y modelos de producción. Menciona la activación del Centro de Arte Los Galpones, tanto presencial como de forma virtual, con galerías como D’Museo y ABRA. Así también La Hacienda Parque Cultural La Trinidad, donde se llevó a cabo el concurso y muestra La trayectoria inédita que reunió a más de una treintena de artistas de varias generaciones. Así también se mantuvieron activas Beatriz Gil Galería, Carmen Araujo Arte y la Sala Mendoza ubicada en los espacios de la Universidad Metropolitana.

“Hubo un itinerario bastante elocuente que fue investigando distintas áreas porque hubo antológicas de grandes maestros, colectivas de jóvenes artistas, individuales de creadores de trayectoria y emergentes, concursos. Creo que en ese sentido fue atinado el recorrido frente a lo que la producción nacional podía ser”, indica.

La investigadora considera que para este 2022, más allá de la pandemia, el medio artístico debe afrontar las complejidades que ha viene arrastrando desde hace varios años: descenso del coleccionismo, la diáspora de creadores, la dificultad para visibilizar la producción, las fallas en el ámbito formativo y la crisis del sistema de museos nacionales, esto sumado al ingreso al mundo de la virtualidad que aún no alcanza niveles de desarrollo de otros países.

“Creo que la pandemia ha acelerado esos procesos digitales generando modelos muy audaces de participación en el arte tecnológico, la realidad aumentada, los metaversos, los NFT (Token no fungible) y esta especie de democratización del mercado del arte, que ha pasado de ser prioridad de especialistas al público en general. Ya las grandes casas de subastas están incorporando esos procesos en su desarrollo y economía”, añade González Inneco.

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En este contexto país y sanitario, galeristas, gestores y creadores han preparado sus propuestas expositivas tanto presenciales como en formato virtual, esperando fortalecer el dinamismo que han ido recuperando lentamente.

Beatriz Gil Galería no ha parado de trabajar

De la incertidumbre de los primeros meses se ha fortalecido el aprendizaje y la adaptación para poder seguir. Ruth Auerbach, directora artística de Beatriz Gil Galería, ubicada en la calle Jalisco de Las Mercedes, asegura que no han disminuido el entusiasmo ni la responsabilidad que tienen con los artistas, el medio y el público.

El reto es infinitamente mayor, las exposiciones han debido estar más tiempo de lo normal para permitir que el público acceda a las obras, previa cita o acudiendo a la galería. Los cronogramas con los creadores han tenido que ser más flexibles por los tiempos de traslado de las obras. Uno tiene que ser creativo y buscar una solución”, dice.

Desde que se decretó el confinamiento en Venezuela, Beatriz Gil Galería ha realizado una decena de exposiciones y ha participado de forma virtual en ferias en Buenos Aires y Miami. Ofreció individuales como las de Emilio Narciso Equilibrio elemental  y Pedro Medina con Documento del aquí y el ahora en 2020; el año pasado tuvieron en sala a Adrián Pujol y sus Isomorfismos espáciales, Rafael Arteaga con Crónicas fantásticas y las (Con)figuraciones en tránsito de Colectiva_21, entre otras.  

Para este año, será clave la flexibilización en las dinámicas, tiempos y procesos con los artistas, además de los ajustes de cronograma debido a las –cada vez mayores– dificultades para el traslado de obras al país. Tendrán también charlas y presentaciones de libros, y buscarán participar en ferias internacionales.

En el área expositiva, iniciarán con la individual de Jesús Matheus La forma inestable. Seguirán muestras de  Cecilia Paredes, Corina Briceño, Tony Vásquez, Génesis Alayón, una de las jóvenes creadoras ganadora del concurso La trayectoria inédita, que tendrá su primera individual en Caracas. Y cerrarán el año con una individual de Alexander Apóstol, con quien desde ya trabajan en las piezas. “Lo más importante es mantener los espacios abiertos y ser cónsonos con la actividad artística. Apoyar a los creadores, porque para todos ha sido difícil”, indica.

Considera Auerbach que en estos tiempos han sido fundamentales las alianzas con galerías internacionales para traer obras de creadores que viven fuera del país: “Alianzas que seguramente aparecerán en espacios locales, porque pienso que dadas las circunstancias es momento de afianzar las posibilidades constructivas. Una galería nunca va a sustituir la función de un museo, pero en cierta medida es el lugar al que acude el público y hay que entregar una buena oferta, pensada en niveles de calidad. Ciertamente todos los actores del mundo del arte estamos pasando por situaciones nuevas y difíciles, pero con mucho entusiasmo porque es una gran responsabilidad que debemos cumplir”.

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Desde el Centro de Arte Los Galpones

Para la galería ABRA el balance de 2021 ha sido positivo, satisfactorio, señalan sus directores Luis Romero y Melina Fernández Temes. Lograron cumplir la programación estipulada y pudieron observar no solo el regreso, aunque lento, del público a las salas sino también el surgimiento de un espectador joven interesado en sus propuestas.

“Nos replanteamos tener menos exposiciones debido a la dinámica de semanas radicales/ flexibles que seguía rigiendo el funcionamiento de espacios culturales hasta diciembre de 2021. Tuvimos un par de exposiciones colectivas, cinco exposiciones individuales, nuestra exposición anual de ArchivoAbierto dedicada al artista Luis Villamizar, una exposición virtual, la realización de un par de pintura murales, un concierto y una participación en una feria de arte internacional. Además, pudimos realizar una serie de charlas y visitas guiadas durante las exposiciones”, indican.

Aunado a ello, potenciaron el portal web del espacio con los aportes realizados para la sección ArchivoAbierto [revisiones], que hicieran las investigadoras Rigel García y Costanza De Rogatis; así como con el catálogo del proyecto [Desde adentro] el afuera, que llevan a cabo con su grupo de artistas desde comienzos de la pandemia.

Así la programación no se detiene. Para este 2022 se plantean continuar con las exposiciones del maestro Pedro Terán y de Costanza De Rogatis, inauguradas el año pasado, además de otras cinco individuales, entre las que están las de los artistas Dulce Gómez, Daniel Medina, Sheroanawe Hakihiiwe y la novel artista Carelyn Mejías. También exhibirán un proyecto del curador Manuel Vásquez Ortega y la investigadora Elizabeth Marín titulado Atlas Inconcluso, una colectiva de artistas de la galería, así como la exposición anual del proyecto ArchivoAbierto, programada para finales de año.

“Nuestra presencia fuera del país este año se conjugará a través de proyectos colaborativos en los que hemos estado trabajando junto a galerías en el exterior, en los que estarán presentes nuestros artistas. Además, estaremos acompañando a nuestro artista Sheroanawe Hakihiiwe en un importante recorrido internacional en el que hemos venido trabajando intensamente con instituciones, eventos y galerías”, señalan Romero y Fernández.

En el ámbito comercial, señalan los directores de ABRA que el coleccionismo en el país ha variado y quienes aún adquieren obras lo hacen con mucha cautela y tras intensas negociaciones. “El sistema del arte consta de cinco patas, como una mesa extraña: los artistas, las galerías, los museos, los investigadores y los coleccionistas. No es difícil sacar conclusiones en Venezuela de cuál es la salud de este sistema. Una situación ideal sería que las instituciones museísticas pudieran generar espacios para el diálogo y apertura con los espacios privados; que artistas de mediana carrera pudieran tener allí exposiciones de carácter unipersonal de envergadura; que se generaran publicaciones; que los esfuerzos por que nuestros artistas estén presentes en eventos, exposiciones, ferias y colecciones aumenten y sean apoyados por sectores públicos y privados como sucede en otros países”, finalizan.

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También en el Centro de Arte Los Galpones ha destacado la actividad de D’Museo, galería con más de 30 años de trayectoria en la ciudad. Como señaló la investigadora Ruth Auberbach, en esta sala también ha sido fundamental la creatividad y el estímulo para no cerrar las puertas. Así, durante 2021 mantuvieron exposiciones, charlas y visitas guiadas con los artistas, muchas de forma presencial.

Asegura una de las directoras de la galería, Zoraida Irazábal: “Quizás el reto mayor fue cómo hacer para movilizar al público. Por el temor al contagio, por la obligación de cumplir con las normas de bioseguridad: a los venezolanos les cuesta mucho cumplir las normas, incluso estas que son vitales. También fue complicado el acceso a los materiales, por cuanto el comercio se mantenía cerrado en un alto porcentaje”.

En este contexto, la directiva del espacio afina estrategias para la programación de este 2022: continúa la exhibición A la carta que reúne una docena de artistas en torno al tema gastronómico nacional en diversos soportes. Y estiman que ofrecerán cuatro muestras, aunque todavía redefinen las fechas. En ello, ha sido clave una comunicación fluida, clara y respetuosa con los artistas.

La participación de la galería en ferias internacionales es un asunto a evaluar para este año, pues afecta el problema para el transporte de obras al exterior. Afirma Irazábal: “D’Museo  ha tratado siempre de participar en eventos internacionales, creemos que las ferias por ejemplo son oportunidades únicas para que una galería en un mismo tiempo y en un mismo espacio muestre la obra de sus artistas y puedan ser adquiridas por muchas más personas e incluso por otras galerías. Además es un centro indiscutible de negocios”.

El regreso de La Sala TAC

En el Trasnocho Cultural aún deben afrontar la problemática con el sistema de aires acondicionados del Centro Comercial Paseo Las Mercedes, donde funciona este espacio artístico, que forzó el cierre de sus salas a comienzos de diciembre pasado. De esto no escapó la Sala TAC, su espacio expositivo. Sin embargo, su gerente Yuri Liscano asegura que esperan reactivarse durante este mes de febrero.

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Galerías y espacios alternativos de arte potencian sus propuestas

Señala que la Sala TAC solía ofrecer cinco exposiciones al año, pero desde la pandemia solo han ofrecido dos. Sin embargo, esperan duplicar esa cifra para este 2022. Así el regreso a las actividades presenciales lo harán con una exposición fotográfica sobre la diáspora nacional desde la frontera colombo-venezolana de Ronald Pizzoferrato, artista venezolano residenciado en Suiza. Este proyecto cuenta con el apoyo de la Embajada de Suiza y la Fundación Suiza para la Cultura Pro Helvetia.

Presentarán luego una exposición sobre arquitectura francesa en el país, con el auspicio de la Embajada de Francia y la curaduría de la Fundación Docomomo, presidida por Jania Gómez; así como una muestra de pintura de José Vívenes, para la que aún planifican fecha.

La pandemia sin duda afectó a todos los espacios expositivos. En el momento en que se decreta el confinamiento en 2020, nosotros inaugurábamos el domingo siguiente la exposición de Alejandro Otero Trazos en movimiento, que reunía los dibujos para sus esculturas. Una muestra que venía con un libro. Era importante para nosotros y lamentablemente la tuvimos que desmontar y guardarla caso por un año, hasta febrero de 2021, cuando la abrimos a medias”, recuerda el gerente del espacio. A este evento le siguieron una individual del artista Luis Salazar y en noviembre pasado inauguraron la colectiva Letreros que se ven de El Grupo.

“Hay exposiciones que no se pudieron ejecutar y están como en una lista de espera a ver si se presentan este año. Tengo una programación bastante apretada, sin embargo estamos viendo cómo la hacemos, qué corremos, qué metemos o cómo ajustamos los tiempos para que todo se dé”, añade.

En esta adaptación y reinvención de la Sala TAC, no solo en lo presencial sino en el ámbito digital, surgió a finales del año pasado el programa educativo Crear el Futuro, una serie de diálogos con relación a los cambios e innovación en los territorios que ejecutaron en alianza con la Embajada de España y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. “Fue un programa sumamente fructífero tanto para los docentes como para el público que participó”, finaliza Liscano.

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