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- Las personas asistieron a la Basílica de Santa Teresa para venerar la imagen del Nazareno de San Pablo
Este Miércoles Santo la feligresía se encontró en la Basílica de Santa Teresa, ubicada en el centro de Caracas, para venerar al Nazareno de San Pablo y acompañarlo en su recorrido.
Luego de dos años de restricciones por la pandemia del covid-19, que mantuvieron las iglesias vacías, en esta Semana Santa los devotos sí pudieron realizar la habitual ceremonia.
La Arquidiócesis de Caracas informó que la procesión iniciaría a las 5:30 pm luego de finalizar la misa presidida por el cardenal Baltazar Porras en la plaza Diego Ibarra.
Al menos unas 20 personas cargaron la imagen del Nazareno de San Pablo durante la procesión.
Mucho antes de que iniciara el recorrido, ya cientos de devotos se encontraban en los alrededores del templo vestidos habitualmente de morado en alusión al santo.
La feligresía recibió la comunión en medio de los cantos del coro del Ministerio de Música de la Basílica de Santa Teresa.
Coro de la Basílica de Santa Teresa
El coro encargado de los cantos durante la eucaristía celebrada en la plaza Diego Ibarra previo a la procesión del Nazareno fue el del Ministerio de Música de la Basílica de Santa Teresa.
El grupo estuvo conformado por 15 integrantes, los cuales entonaron el Himno al Nazareno de San Pablo cuando finalizó la misa e inició la procesión.
“Estamos muy felices y muy orgullosos. Estos dos años de pandemia nos han pegado a todos y gracias a Dios podemos estar este año con el Nazareno de San Pablo y todas las personas presentes”, aseveró Jesús Quintero, miembro del coro.
En las adyacencias de la Basílica de Santa Teresa, una comerciante vendía diferentes artículos para la celebración de la Semana Santa como el traje de Nazareno, velas, imágenes religiosas, escapularios, entre otros.
Dileida Leal, devota al Nazareno, relató para El Diario que tiene más de 25 años haciendo y vendiendo los trajes y todo lo alusivo a estas fechas.
Dijo sentirse contenta porque este año se pudo celebrar la procesión y las costumbres religiosas, sin embargo, comentó que muchas de las personas que conocía por haber trabajado tanto tiempo en el lugar, fallecieron por causas asociadas al covid-19.
“En la pandemia se murieron muchas personas, muchos familiares y amigos que uno siempre se conseguía aquí. Este año faltaron muchos”, indicó mientras atendía a los clientes que se acercaban a adquirir velas y escapularios.
Precisó que este año muchas personas se han acercado a la Basílica de Santa Teresa y ha vendido un poco de todo desde los días previos a la procesión. En el lugar, Leal ofrece velas y palmas desde los 2 bolívares cada una, los trajes en 5 y 25 dólares dependiendo del tamaño y los escapularios en dos por 1 dólar.
A las 6:11 pm la figura del Nazareno salió de la plaza acompañado por la imagen de la Virgen de Los Dolores. Durante la procesión, varios devotos encendían velas; mientras que otros llevaban rosarios e imágenes del santo.
Un devoto cargó una cruz de madera mientras caminaba descalzo durante la procesión de este Miércoles Santo.
Ya a las 6:22 pm, el Nazareno recorría las calles de la avenida sur 1, adyacente al Palacio de Justicia. En el lugar se encontraban varios organismos de seguridad para resguardar la actividad religiosa.
La peregrinación continuó por la avenida Lecuna. Las personas se concentraron en las aceras para poder venerar al Nazareno. Para evitar aglomeraciones, la Policía Nacional Bolivariana (PNB) realizó un cordón alrededor de la figura religiosa.
Al caer la noche, la procesión continuó por la avenida Lecuna a la altura de la estación Teatros del Metro de Caracas.
Ya a las 7:25 pm, la imagen del Nazareno acompañó a la de la Virgen de Los Dolores por la avenida Baralt frente a cientos de devotos.
Pasados 30 minutos, la procesión pasó por la avenida oeste 8, a la altura del Teatro Municipal de Caracas. Allí los feligreses giraron la imagen del Nazareno de cara a la edificación, ya que anteriormente era la Basílica de San Pablo.
A las 8:30 am, el Nazareno se encontraba a pocos metros de la Basílica de Santa Teresa mientras que los devotos lo esperaban con velas e incienso. Poco tiempo después, la imagen entró de nuevo al templo.
Promesas al Nazareno
Durante la ceremonia, Yazmín Quintero, una devota del Nazareno, cargó una cruz de palo de bambú como pago por una promesa que le hizo al santo. “El Nazareno me salvó del covid-19”, expresó para El Diario.
Comentó que aunque los años anteriores a la pandemia había asistido a las procesiones nunca había ido como pago de una promesa al Nazareno.
“Me siento muy bien de que este año se haya podido realizar la procesión porque es una forma de agradecer. Actualmente se ha perdido mucho la fe, pero yo sé que él no levanta cuando uno tiene esperanza”, añadió Quintero.
Durante el trayecto, Dalia Inés Gómez contó para El Diario que desde niña ha creído en el Nazareno y ha sido devota a él, “una fe que no se la quita nadie”.
“Yo vengo este día a pagar promesa porque luego de verme muy mal de salud, pude caminar de nuevo luego de haber orado al Nazareno”, detalló y dijo sentirse muy contenta de poder asistir a la procesión y renovar su fe.
María Victoria Valencilla contó para El Diario que asiste a la procesión del Nazareno desde hace 15 años por una promesa que le hizo al santo por haberla curado del cáncer.
“Le prometí al Nazareno asistir todos los años hasta el día de mi muerte. Él es muy milagroso”, aseveró.
Destacó que el Nazareno ayudó a que su tratamiento contra la enfermedad fuera exitoso, y que pudo curarse más rápido. “Cada vez que entro a la Iglesia no puedo evitar llorar cuando lo veo”, agregó.
Valencilla relató que padeció de covid-19, lo que la mantuvo hospitalizada por más de 18 días. La devota, de 78 años de edad, atribuye su curación al Nazareno y las oraciones que siempre le dedicaba.
Leyla Freitas asistió con su perrita en brazos a la procesión. Aunque ha estado en otras ocasiones en el recorrido, en esta oportunidad se acercó en busca de un milagro.
“Mañana tomo la decisión de dormirla o continuar el tratamiento, por eso la traje hoy a ponerla a él en promesa”, indicó.
Luego de que convulsionara el domingo 10 de abril, la canina de 10 años quedó en muy mal estado de salud. “Está sufriendo mucho, los veterinarios dicen que lo mejor es dormirla, pero otra veterinaria me recomendó seguir con el tratamiento”, detalló.
Freitas confía en que mañana tendrá los mejores resultados en los chequeos que le realizarán a su perra para conocer cuál es la mejor decisión. “Para Dios no hay nada imposible, él es para todas las criaturas”, afirmó.
