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- El accidente ocurrió en la ciudad de Chittagong, en un almacén de contenedores presuntamente con químicos. Varios de los heridos son bomberos que apagaban el incendio en el edificio cuando quedaron envueltos por una gran explosión
Un incendio en un depósito de Bangladesh se convirtió en una tragedia, luego de que se produjera una gran explosión mientras los equipos de bomberos intentaban apagar el fuego. El hecho ocurrió el domingo 5 de junio de 2022 en Sitakunda, en la ciudad de Chittagong, al sureste del país asiático.
Hasta el momento las autoridades contabilizan 49 personas fallecidas y más de 200 heridos. Entre los muertos hay siete bomberos y algunos oficiales de policía, de acuerdo con la agencia EFE. Igualmente, hay numerosos reportes de desaparecidos, varios de ellos periodistas que estaban en el sitio reportando.
Sitakunda, a pesar de ser un municipio pequeño, está a 40 kilómetros de uno de los puertos más importantes del país, por lo que sirve como punto de tránsito de mercancías al interior. Las llamas comenzaron la noche del sábado en un almacén de contenedores de carga, lo que concentró a cientos de bomberos, oficiales y voluntarios. Mientras estaban en las labores de extinción, varios contenedores exploraron, produciendo una gran bola de fuego que envolvió a los presentes. También salieron disparados varios escombros.
Testigos aseguraron a la cadena BBC que la detonación se pudo escuchar a más de 30 kilómetros del lugar. Varias ventanas de edificios cercanos se reventaron, mientras un comerciante contó que una viga del depósito cayó en un estanque a medio kilómetro de distancia. Describió la escena como “bolas de fuego cayendo como lluvia”.
Hospitales saturados
Todavía siguen las labores de rescate en el lugar del accidente, cuyo techo se desplomó y dejó escombros por toda la zona. En imágenes captadas por la televisión local se aprecia a voluntarios adentrarse sobre el terreno todavía humeante para sacar cuerpos, y muchos de los propios rescatistas han resultado heridos en el proceso.
El jefe administrativo de Sitakunda, Ashraf Uddin, indicó a EFE que los heridos están siendo trasladados al Hospital Médico de Chittagong. Allí llegaron alrededor de 164 pacientes, por lo que los servicios de emergencias están colapsados. Otras agencias reportan que los heridos esperan en los pasillos y diferentes áreas. Otras 35 personas fueron llevadas al Parkview Hospital.
Por su parte, Mohammad Kofil Uddin, oficial del Cuerpo de Bomberos, indicó que al menos 15 miembros de su equipo reciben tratamiento en el Hospital Militar. Acotó que dos de ellos se encuentran en estado crítico.
Algunos medios de comunicación internacionales como la BBC comparan el desastre con la explosión del puerto de Beirut, en el Líbano, en 2020. No obstante, dado que la mayoría de pérdidas humanas ocurrieron mientras se intentaba apagar el incendio, también se puede comparar con la Tragedia de Tacoa, ocurrida en el estado Vargas, Venezuela, en 1982. Allí cientos de funcionarios controlaban un incendio en la planta termoeléctrica Ricardo Zuloaga cuando dos tanques de combustible explotaron. Ese día murieron 160 personas, entre bomberos, policías, miembros de Defensa Civil (ahora Protección Civil), periodistas y voluntarios.
Difícil de apagar
Hasta el momento todavía persisten las llamas en el depósito de Bangladesh, a pesar de los esfuerzos de los bomberos. Uddin confirmó que 51 efectivos del Ejército se incorporaron en las labores de extinción. Estos se han encargado de crear diques con sacos de arena para evitar que los desechos tóxicos liberados lleguen a los ríos de la población, los cuales desembocan en el océano Índico.
De acuerdo con la BBC, un funcionario del gobierno regional declaró que en el depósito, con capacidad para 50.000 containers, habían millones de dólares en prendas que iban a ser exportadas a comerciantes minoristas en Occidente. No obstante, los bomberos señalaron que si bien no todos los contenedores tenían material inflamable, en otros sí se guardaban productos químicos, los cuales reaccionaron con el fuego.
El portavoz de la Asociación de Contenedores Interiores de Bangladesh (BICA), Ruhul Amin Sikder, indicó a EFE que en ese lugar se almacenaba peróxido de hidrógeno. Este compuesto si bien no es inflamable, al calentarse libera oxígeno, lo que alimenta el fuego y favorece la combustión de otros materiales.
El depósito pertenece a la empresa bangladesa-neerlandesa BM Inland Container Depot. Su director, Muzibur Rahman, reconoció que 250 trabajadores estaban dentro de las instalaciones al momento de la explosión. “No estamos seguros de cómo empezó, pudo deberse a un acto de sabotaje”, declaró.
Accidentes habituales
Bangladesh es el segundo mayor exportador de ropa del mundo, superado solo por Vietnam. Su industria textil ocupa una gran parte de su economía, aunque eso no se ha traducido necesariamente en riquezas para su población, que trabaja bajo condiciones de explotación en ambientes que no cumplen con las medidas básicas de seguridad. Sin mencionar los bajos salarios y la normalización del trabajo infantil.
Por este motivo, los incendios industriales son comunes en el país. En julio de 2021, 52 trabajadores murieron en una fábrica de alimentos en el distrito de Narayanganj, a 20 kilómetros de la capital Dacca. Allí también ocurrió en 2019 otro incendio en una fábrica de químicos mató a 70 personas y dejó 55 heridos. Pero sin dudas una de las mayores tragedias de este tipo fue el incendio de la fábrica textil Tazreen Fashions, en 2012. Al menos 119 personas murieron debido a que las salidas del edificio estaban bloqueadas.
Pero los incendios no son el único problema que sufren sus trabajadores. Apenas un año después, el 24 de abril de 2013, ocurrió la tragedia de la fábrica Rana Plaza, considerada como uno de los accidentes industriales más graves de la historia. 1.134 personas perdieron la vida luego de que el techo del edificio se derrumbara, algo que ya varios empleados habían advertido pues tenía semanas resquebrajándose, pero que los supervisores ignoraron. Así, existen registros de otros 12 accidentes de diversos tipos que han cobrado más de 1.000 vidas desde el año 2005.
A esto se suma las condiciones precarias de trabajo, en las que los bangladeses llegan a estar largas jornadas tras máquinas de coser, o manipular químicos altamente tóxicos sin equipos de seguridad tan básicos como mascarillas y guantes. Estos desechos normalmente se vierten en desagües que dan a los ríos de su propia ciudad, lo que hace a Bangladesh actualmente uno de los lugares más contaminados del planeta.
A pesar de que hechos como el Rana Plaza han alertado a organizaciones internacionales, la situación no ha cambiado mucho, quizás en parte por la dependencia que grandes corporaciones de moda y textiles tienen de la mano de obra de ese país.
