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  • El Museo Australiano de la Era de los Dinosaurios de Winton dijo en un comunicado que es la primera evidencia de depredación de cocodrilos/dinosaurios en Australia

Un grupo de investigadores científicos de Australia anunció el descubrimiento de una nueva especie de cocodrilo del periodo Cretácico conocida como Confractosuchus sauroktonos

En el año 2010 el personal del Museo Australiano de la Era de los Dinosaurios de Winton (AAOD, por sus siglas en inglés) encontró los restos del cocodrilo, cerca de la Formación de Winton, un depósito geológico de aproximadamente 95 millones de años de antigüedad. 

Los huesos fosilizados estaban preservados dentro de una concreción de limolita blanda (una roca sedimentaria detrítica), comunicó el AAOD, responsable de la investigación.

Descubren restos de un cocodrilo depredador de dinosaurios en Australia

El estudio, publicado el 10 de febrero en la revista Gondwana Research, reveló que en el estómago del Confractosuchus se encontraban los restos de un dinosaurio conocido como ornitópodo, el cual pesaba unos 1.7 kilogramos. Debido a que estaba parcialmente digerido, no se pudo saber el peso con precisión.

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Este es el segundo cocodrilo “asesino de dinosaurios” descubierto en la zona. Sin embargo, los restos encontrados en el estómago del Confractosuch son la primera evidencia de depredación de cocodrilos a dinosaurios en Australia.

Cómo se realizó el estudio

La investigación de los restos estuvo a cargo de Matt White, investigador asociado del AAOD, y participaron científicos de la Universidad de Nueva Inglaterra y de la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear.

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White señaló que el cocodrilo medía 2,5 metros de largo al momento de su muerte. 

“Si bien el Confractosuchus no se habría especializado en comer dinosaurios, no habría pasado por alto una comida fácil, como los restos del joven ornitópodo que se encuentran en su estómago”, comentó el encargado del estudio. 

Los huesos del cocodrilo eran muy frágiles para extraerlos de la roca de forma convencional, los investigadores optaron por utilizar  técnicas de escaneo de microtomografía de rayos X de neutrones y sincrotrones para identificar y estudiar el material óseo.

Con los datos escaneados realizaron la reconstrucción en 3D de los huesos del Confractosuchus sauroktonos, un proceso que llevó 10 meses de procesamiento de computadora para preparar la muestra digital. 

“El descubrimiento de un pequeño ornitópodo juvenil en el contenido intestinal de un cocodrilo del Cretácico es extremadamente raro, ya que solo se conocen a nivel mundial un puñado de ejemplos de depredación de dinosaurios”, dice el texto.

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