Email
- El expresidente Álvaro Uribe aseguró que los resultados definitivos, que le quitan a su partido poco más de 54.000 votos con respecto al conteo inicial, “no se pueden aceptar”. El candidato presidencial Gustavo Petro suspendió su participación en debates “hasta que se garantice la transparencia del voto”. Foro principal: EFE
El preconteo de votos en Colombia, luego de las elecciones al Congreso del domingo 13 de marzo, creó un cisma en la política colombiana. El hecho tensa aún más la polarizada campaña para las presidenciales del 29 de mayo. El discurso de fraude electoral se instala con más fuerza en el país, luego de que el Pacto Histórico, coalición que lidera el izquierdista Gustavo Petro, mejorase unos resultados que ya eran buenos, y el Centro Democrático, del expresidente Álvaro Uribe, empeorara los suyos, que ya eran malos. Los primeros defienden que les desaparecieron votos para atenuar su victoria, mientras que los segundos aseguran que les restan sufragios y llaman a desconocer los resultados.
Las sospechas de fraude, sin embargo, representan esta vez un cambio de roles. Históricamente la izquierda colombiana ha visto con suspicacia el sistema electoral, mientras que la derecha ha impulsado el discurso del respeto a la institucionalidad. De hecho, antes de los comicios del 13 de febrero, Petro, el favorito en las encuestas, advertía su temor de que pudieran robarle las elecciones, algo que sus contrincantes veían como una forma de no reconocer su eventual derrota. Pero el sábado 19 de marzo, Uribe encendió la discusión e inició lo que se convertiría en un antes y un después en la campaña. “No se puede aceptar”, escribió en Twitter el expresidente de Colombia, en referencia al resultado.
La izquierda sube, la derecha baja
La tensión empezó el viernes 18 de marzo, cuando se conoció el escrutinio formal de las elecciones del 13 de marzo. Hasta ese momento, los resultados que se conocían eran del conteo rápido.
El conteo preliminar del domingo le daba al Pacto Histórico 2.302.847 votos en el Senado mientras que los resultados oficiales publicados el viernes por la Registraduría de Colombia, con el 97 % escrutado, le adjudicaban 2.692.999. Es decir, la coalición de izquierda sacó 390.152 votos más, siendo el partido con la mayor diferencia entre los dos datos. Al Centro Democrático, por su parte, le restaron 54.608 votos en el último escrutinio con respecto al primero.
La relevancia del cambio no solo es en cuanto a cantidad de votos. El reconteo cambió por completo la configuración del Congreso. El Pacto Histórico pasó de 16 a 19 escaños y se convirtió en la mayor bancada del Senado. El Centro Democrático, que había obtenido unos 19 senadores –sus peores resultados en años–, sacó 14 y luego perdió uno más, para quedar con 13. La bancada que era la principal del Senado quedó reducida al modesto quinto lugar en el ranking de los partidos. El Partido Conservador y la Coalición Centro Esperanza perdieron un escaño cada uno.
Esto desató una polémica porque precisamente el Pacto Histórico denunció desde el lunes 14 de marzo que no le habían contado cerca de 500.000 votos. Mientras que el Centro Democrático, que es el partido del presidente Iván Duque, dejó caer la sospecha de que puede haber papeletas alteradas por los jurados de las mesas.
Ante esta situación, el presidente convocó una reunión de la Mesa de Garantías Electorales para que las autoridades pudieran “esclarecer todas las dudas que existen frente a esos lugares de votación relacionados con la elección de Senado que han generado controversia”. Esta instancia cuenta con la presencia de miembros de los partidos y misiones de observación nacionales e internacionales.
Registrador en la mira
El principal blanco de las críticas por lo ocurrido es el registrador nacional, Alexander Vega. Luego de todas las irregularidades, representantes de diversos sectores del espectro político colombiano han pedido su renuncia.
“Bien sea por incompetente o porque realmente hubo alteraciones graves en los resultados de Congreso, el registrador debe renunciar. Las presidenciales necesitan un registrador ad hoc y que se tomen ajustes a la mayor brevedad”, dijo Catherine Juvinao, representante a la Cámara electa del partido Alianza Verde.
Gustavo Bolívar, quien fue la cabeza de lista del Pacto Histórico al Senado y que con el triunfo mantendrá el escaño que tiene en el Congreso, aseguró que el uribismo está insinuando que la izquierda es autora del “fraudeu0022, por lo cual pidió a la Registraduría volver a contar los votos.
“El Centro Democrático viene sembrando cizaña de que el fraude viene de nosotros (…) Vamos a pedirle todos los partidos al Consejo Nacional Electoral (CNE) que por favor ordene abrir todas las urnas para que se cuenten de nuevo todos los votos”, expresó Bolívar, quien dijo que el Pacto Histórico aceptará el resultado de un eventual nuevo recuento.
Con sus propios argumentos, Petro también habló de un fraude. “A los abogados escrutadores les pido cuidar la votación de Fuerza Ciudadana, hubo fraude contra ellos”, escribió en Twitter. El candidato izquierdista se negó a participar en más debates presidenciales “hasta que se garantice la transparencia del voto”, dijo. La medida, sin embargo, parece tener mucho de cálculo político, en un momento en el que sus contrincantes buscan recortarle distancia en esos debates televisados.
El uribismo desconfía
Luego de los cambios, el expresidente Uribe atizó contras las autoridades electorales. “Estas elecciones dejan toda la desconfianza. E-14 llenos de tachones, enmendaduras, firmas que no coinciden. A las inconsistencias se suma la abrumadora votación del Petrismo (el Pacto Histórico) en zonas de narcotráfico”, expresó en Twitter el exmandatario, quien gobernó Colombia entre 2002 y 2010. Y remató: “No se puede aceptar este resultado”.
Estas elecciones dejan toda la desconfianza.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) March 19, 2022
E 14 llenos de tachones, enmendaduras, firmas que no coinciden.
A las inconsistencias se suma la abrumadora votación del Petrismo en zonas de narcotráfico.
No se puede aceptar este resultado
Los E-14 a los que se refiere Uribe son los formatos que deben llenar los jurados de votación una vez terminan de contabilizar sufragios tras las elecciones y son además la base de los resultados del preconteo.
Algunas de las aseveraciones de Uribe, no obstante, no son del todo ciertas. Como publicó el medio web colombiano Cambio, lo cierto es que las elecciones en Colombia crearon un clima de desconfianza en el sistema electoral. Con respecto a los formularios E-14, explican que muchos sí aparecieron con tachones, pero que en lugar de ser un síntoma de fraude es parte del pobre entendimiento de los jurados electorales sobre el sistema.
En Colombia, los jurados de votación son personas elegidas en el cruce de una base de datos de empresas, universidades y funcionarios públicos. Para estas elecciones, la Registraduría capacitó a 700.000 jurados. Una vez se cierran las urnas, cuentan los votos en presencia de testigos de cada partido. Luego llenan tres copias de los formularios E14 y esos números son transmitidos por teléfono desde los puestos de votación.
Sobre la votación de Petro en zonas de narcotráfico, Cambio verificó que el mayor incremento de su votación se produjo en la capital, Bogotá, y que en el departamento del Caquetá, donde hay alta presencia del narcotráfico, el Pacto Histórico fue la quinta fuerza política.
Pero Uribe no fue el único expresidente que criticó los resultados definitivos. Andrés Pastrana hizo lo propio. “Las cifras oficiales del Registrador apestan a fraude a favor del Pacto Histórico”, escribió el exmandatario. Ante el comentario, algunos usuarios le recordaron la elección presidencial del año 1970, cuando su padre, Misael Pastrana, derrotó a Gustavo Rojas Pinilla luego de una revisión que se extendió durante dos meses y lo acusaron de fraude electoral.
Las cifras oficiales del Registrador apestan a fraude a favor del Pacto Histórico.
— Andrés Pastrana A (@AndresPastrana_) March 18, 2022
El gobierno debe contratar, con visto bueno de los actores de la elección, dos firmas internacionales independientes para el análisis forense de los procesos de la Registraduría el domingo pasado.
Las irregularidades vienen de antes
La polémica empezó incluso antes de las elecciones del Congreso de Colombia. Cada cuatro años se hace un sorteo para definir el orden en el que los partidos aparecen en el tarjetón. Ese orden es el mismo en los formularios E-14. En el sorteo de este año, el Pacto Histórico sacó el último lugar en la ubicación. Esto hizo que la lista de Gustavo Petro se encontrara en las últimas páginas, como si fuera un pie de página después de la lista del Partido de la U. Aunque para algunos fue una casualidad, para otros la intención era perjudicar al candidato de izquierda.
La Misión de Observación Electoral (MOE), advirtió sobre la potencial confusión. El registrador Alexander Vega, en conversación con Cambio, aseguró que cuando la MOE advirtió los tarjetones y los E-14 ya estaban impresos y era imposible volverlos a hacer.
Por su parte, la MOE de la Unión Europea (MOE-UE) se sumó a las críticas por las anomalías en el preconteo de los votos y la complejidad de los formularios. “La MOE UE quiere señalar que la discrepancia entre los resultados del preconteo para el Senado y los que arroja esta primera etapa del escrutinio, ha sido inusualmente grande. Sobre todo, para algunos partidos y coaliciones”.
Pero además de las inconsistencias en la transmisión de los datos, otros líderes políticos denunciaron un supuesto fraude en el software. La MOE, sin embargo, despejó esas dudas. “Es innegable que todos estos problemas quebrantan la confianza en el proceso electoral. Aún así, en un sistema tan complejo como este, que se presta malos entendidos, el llamado a fraude es irresponsable, porque estamos en una parte del proceso no completa”, dijo a El País Diego Rubiano, coordinador del Observatorio Político Electoral de la Democracia, de la MOE.
Con información de EFE.
