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- El dirigente copeyano fue el primer gobernador de Miranda electo democráticamente, cargo que dedicó al desarrollo de las zonas más remotas. Cuando no estaba inmerso en los vaivenes de la política, dedicaba su tiempo a atender la medicatura de Charallave y montar a caballo
Actualmente Venezuela posee una gran deuda con su historia contemporánea. Especialmente con el rescate de personajes que contribuyeron al desarrollo del país sin pretensiones mesiánicas o arrebatos caudillescos. Aquellos para quienes construir desde la política civil fue su forma de hacer una revolución. Una de estas figuras importantes del periodo democrático es Arnaldo Arocha Vargas. Médico y dirigente del partido Copei, fue congresista y tres veces gobernador del estado Miranda, dos de ellas por voto popular.
A los 85 años de edad, Arocha falleció el 8 de febrero de 2022 en Charallave, pueblo donde nació y permaneció durante toda su vida. También donde sus restos ahora reposan, en el cementerio Parque Valles del Tuy. La Asamblea Nacional electa en 2015 publicó una nota de duelo expresando sus condolencias, al igual que toda la dirección del partido Copei, y otras toldas políticas. Solo la Gobernación de Miranda, ocupada actualmente por el oficialista Héctor Rodríguez, no expresó su pésame.
Haroldo Romero, miembro de la dirección nacional de Copei, recuerda a Arocha como un hombre de gran arraigo popular. Comenta para El Diario que además de médico y político, fue un gran jinete y amante de los caballos, así como uno de los mayores promotores del coleo de toros en la región. Era frecuente encontrarlo en las canchas de bolas criollas o jugando dominó en la plaza. “Su condición de copeyano fue vertical y era un hombre sencillo, directo. Siempre buscaba la mejor solución para la mayoría”, afirma.
Larga trayectoria
Arocha se inició en la política a los 18 años de edad, en plena dictadura de Marcos Pérez Jiménez. En 1957, cuando Copei pasó a la clandestinidad y se intensificó la persecución contra sus miembros, estuvo 23 días detenido en los calabozos de la Seguridad Nacional. Con la llegada de la democracia en 1958, se marcaron dos hitos importantes en su vida: comenzó a estudiar Medicina en la Universidad Central de Venezuela y a militar en la Juventud Revolucionaria Copeyana (PRC).
Allí conoció a Daniel Scott Cuervo, dirigente regional que lo convenció de participar en las elecciones generales de 1958. A pesar del triunfo de Acción Democrática con Rómulo Betancourt en la presidencia, Arocha logra ser electo concejal por el Distrito Urdaneta (que para entonces agrupaba los Valles del Tuy), a la vez que fue diputado suplente en el Consejo Legislativo de Miranda (CLEM). Posteriormente, en las elecciones de 1963, lograría formalmente ser parlamentario regional. Romero también fue electo en esa ocasión, y recuerda que desde ese momento sus mayores preocupaciones fueron la modernización del estado, que todavía era mayoritariamente rural.
En 1968 Arocha llegó al Congreso como diputado por Miranda. Volvería a su curul en 1979 y hasta 1988, cuando decide no aspirar a la reelección “en aras de dar paso a las nuevas generaciones”. A lo largo de su carrera política, alternó sus periodos como gobernador y parlamentario, con un carrera como médico pediatra, trabajando en diferentes hospitales y medicaturas de Charallave, Ocumare del Tuy y Santa Teresa.
La Miranda profunda
En 1971 Arocha recibió una llamada del entonces presidente Rafael Caldera. Le propuso ser el nuevo gobernador de Miranda en sustitución de Scott Cuervo, quien lo había recomendado. En ese momento los gobiernos regionales estaban subordinados al poder central, por lo que todos los gobernadores eran nombrados directamente por el presidente.
Romero destaca que ese primer gobierno de Arocha estuvo centrado en dos ejes: la salud y el agua. Una de sus primeras obras fue la ampliación del hospital de Ocumare, el cual pasó a ser el Hospital General de los Valles del Tuy. También puso en funcionamiento el embalse de Lagartijo y completó los trabajos del sistema Tuy II.
Su gestión tuvo como prioridad el desarrollo de las zonas más rurales y remotas, aquellas comúnmente conocidas como “la Miranda profunda”. Emprendió una fuerte política de industrialización de los Valles del Tuy y el eje Guarenas-Guatire, así como la construcción de la Zona Industrial de Caucagua. Igualmente, desarrolló una política de viviendas rurales e infraestructuras para el cultivo del cacao en Barlovento. También se erigieron complejos urbanísticos como Ciudad Fajardo, en Guatire, y Ciudad Lozada, en Santa Teresa del Tuy.
Romero destaca también de este primer gobierno la primera ampliación de la carretera Panamericana en los Altos Mirandinos. También la Autopista Regional del Centro, en su tramo hasta Caucagua, obra que fue paralizada por los gobiernos posteriores hasta la actualidad.
El 3 de diciembre de 1989 se celebraron por primera vez en Venezuela elecciones directas para elegir gobernadores en cada estado. Arnaldo Arocha volvió a la Casa Amarilla, ahora con el voto popular, tras derrotar al candidato de Acción Democrática, Said Raydan, con el 41,36 %. Años después, en 1993, sería reelecto ahora con el 62,37 % de los votos. En 2008, Arocha se postuló nuevamente a la Gobernación; sin embargo, durante la campaña prefirió declinar a favor de un candidato más joven: el entonces alcalde de Baruta, Henrique Capriles Radonski.
“La identidad de cada pueblo, el arraigo de sus raíces culturales respetando toda la heterogeneidad que existe en Miranda, así como el deporte, fueron las prioridades en su segundo gobierno”, evoca Romero. Esto se manifestó en medidas de protección patrimonial para celebraciones como la parranda de San Juan o el tambor barloventeño, y la creación de la Biblioteca de Autores y Temas Mirandinos. También se aprovechó el auge de la descentralización con la separación de los municipios Chacao y El Hatillo del municipio Sucre, y su integración junto a Baruta en el Área Metropolitana de Caracas.
Desde las regiones
A pesar de haber sido un Estado federal desde 1961, en Venezuela no existió realmente una verdadera descentralización hasta los años ochenta, cuando se creó la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE). De allí nació un sentimiento regionalista en la mayoría de los estados, que fue punta de lanza para Copei en sus campañas políticas. Finalmente, esto se concretó desde el Congreso con la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Sector Público (LOD), donde se le dio más poder a las Gobernaciones.
Romero resalta los nombres de tres diputados que en su momento fueron los mayores promotores de la descentralización: Oswaldo Álvarez Paz, Henrique Salas Römer y Arnaldo Arocha. Todos copeyanos y posteriormente gobernadores de los estados que defendían. Álvarez Paz en Zulia; Salas Römer en Carabobo y Arocha en Miranda. De los tres, Arocha fue el único sin aspiraciones presidenciales, aunque en 1999 fue candidato en Miranda por el Polo Democrático para la Asamblea Nacional Constituyente.
Junto a Salas Römer, Arocha viajó a Estados Unidos, donde de acuerdo con el dirigente copeyano, se dedicaron a estudiar el funcionamiento de su sistema federal y sus estados. De esa gira, ambos fundaron en 1993 la Asociación de Gobernadores de Venezuela. “Marcó el camino de la descentralización y sus sucesores luego siguieron ese mismo camino”, señala Romero.
Legado
La gestión de Arocha en Miranda todavía es recordada por muchos de sus habitantes, quienes lo consideran uno de los mejores gobernadores que tuvo el estado. “Fue un gran servidor público y mejor hombre. Todos aprendimos de él, de sus consejos y estilo”, escribió en su cuenta de Twitter el exalcalde de Sucre, Carlos Ocariz.
Aunque las autoridades oficialistas del municipio Cristóbal Rojas nunca reconocieron la trayectoria de Arocha, es considerado como un “Hijo Ilustre de Charallave”, título que le fue dado simbólicamente en 2018 por representantes del Frente Amplio Venezuela Libre.
Muchas construcciones a lo largo del estado Miranda tienen su nombre como un homenaje en vida. Entre ellas, el estadio polideportivo ubicado en el sector El Paso de Los Teques; la Escuela Estadal Graduada Doctor Arnaldo Arocha de Marizapa, municipio Acevedo, y hasta una urbanización en Guatire.
Romero dice que siempre recordará a Arocha como un ciudadano honorable. Una persona con una conducta consecuente con sus pensamientos y acciones para dar el ejemplo. “Será recordado en el estado por su sentido popular, su espíritu de servir y mantener una continua comunicación con su pueblo”, apunta. Un legado que ha sido preservado por sus comunidades, más allá de cualquier impulso por modificar la historia.
