- La pareja se inspiró en la lucha contra la segregación racial de la década de los sesenta para su proyecto que busca crear conciencia para un Estados Unidos menos violento. Foto: EFE
Patricia y Manuel Oliver, dos venezolanos convertidos en activistas del control de armas tras la muerte de su hijo en la masacre de Parkland (Florida), se inspiraron en la lucha contra la segregación racial de la década de los sesenta para su nuevo proyecto en pro de un Estados Unidos menos violento.
Los padres de Joaquín “Guac” Oliver compraron un autobús escolar de segunda mano para recorrer el país y así llevar un “mensaje de empoderamiento” especialmente a los jóvenes: “Por encima de políticos y corporaciones”.
“Activismo sobre ruedas” en el sentido literal de la palabra. El propósito de los Oliver es modernizar el autobús y dotarlo de herramientas tecnológicas para que, además de como vehículo, pueda servir de escenario y lugar de reuniones. Han calculado que puede costar unos 80.000 dólares, según exponen en un texto de la campaña para recaudar fondos a través de la plataforma GoFundMe.
Inspirados en los freedom riders
En pleno viaje por California tras adquirir el autobús, los Oliver dijeron a EFE que el 4 de abril comenzó en Florida el juicio a Nikolas Cruz con la selección del jurado, aunque las audiencias no comenzarán hasta probablemente dentro de un mes.
El joven de 23 años es el autor del tiroteo que el 14 de febrero de 2018 cobró la vida de 14 alumnos, “Guac” entre ellos, y tres miembros de la plantilla de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas y puede ser condenado a muerte o a cadena perpetua.
Al mismo tiempo, se alegra que “al fin”, después de casi cuatro años, se inicie el juicio “para poder cerrar esta etapa”.
BUSY para construir fortalezas

Los Oliver están centrados en “BUSY”, como han llamado al nuevo proyecto de su fundación Change The Ref, que usa el arte como “una confrontación creativa para exponer los efectos desastrosos de los tiroteo masivos en Estados Unidos”.
BUSY son las siglas en inglés de Building Up Strengths in Youth, que significa construir fortalezas en la juventud, pero también es un “guiño” a “bus”, autobús en inglés.
El autobús fue un símbolo en la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos y los Oliver quieren convertirlo ahora en un símbolo contra la violencia de las armas de fuego que se cobra cada año la vida de más de 50.000 personas en Estados Unidos.
Los “Freedom Riders” o Viajeros de la Libertad comenzaron en 1961 un periplo en autobuses interestatales por el sur de Estados Unidos para denunciar el incumplimiento de dos sentencias de la Corte Suprema que habían declarado inconstitucionales los autobuses públicos segregados.
“El plan es hacer de BUSY una versión moderna del vehículo de los Freedom Riders y transportar a grupos de prevención de la violencia armada por todo el país, para que juntos podamos empoderar a cualquier comunidad que haya sido afectada por esta espantosa epidemia”, dicen en su petición de ayuda.
Activismo sobre ruedas
Festivales de música, escuelas y universidades, centros comunitarios y otros lugares recibirán las visitas de BUSY si los Oliver logran el dinero para transformarlo. El primer viaje llevará a BUSY el próximo otoño desde Seattle (Washington) al desierto de Nevada para participar en el famoso festival “Burning man”.
Patricia Oliver dice que estos proyectos les “llenan”, porque sienten que Joaquín está ayudando así a otros jóvenes y otras familias a no pasar por lo mismo que ellos.
“Nosotros tenemos una sentencia de vida desde que perdimos a Joaquín, nadie nos lo va a devolver, pero al menos podemos ayudar”, dice tras calificar de “abominable” el incremento del uso de armas de fuego en Estados Unidos.

El matrimonio de origen venezolano ha recaudado en pocos días cerca de 7.000 dólares de la meta de 80.000 dólares. Esa suma incluye lo pagado por el autobús, una puesta a punto, nuevas ruedas y aire acondicionado, un generador, baterías, paneles solares, un tanque de agua, un amplificador y un sistema de sonido.
También una estructura plegable para colocar en el techo del autobús que sirva de tribuna para oradores, entre otras cosas de las que hay datos pormenorizados en la petición en GoFundMe.
Manuel Oliver, que es artista y se dedica a la publicidad, estuvo en el cuarto aniversario de la matanza de Parkland en Washington y acabó detenido por subirse a una grúa de construcción cerca de la Casa Blanca para desde 45 metros de altura mostrar una pancarta con la imagen de su hijo, que tenía 17 años cuando murió, y pedir al presidente Joe Biden que actúe contra la violencia armada.
Con información de EFE