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- El enrejado, que cubrirá 160 de los 380 kilómetros de la frontera entre ambos países, forma parte de las medidas migratorias del gobierno de Luis Abinader para frenar la inmigración ilegal y el contrabando
República Dominicana comenzó las obras de un muro fronterizo que recorrerá cerca de la mitad de la frontera con Haití (160 kilómetros). El principal objetivo del proyecto es limitar la inmigración y el contrabando de mercancía desde el país vecino.
La obra la inauguró el 20 de febrero el presidente dominicano Luis Abinader a orillas del río Masacre, en la ciudad de Dajabón (principal paso fronterizo de la isla).
“Apostamos por la construcción de una verja. Beneficiará a ambos países, porque permitirá controlar de forma mucho más eficiente el comercio bilateral, regular los flujos migratorios para combatir así las mafias que trafican con personas, hacer frente al narcotráfico y a la venta ilegal de armas”, resaltó Abinader.
Además, indicó que con el enrejado también se busca proteger las crianzas y sembrados de los ganaderos y productores agrícolas.
Aunque Haití y República Dominicana comparten el mismo territorio, la isla de La Española, ambos países presentan una situación económica, política y social muy diferente. Mientras que el primero es una de las naciones más pobres, el segundo se destaca como destino turístico.
Fases de construcción
El mandatario, quien anunció la construcción de la valla hace un año en un discurso ante el Congreso, explicó que el muro contará con un amplio dispositivo tecnológico como cámaras en alta definición, infrarrojos y otras modernas tecnologías de vigilancia.
En una primera etapa, que se ejecutará entre los próximos siete y nueve meses, se construirán 54 kilómetros de verja en las áreas más pobladas y sensibles de la frontera.
La obra consta de un muro de hormigón en la base y de una valla metálica de cuatro metros de altura, la cual estará coronada por una concertina (bobina metálica de cuchillas). Este tramo contará con 19 torres de vigilancia y 10 puertas de acceso para patrullaje.
El proyecto de este tramo tendrá una inversión aproximada de 31 millones de dólares, sin contar con los dispositivos tecnológicos que se van a contratar en una licitación que se realizará en el primer semestre del año.
De acuerdo con Abinader, la segunda etapa contempla levantar 110 kilómetros de muro y se estima que se comenzará a realizar durante el segundo semestre de 2022.
El muro cubrirá 160 de los 380 kilómetros de la frontera entre República Dominicana y Haití. Las autoridades precisaron que no es necesario construir la verja en las zonas más montañosas, debido a que la orografía supone un impedimento insalvable para los migrantes y para los contrabandistas.
El ministro de Defensa, el teniente general Carlos Díaz, detalló que en total la división contará con 70 torres de vigilancia y control, así como 41 puertas para patrullaje.
Crisis en Haití
Durante el acto en Dajabón, el presidente de República Dominicana subrayó la grave crisis institucional que vive Haití desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse el pasado 7 de julio de 2021.
“La grave crisis institucional y de seguridad de Haití ha llevado a su población a una preocupante situación de inestabilidad política y social, así como a una galopante crisis económica y alimentaria”, precisó.
A su juicio, esta crisis debe ser superada por los mismos haitianos y atendida por la comunidad internacional, en particular Estados Unidos, Francia y Canadá, con apoyo de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“Cada vez que Haití ha sufrido una catástrofe, los dominicanos siempre hemos sido los primeros en llegar en su ayuda. Sin embargo, la República Dominicana no puede hacerse cargo de la crisis política y económica de ese país”, resaltó.
Medidas migratorias
En los últimos meses, República Dominicana ha adoptado varias medidas migratorias por el agravamiento de la crisis en el país vecino. El gobierno de Abinader incrementó las deportaciones de haitianos, que incluyó a cientos de mujeres embarazadas arrestadas cuando acudían consultas médicas, una práctica que criticada por la ONU.
En septiembre de 2022, el país también dio un plazo de tres meses a las empresas que emplean a haitianos indocumentados para regularizar su situación. Sin embargo, pasado ese plazo no se han anunciado medidas punitivas contra los empresarios.
La agencia de noticias EFE reseñó que los sectores más afectados son la agricultura y la construcción civil, donde el 90 % de los peones son haitianos, según cálculos de asociaciones empresariales.
Además, Abinader anunció que a partir del 21 de febrero de 2022 se comenzará a tomar datos biométricos de las personas que crucen la frontera, para facilitar la identificación de los extranjeros.
Pronunciamientos
Algunas organizaciones defensoras de migrantes criticaron la iniciativa del muro fronterizo, por considerar que provocará xenofobia y racismo.
El alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, dijo a la agencia AFP que está en desacuerdo con este tipo de muro, debido a que “el verdadero muro es el económico” y la corrupción.
“Se va a hacer un muro físico. Ahora tenemos que trabajar con el muro en la mente de los militares, que son los que se aprovechan en la frontera y reciben un soborno de 100 o 200 pesos (2 o 4 dólares) para dejar cruzar a los haitianos ilegales a territorio dominicano”, afirmó Riverón.
Aunque el obispo de Mao-Montecristi, Diómedes Espinal, está a favor de la construcción del muro, se expresó con empatía respecto a la situación de los inmigrantes haitianos.
“No construyamos muros para impedir la solidaridad, las relaciones comerciales, la fraternidad y el bien que podamos hacer a otros hermanos más pobres y necesitados”, exhortó el religioso durante el acto.
