- Millones de estadounidenses toman aspirina para prevenir un primer ataque al corazón o un derrame cerebral. Pero ahora los médicos lo desaconsejan, especialmente en las personas mayores de 70 años de edad | Foto: John Crowe /Alamy
Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota A Daily Aspirin Regimen May Hurt More Than Help, Experts Warn, original de The New York Times.
Regina Griffith tenía 64 años de edad cuando conoció a su nuevo médico de atención primaria para un chequeo de rutina. Él le recomendó una dosis baja de aspirina al día para la salud del corazón.
Es difícil estar más en forma que la señora Griffith, propietaria e instructora en jefe de un gimnasio en Montclair, Nueva Jersey. Tenía la presión arterial ligeramente elevada en el consultorio del médico (pero no en su casa, usando su propio esfigmomanómetro); aparte de eso, no tenía problemas de salud significativos.
Aun así, una aspirina diaria no parecía gran cosa y el médico no le mencionó ninguna desventaja, por lo que siguió su consejo. “Pensé: ‘Está bien, tengo cierta edad’”, se dijo Griffith. “No sonaba aterrador tomar aspirina”.
Millones de adultos mayores en EE UU hacen lo mismo y no siempre por recomendación de un médico. Alan Turner, de 64 años de edad, diseñador industrial en New Castle, Delaware, comenzó a tomar aspirina por su cuenta hace unos cinco años, después de que su madre sufriera varios derrames cerebrales. “Vi lo que eso le hizo a ella”, expresó. Había oído hablar de otras personas de su edad que tomaban aspirina profiláctica, por lo que “simplemente se dejó llevar”, según él mismo reconoció. “¿Qué tanto daño puede hacer una aspirina al día?”.
Es una buena pregunta. Durante tres décadas, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos, un panel independiente e influyente de expertos, ha estado revisando la creciente evidencia del uso de aspirina para prevenir los primeros ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
En abril, emitió sus últimas recomendaciones sobre el uso de aspirina. El panel advirtió a los adultos mayores de 60 años de edad que no comenzaran un régimen de aspirina para la prevención primaria.
“Conlleva posibles daños graves”, en particular, un mayor riesgo de hemorragia interna, dijo el doctor John Wong, miembro del grupo de trabajo. “Y esos daños son mayores de lo que pensábamos en 2016”. Wong es médico de atención primaria y director científico interino del Tufts Medical Center en Boston.
La “prevención primaria” se refiere a los pacientes que nunca han tenido un ataque al corazón o un derrame cerebral y que no tienen una enfermedad del corazón. (La presión arterial alta, o hipertensión, no se considera una enfermedad cardíaca). Ese tipo de pacientes son el enfoque del grupo de trabajo.
Las personas que toman aspirina para la prevención secundaria, porque ya han tenido un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular, una intervención como la colocación de un stent coronario o un baipás coronario, enfrentan un mayor riesgo de eventos cardiovasculares posteriores, y la aspirina podría seguir siendo parte de su tratamiento.
Para los adultos de 40 a 59 años de edad, el beneficio neto de tomar aspirina a diario sería pequeño, según concluyó el grupo de trabajo. Pueden optar por comenzar un régimen diario de aspirina si, según las calculadoras de salud ampliamente utilizadas, enfrentan un riesgo de enfermedad cardiovascular del 10 % o más durante la próxima década, pero eso debería ser una decisión individual.
Tomará tiempo para que estas nuevas precauciones lleguen al público. Alrededor de un tercio de los estadounidenses mayores de 40 años de edad ya toman aspirina, de acuerdo con un estudio de 2019. Entre los mayores de 70 años, más del 45 % toma aspirina para la prevención primaria, lo que probablemente representa un uso excesivo considerable.
“Muchas personas ni siquiera piensan en la aspirina como un medicamento, la consideran más como una vitamina”, explicó el doctor Amit Khera, director de cardiología preventiva en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas. “Pero el hecho de que sea de venta libre no significa que no sea un medicamento con riesgos y beneficios”, advirtió.
En 2019, Khera ayudó a desarrollar directrices similares para el Colegio Estadounidense de Cardiología y la Asociación Estadounidense del Corazón, que recomendaban no usar aspirina de rutina para la prevención primaria en personas mayores de 70 años de edad. Los Criterios Beers de la Sociedad Estadounidense de Geriatría, una lista de medicamentos considerados inapropiados para pacientes mayores, también está considerando recomendar que “la mayoría de los adultos mayores” eviten comenzar a tomar aspirina para la prevención primaria.
La posición del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos acerca del uso de la aspirina para la prevención ha variado a lo largo de las décadas, detalló el doctor Allan Brett, internista de la Universidad de Colorado, en un editorial de JAMA que acompaña los nuevos lineamientos. El grupo de trabajo recomendó inicialmente en 1989 que los pacientes consideraran tomar aspirina, luego se retractó y calificó la evidencia como insuficiente. Fomentó la aspirina preventiva para muchos adultos en 2009, pero se volvió más escéptico en 2016.
¿Qué ha cambiado esta vez? Tres grandes y rigurosos ensayos clínicos publicados en 2018, que dieron seguimiento a más de 47.000 pacientes mayores, “realmente destacaron los riesgos”, expuso el doctor Khera.
Wong, por su parte, agregó: “Dos (ensayos) no encontraron reducciones significativas en el ataque cardíaco o el accidente cerebrovascular, pero hubo un mayor riesgo de sangrado”. El tercer ensayo clínico, que se limitó a personas con diabetes, un grupo de mayor riesgo, encontró una pequeña reducción en los eventos cardiovasculares, pero con un mayor riesgo de sangrado. “El daño anuló el beneficio”, dijo.
El sangrado en cuestión generalmente ocurre en el tracto gastrointestinal, pero también puede incluir hemorragias cerebrales y accidentes cerebrovasculares hemorrágicos. Aunque los riesgos son bajos (en los estudios de 2018 se produjeron hemorragias importantes en el 1 % o menos de las personas mayores que tomaron aspirina), aumentan con la edad. “Estas son hemorragias graves”, explicó Brett. “Pueden requerir transfusiones. Pueden llevar a la gente al hospital”, añadió.
Con la llegada de otros avances efectivos en la prevención de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares (mejores medicamentos para la presión arterial, estatinas para reducir el colesterol, reducción del cigarro), el papel de la aspirina se ha reducido, según dijeron los expertos.
Para las personas mayores de 60 años de edad (siguiendo las directrices del grupo de trabajo) o de 70 años de edad (con base en las recomendaciones de los cardiólogos), los riesgos de comenzar a tomar aspirina ahora superan a los beneficios. Esto es particularmente cierto para las personas con antecedentes de sangrado, por ejemplo, de úlceras o aneurismas, o aquellas que toman medicamentos como anticoagulantes, esteroides o antiinflamatorios como ibuprofeno o naproxeno.
La recomendación del grupo de trabajo de 2016 planteó la posibilidad de que la aspirina pudiera desempeñar un papel en la prevención del cáncer de colon. Pero, de acuerdo con Wong, “ya no estamos seguros de que la aspirina brinde beneficios para el cáncer colorrectal. No tenemos pruebas suficientes. Estamos pidiendo más investigación”.
Sin embargo, el grupo de trabajo desafortunadamente tenía muy poco que decir sobre las personas mayores de 60 años de edad que dejan de tomar aspirina si ya han comenzado a tomarla como prevención primaria. Mencionó que las personas deberían considerar dejar de tomarla a aproximadamente los 75 años porque cualquier beneficio disminuiría con la edad, pero también expuso que los pacientes no deberían suspender la aspirina sin antes hablar con un profesional de la salud.
Sobre ese tema “no hay urgencia”, dijo Khera. “Ponga eso en la agenda de cosas para discutir” en una próxima cita. Pero, agregó, “para las personas generalmente sanas, con pocos factores de riesgo, es razonable simplemente dejar de tomar aspirina”. El doctor Brett señaló que había estado advirtiendo a los pacientes contra el uso rutinario de la aspirina desde 2018.
La señora Griffith, ahora de 65 años de edad, vio recientemente a un médico diferente en su nueva práctica de atención primaria. El doctor miró su historial, que no mostraba ninguna enfermedad cardíaca, y vio también más de un año de uso de aspirina.
“Él me dijo: ‘No creo que necesites hacer eso’”, detalló la mujer, en referencia al uso de la aspirina.
Griffith ya había comenzado a cuestionar la práctica y había reducido la dosis a una aspirina cada dos días. Sin embargo, ahora va a suspender la medicación.
Traducido por José Silva