• El abogado del presunto testaferro de Nicolás Maduro aseguró al juez, durante el juicio de este miércoles 16 de febrero en Miami, que si el régimen chavista descubre el alcance de su colaboración con la DEA, “no tengo ninguna duda de que habrá represalias contra su esposa y sus hijos”. En contraparte, Camila Fabri, esposa de Saab, dijo que EE UU intentaba frenar el “apoyo” a su esposo

Mientras que el régimen de Nicolás Maduro ha creado una épica a favor de Alex Saab, este miércoles 16 de febrero fiscales de Estados Unidos dieron a conocer en un documento oficial que el empresario colombiano proveyó información a la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) sobre supuestos sobornos a funcionarios venezolanos. Además, durante el juicio, los abogados de Saab suplicaron al juez que no hiciera pública la colaboración de Saab con la DEA por temor a represalias a su familia que está en Venezuela, según una transcripción que trascendió.

“Por favor, su señoría, no abra los sellos 25 y 26. Si su señoría lo hiciera, creo de buena fe que habría represalias, represalias físicas, judiciales, muy poderosas. Por favor, su señoría. Por favor reconsidere eso”, rogó el abogado Neil Schuster en la audiencia.

Los sellos 25 y 26 son dos documentos del expediente de Saab, quien está detenido en Miami desde su extradición desde Cabo Verde en octubre del año pasado y cuyo juicio quedó hoy programado para el 11 de octubre de 2022. Estos detallan cómo Saab mantuvo conversaciones con agentes de la DEA al menos desde 2016, aunque informan que su colaboración inició formalmente en 2018.

En uno de los documentos se señala que Saab cooperó con la DEA “en el transcurso de casi 12 meses”, aportando información sobre actividad criminal, antes de ser investigado y detenido en Cabo Verde por una orden de captura de EE UU.

El empresario “cooperó con agentes de la DEA, proporcionó a la DEA información sobre su actividad delictiva, participó en una cooperación proactiva como fuente confidencial para la DEA” y “entregó dinero a los Estados Unidos y la DEA como parte de un acuerdo de autoentrega en los Estados Unidos para enfrentar cargos por su conducta delictiva”.

Específicamente, Saab entregó más 10 millones de dólares de su dinero, de acuerdo con los documentos publicados por los fiscales.

La defensa de Saab lo niega

Luego de que se hicieran públicos los documentos, Camila Fabri, esposa de Saab, publicó un escueto comunicado en Twitter. “Intentan frenar el apoyo que naturalmente ha acompañado esta campaña”, escribió.

En el comunicado, firmado por el abogado de Saab, afirman que reconocen la publicación de los documentos. Sin embargo, contrario a lo que afirma el Departamento de Justicia de que proveyó información sobre negocios ilícitos, la defensa esgrime que los contactos con la DEA y otras agencias de Estados Unidos tenían como objetivo que “ni él ni las empresas asociadas con él habían hecho algo malo”.

Por otra parte, los abogados de Saab señalan que estos contactos se hicieron con el conocimiento del gobierno de Maduro. Cerraron el comunicado sosteniendo que Saab es un “diplomático” de Venezuela que “nunca haría nada en contra de los intereses” del país.

Temor a represalias

A pesar del comunicado publicado por Fabri, durante la audiencia celebrada en Miami los abogados tuvieron una versión completamente diferente. Lejos de dar a entender que era información de la cual el régimen tenía conocimiento, el abogado advirtió al juez que la familia del presunto testaferro de Maduro podría sufrir daños por parte del gobierno chavista, entre ellos la propia Fabri, por lo delicado que era el asunto. Fabri permanece en Caracas y ha salido públicamente con Maduro y otros dirigentes del régimen en varios mítines para pedir la liberación de Saab.

Alex Saab colaboró con la DEA y pidió ocultarlo por temor a represalias a su familia en Venezuela, según documentos
Camila Fabri, esposa de Alex Saab, durante un mitin en Caracas organizado por el chavismo para pedir la liberación de su esposo. Foto: Getty Images.

“Tiene cinco hijos, algunos de los cuales son menores de edad, y tiene una esposa allí, y están básicamente bajo el control del gobierno. Le pido respetuosamente a su señoría, no abra los sellos 25 y 26. Creo que eso creará una situación en la que su familia será encarcelada, dañada, físicamente dañada”, solicitó el abogado.

“Si el gobierno venezolano descubre el alcance de lo que este individuo ha proporcionado, no tengo ninguna duda de que habrá represalias contra su esposa y sus hijos. No tengo ninguna duda. Lo digo con conocimiento de la experiencia pasada en la representación de personas en ese país y el estado en el que alguien se encuentra ahora como consecuencia de una situación similar”, añadió.

A pesar de la súplica del abogado de Saab, el juez se negó a reconsiderar su decisión y permitió la publicación de los sellos 25 y 26.

Cronología de una traición

Uno de los documentos publicados por la Fiscalía, hace la cronología de las colaboraciones de Saab con la DEA:

Las primeras fechas en las que Saab se vinculó con la DEA fueron el 8 y el 10 de agosto de 2016. Esos días, de acuerdo con el documento, Saab se reunió con agentes especiales de la DEA y el FBI en Bogotá, Colombia. Durante estas reuniones, Saab fue interrogado y proporcionó información relacionada con algunas de sus empresas que contrataron con el gobierno de Venezuela para construir viviendas de interés social, incluido la forma en que se pagó a esas empresas en relación con los contratos y cómo fluyó el dinero después a sus empresas.

El 28 de noviembre de 2017, Saab junto con su abogado colombiano, se reunió con agentes especiales de la DEA y un fiscal federal adjunto para otro informe. Mientras que el 2 de junio de 2018, un abogado de EE UU se reunió con Saab y, posteriormente, entregó un borrador de propuesta por correo electrónico al abogado de los EE UU, en el que afirmaba que se habían pagado sobornos a funcionarios del gobierno venezolano.

Poco tiempo después, el 27 de junio de 2018, Saab firmó oficialmente un acuerdo de fuente de cooperación (“CS”) con la DEA y poco después se convirtió en una fuente activa de aplicación de la ley, comunicándose con agentes especiales de la DEA por teléfono, mensajes de texto y de voz. Como parte de su cooperación, Saab también participó en una cooperación proactiva, de acuerdo con el documento.

Saab Morán también acordó devolver las ganancias obtenidas junto a su coacusado Álvaro Pulido Vargas, alias ‘Germán Enrique Rubio Salas’, de actividades ilícitas realizadas como parte de la conspiración”, se lee en uno de los escritos oficiales.

Estas devoluciones las hizo en tres partes. La primera, el 9 de agosto de 2018, realizó una transferencia electrónica de 3.255.593,90 dólares desde una cuenta que él controlaba a una cuenta bancaria controlada por la DEA. El 24 de septiembre de ese mismo año transfirió otros 3.313.757,69 dólares. El 1 de noviembre de ese año, pagó 3.138.844,70 $, y finalmente el 5 de febrero de 2019 envió 2,942,501.37 dólares.

El 4 de abril de 2019, se volvió a reunir con agentes de la DEA, así como con fiscales de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos y del Departamento de Justicia en Europa. En esa reunión, de acuerdo con el documento, Saab recibió como fecha límite el 30 de mayo de 2019 para entregarse a las autoridades estadounidenses en el Distrito Sur de Florida.

Llegado ese día, y ante la negativa de Saab de entregarse, la DEA comenzó a desactivarlo como informante y no recibió más información desde entonces.

El 25 de julio de 2019 Saab fue procesado en este caso en el Distrito Sur de Florida.

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