- El equipo de El Diario conversó con las comunicadoras sociales Antonella Gioconda De Vita y Loreibys Caicedo, quienes relataron sus vivencias cuando decidieron dejar la profesión para la cual se formaron y ejercer distintos oficios
A diario los periodistas venezolanos se enfrentan a una serie de retos que dificultan el ejercer el derecho a informar y a estar informado. No solo suelen trabajar en un ambiente donde predomina la censura, también lo hacen donde escasean las oportunidades laborales rentables que permitan cubrir sus necesidades básicas. La situación genera que distintos profesionales acudan a otros oficios o profesiones para poder generar mayores ingresos y por ende mejorar la calidad de vida.
Asumir nuevos oficios por una mejor calidad de vida
De Vita y Caicedo viven en la provincia española Ávila y son egresadas de la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar). Ambas trabajaron para el diario El Universal un par de años y ahora se dedican a ejercer nuevos oficios, que les ha permitido mejorar su vida y su bienestar. Actualmente, Antonella se dedica a trabajar en el sector comercio en la venta de cosméticos y Loreibys labora en una fábrica de quesos.
En el caso de Loreibys Caicedo, tomó la decisión de migrar y trabajar en otro oficio ya que, a pesar de que en 2018, cuando se fue, el país mostraba leves mejoras en bonificaciones adicionales al salario, no fue suficiente para costear sus gastos. Para ella se trata de un malestar que se transforma en desgaste físico y emocional.

El periodismo como primera opción, pero no para siempre
Estudiar Comunicación Social no siempre fue la primera opción para Antonella, quien quería estudiar Arquitectura o Derecho. Sin embargo, ante la situación económica y el alto costo de los estudios, se decantó por estudiar periodismo, profesión que la enamoró con el tiempo. “El periodismo te va enamorando poco a poco”, menciona De Vita.
De Vita también sintió la censura y algunos de sus compañeros fueron encarcelados o vivieron momentos complejos. Al llegar a España, hace poco más de seis meses, decidió iniciar de cero y se motivó a dedicarse a otros oficios el tener que costearse la vida, como trabajar de mesera.
En España, Antonella De Vita ha podido mejorar su calidad de vida, y de momento no piensa en volver a Venezuela. Menciona que en España se siente segura y con servicios públicos de calidad. Al igual que muchos migrantes, una de las cosas que más extraña es pasar tiempo con su familia.

Informar es una pasión
Loreibys Caicedo, por su parte, se sintió atraída por el periodismo, ya que tocaban temas que le interesaban, como la fuente política y económica. El oficio le permitió “conocer y mostrar grandes historias”. La inspiró la búsqueda de la verdad, la libertad y la justicia.
Para Loreibys los momentos ejerciendo eran únicos. El compartir con los amigos, los momentos que pasaban después de la jornada, los descansos en la playa después de trabajar las guardias.
Irse para no volver, por ahora
Antonella espera en algún momento ejercer el periodismo de nuevo y también continuar estudiando, hacer un máster. Descartó de momento trabajar a corto plazo para lo que se formó, a pesar de que ha aplicado a algunas vacantes sin éxito. “Mientras esperas los papeles a uno le toca trabajar en lo que salga”, dice Antonella.
“El periodismo me ha servido para comunicarme más y mejor, ser precisa y encontrar rápidamente lo importante de cada asunto. Espero que todo mejore y la calidad de vida de los periodistas sea óptima en un futuro, porque un sueldo mínimo (o eso era cuando yo estaba en Venezuela) no es nada”, indica Loreibys Caicedo
“Los planes que tenemos en la vida van cambiando. Yo no me hago falsas ilusiones de si volveré a ejercer o no. No lo sé. Por ahora, solo quiero cubrir las necesidades actuales y en un futuro no tan lejano tener un negocio familiar. Antes me veía por muchos años ejerciendo y haciendo estudios relacionados al periodismo. Por ahora, tengo pendiente hacer la equivalencia del título para poder optar a una vacante como periodista”, agrega Caicedo.

Ahora ambas periodistas venezolanas ven en retrospectiva lo que fue su pasado y su presente y afirman que viven mejor que cuando estaban en Venezuela. Ser periodista también es hacer sacrificios. Esperan que organizaciones en Venezuela, como el Colegio Nacional de Periodistas (CNP), sean un puente para ayudar a otros comunicadores a seguir cumpliendo su rol dentro o fuera de Venezuela. “Uno tiene que hacer lo que a uno le apasione. Si más adelante, la vida me da la oportunidad de ejercer mi carrera, lo haré, porque me gusta y para eso me preparé”, concluye de Vita.